miércoles, 6 de abril de 2005

PASIÓN Y RESURRECCIÓN


Me siento turbado ahora.
¿Diré acaso: Padre, líbrame de esta hora?

Pero no.
Pues precisamente llegué a esta hora para enfrentar esta angustia.
Padre, ¡da gloria a tu Nombre!

Juan 12, 27













Es preciso, pues, que busquemos entre las personas que anduvieron con nosotros durante todo el tiempo que convivimos con Jesús, desde el bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado, y que una de ellas venga a ser, junto con nosotros, testigos de su Resurrección.
Hechos 1, 21 - 22