viernes, 6 de junio de 2008

Recogida de gracias

Querid@s tod@s:

Con profunda admiración y humildad agradecida,
Contemplo lo vivido en este tiempo, ya largo,
y puedo captar algunas transformaciones en mí.
Pura acción del Espíritu,
pues de mí solo salen obras viciadas y pecado.
A Dios la gloria y alabanza por los siglos.

Esa acción del Espíritu, en lo posible, les trato de compartir:
Se va dando en mí, el pasar de un saber que todo es gracia
a un ir viviendo todo como Gracia,
como una contemplación para alcanzar amor.
Y lo que me brota de ahí, es un continuo”tomad Señor y recibid…
en una entrega en fe radical, despojada, sin saber ni ver.
La vida se me hace obediencia amorosa, en el día a día,
en la comunidad, en la misión, aunque las cosas no respondan a mis expectativas, a lo que yo quisiera y desearía.
La voluntad de Dios va siendo para mi, existencialmente, lo único importante.
Los “fracasos” de la misión, no me quitan la paz, ni la alegría interior, es más fuerte la experiencia de la fidelidad de Dios.
Experimento una confianza grande en el poder transformador de la Palabra.
En la Fuerza del Espíritu, convencida de que El es el que transforma desde dentro.
Yo soy una sierva inútil.
Cada día me siento más pecadora, una pecadora más en esta humanidad pecadora, pero confiada en el amor del Padre en Jesús “que me amó y se entregó por mi”.
Elijo, al discernir las propuestas que se me hacen, todo lo que me une más con Jesús pobre, humillado y crucificado.
Estos son algunos signos, que puedo captar de la obra del Espíritu en mí.

Unidas en la caminata en la fe, con los ojos puestos en la Promesa.
Un abrazo fraterno
M.Carmen