jueves, 5 de abril de 2007

Andar descalza pisando tierra sagrada...

En este tiempo he sido llevada por el Señor a compartir con El una misión nueva, muy sagrada; el estar en contacto con niños/as- adolescentes que viven en hogares pertenecientes a la Fundación: "San Javier" de los jesuitas de Resistencia. Mi tarea asignada es la coordinación general de los dos hogares: "Santa Teresita" y "San Javier".
Al entrar en los hogares me fui encontrando con niños/as a partir de los 8 años hasta adolescentes de 19 años, algunos con discapacidades intelectuales.
Todavía me siento en el umbral de la puerta de sus casas, de sus vidas; a medida que me hago presente en ambos hogares recibo expresiones de mucho cariño y a la vez de rebeldía; todo depende de las situaciones que ocurren.
Me experimento entrando con los pies descalzos como Moisés, que tiene que dejar sus sandalias a un lado, para poder sentir la tierra y disponerse a la comunicación con Dios en el símbolo de la zarza ardiendo, así mismo experimento que sin calzado el Señor me invita a captar desde el Espíritu lo que estos niños/as- adolescentes reclaman y voy dejando a Dios actuar a través mío, brindándome desde su mirada, su ternura y el estar al servicio desde un amor incondicional.
Cada día que entro es una novedad ya sea por su disposición a recibirme con cariño; como con actitudes de rechazo, porque están pasando momentos de crisis emocional. En esta realidad se pone a prueba la vivencia del Amor gratuito, porque ellos/as necesitan de un amor sincero, auténtico que les de un mínimo de seguridad afectiva, después de tantas experiencias de abandono y maltrato por parte de su familia de origen. Me experimento serena, confiada en el Señor que me ha elegido para ser una presencia suya en estos hogares; el estar a la escucha, el dedicarles tiempo al personal que se encarga de los chicos/s, el ir empezando a guiar un camino de volver al origen inspirador de los hogares y a la vez ir replanteando ¿Cómo estamos viviendo el presente, con qué fuerzas, con qué cansancios y desgastes?. Está siendo un tiempo de escuchar mucho el sentir de las personas, de ir interiorizando el mirar desde dentro, con el corazón, desde Dios la realidad, de estar atenta a lo que Dios va mostrando, diciendo y vemos necesitamos cambiar los adultos en la manera de llevar adelante esta desafiante misión: "Ser presencia del Amor gratuito de Dios en cada gesto cotidiano, que no es otra cosa que ocupar el rol de madres y padres con los niños y buscar el bien integral de todos/as.
En cada encuentro también en los adultos el Señor va haciendo su obra en cuanto que van disminuyendo defensas, van aflojando y comienzan a confiar, a sentir que pueden expresar su realidad tal cual es, porque al comienzo en los dos hogares y ahora más notablemente el personal de uno de los hogares, que me sienten mi presencia como un amenaza, porque la manipulación de los niños/as- adolescentes por parte de algunos adultos es muy fuerte; eso va saltando y quedando en evidencia y de a poco se va abordando.
Me sorprende la manera de cómo Dios va llevando este ir entrando a los hogares, a los corazones de las personas que lo habitan, lo vivo muy unida a Jesús y a María, realmente me siento de la mano de ambos y en comunión con todos ustedes, CAFA; es experimentarme sostenida, con una fuerza grande del Señor, con una actitud de disponibilidad al Espírtu en los momentos fuertes de oración y en la contemplación desde la Fe en los acontecimientos cotidianos, donde tengo presente que el Señor me amó primero y que por ese amor incondicional vale la pena que viva en comunión con Cristo en el aquí y ahora.
Nos vemos pronto. Cariños para todos/as. Patricia O.

El me dio alcance

Hermanos/as :
Antes que nada es decir GRACIAS a Nuestro Buen Dios por su gran amor y misericordia para con su amada CAFA. Siento en lo mas íntimo mío esta gratitud por su obrar en nuestras vidas y les comparto la mía.
Este tiempo, desde la última interiorización ha sido de purificación interior y exterior, una lucha espiritual constante y vivencia de mucha soledad en medio de tanta gente con quienes comparto vida y misión, he experimentado mucha poda en mi persona, mis afectos y emociones, el Señor se encargó de mí para ordenar mis sentimientos y todo lo mío, fruto de mi propio huerto y me esta acrisolando en Gracias costosas y dolorosas, tomando cada día conciencia de mi propia limitación e impotencia, de mi pobreza y de mi nada, me enseñó que solo en El en mi puedo acoger en amor y gratuidad las vicisitudes de la vida, las contrariedades, los malos entendidos, las injurias y menosprecio con lo que he vivido y sigo viviendo durante este tiempo. La misma impotencia de nombrar mi experiencia me ha hecho permanecer en el silencio durante este tiempo y les comparto hoy con gran pena animada por El. Experimento mucha paz interior y gozo espiritual y como decía Santa Teresa: “ … mi gozo en el llanto, sobresalto mi reposo, mi sosiego doloroso, mi bonanza el quebranto…” asi me siento y ni yo entiendo estar viva y sentir tanta gratitud por lo vivido, por la vida que vivo cada día, porque solo en El encuentro sentido a toda ingratitud, mentiras y muecas que vivencio al querer ser diferente en la vida y misión, al hacer intentos de vivir desde su Gracia y siento a la vez que es pura compasión del Padre en mi persona sintiéndome CAFA. Ardo de anhelo profundo permanecer en su presencia y vivir El lo quiera el misterio de su cruz y resurrección, todos los dias de mi vida, ser luz aquí donde me puso compartir con sus pequeños, en la misión donde peligran sus intereses.

Blanca P.

La complejidad del encuentro con la AURORA

Hermanos, hermanas:Compartiendo nuevamente vida-fe, retomo un aspecto de mi aporte anterior(abril)en cuanto a actitud surgiente:"Aguardo como el centinela a la aurora", una nueva luz,un nuevo gozo pascual.Me sentí que lo quise acelerar a mi manera,más el Señor lo ha hecho a su manera,y permanecí en esa actitud de espera bastante tiempo,más ha marcado el ritmo de mi vivencia cotidiana,en el compartir y acompañar la vivencia de fe del pueblo en el marco de las celebraciones pascuales.Y el Señor en su compasión me ha regalado la experiencia gozosa de su resurrección en mí y mi resurrección en El.Ha constituido un tiempo fuerte de volver a vivir desde la experiencia emergida de aquel ejercicios de mes, en la que percibí a alguien que intentó impedir,y confundir el correr al ancuentro de mi Señor resucitado, más no pudo con el grito de mi"no".Ante el contexto social surgiente en ese momento que envuelve al país y a la misión, comencé a percibir como amenaza a este momento personal: nuevas realidades de violencias en el país, secuestro, asesinato, en el ámbito de la misión ajuste de cuenta entre jóvenes,golpes y amenazas a muerte, compartir el dolor de las familias, personas más afectadas, son gritos de que en la realidad humana, en la cotidianeidad de nuestro pueblo late viviente la pasión y muerte de Jesús, desafíos ante una experiencia gozo de fe,y que te mueve a vivir en la complejidad de tu experiencia pascual.LUZ Y NOCHE, gozo, sufrimiento.
Sostenida por la paz y el consuelo desde el Espíritu: Desde el proceso de esta vivencia,percibi en mí un movimiento interno diferente. En la búsqueda de entender y comprender descubrí en mi alma una profunda tristeza, no comprendida, no entendida en su lenguaje ese momento.El haber rezado desde allí, solo pude expresarlo al Señor:Señor, cuan poco tiempo pude disfrutar del gozo que sentí regalarme, y ahora no entiendo esto que me invade. Acaso de nuevo programé cómo vivir a mi manera tu gracia?Acaso quiero vivir sin complicación alguna,fuera del contexto real que envuelve al país, anuestro pueblo? En el fondo Señor,me da miedo preguntarte que quieres de mí, que quieres decirme con esto.
En lo profundo de mi ser siento que me da vida una profunda paz, una profunda consolación en el Espíritu Consolador. Cón esta paz y frofundamente consolada en el Espíritu me encuentro en una travesía costosa y dolorosa, humillada, podada duramente, pisoteada,impotente y una vez más sacudida en mi fe. Quisiera que no me sea nada cuando se trata de haberme implicado con el pueblo, sin embargo con razonamiento humano no es así.Ante todo esto, voy percibiendo la llamada a orar desde la paz y el consuelo del Espíritu,a su vez, pido oraciones. Un abrazo. Teresa Inés-

Una oportunidad

Queridos hermanos quiero compartirles lo que he experimentado en el encuentro como Cafa i.
Quiero comenzar Alabando al Señor por estos encuentros pequeños donde desde su compartir espontáneo, vamos dejando hacer al Señor en este espacio, sencillo, simple, fraterno donde el se hace presente. Lo que logre experimentar era mucha alegría interior, al captar en mi espíritu el querer de Dios en ella, con mucha paz, donde me experimentaba cuerpo junto con todos los mienbros que estan en esta peregrinación y que de algun modo se comunican con nosotros y como lo que le pasa a un miembro afecta en un u otro sentido de diferente manera a ese cuerpo y esto lo experimente muy fuerte, era en lo profundo experimentar a JESÚS acogiendo en mi, si PADRE por que así te pareció bien, experimentaba que nuestro compartir nos fotalecía, al nombrar , se me iba confirmando la gracia inmenza del Señor en su amor gratuito y el sentido de cuerpo que se va acentando cada vez más en mi espiritu y el participar en la Cafa i me reaviva este sentir en lo profundo de mi espíritu y me va ayudando a profundizar esta gracia. Es una buena oportunidad que el Señor nos ofrece.Unidos en la peregrinación Y la oración. Paola

Visita Madre General

El 11 de mayo terminó la visita de nuestra madre General y un miembro de su Equipo (Beatriz y Rita), dejando mucho movimiento interior y exterior. Quería compartir lo que el Espíritu fue soplando a través de ellas estos días para la Delegación y la vivencia personal del Señor en mí.

Después de la reunión de Administración, reuniones de responsables que iban y venían, pudimos compartir con ellas y con todo el Pueblo Santo de Misiones (Santa María, Santa Rosa, San Patricio, San Ignacio, San Juan, San Miguel) y de Asunción (Sagrada Familia, Fátima y San Miguel), la Fiesta Guasu de las Comunidades Cristianas, donde a pesar de tantas persecuciones y desánimos de estos últimos tiempos, experimentamos con gozo y alegría la presencia del Resucitado. Realmente una experiencia Pascual de vida en donde los sencillos y humildes celebran su caminar, comparten vivencia y reconocen a Dios como único en medio de todos nosotros.

Al día siguiente tuvimos reunión como Delegación, fue un momento de compartir, para mí lo más fuerte fue el compartir por tiempo de “contacto” con la Compañía de María. Me ayudo mucho la sinceridad, la transparencia y los deseos íntimos que el Señor pone en el corazón de cada una. En las diferentes etapas se sentía diferentes deseos, necesidad. Coincidíamos en el los temas a tratar con ellas: obediencia, humanismo, compañía universal, cono sur. La primera resonancia fue esta, a partir de lo cual fuimos profundizando luego los otros días: “Hay en ustedes una necesidad fuerte de seguir acogiendo al Dios que se nos entrega cada día, que sale de sí mismo y nos invita a salir de nosotras mismas entregando lo que somos, de lo que se nos ha dado. Vivir en el movimiento de Dios, un Dios que sale de sí, que se entrega y que invita a que nos entreguemos.Seguir fundamentando la vivencia, esta experiencia, estudio, reflexión, abrirnos a otros que nos muestran esa realidad a la que somos enviadas. Esta experiencia es comunitaria, de cuerpo, conocer más esa identidad de cuerpo Compañía de María y todo marcado con la certeza de que tenemos una historia. Potenciar la iniciativa, la creatividad, la capacidad de fiesta”. Nos ayudó a situarnos, personalmente se me encajaba interiormente: salir de uno mismo, fundamentar la vivencia, iniciativa, creatividad…, un impulso interior y llamado de Dios.

Pasaron muchas cosas más: encuentros con las comunidades, diálogo con los animadores sobre su momento y cómo sienten el aporte de las hermanas, su proceso. Ella les animó mucho, captó la importancia del acompañamiento y de seguir cuidando la vivencia, y sobre todo a lo que este momento pastoral puede traer de novedad.Cuando dialogamos retomó conmigo mi momento en la formación, el acompañamiento y un posible envío a Colombia a estudiar algo sobre Teología, me dejé sentir todo lo vivido esos días, y lo que el Señor me moviera interiormente. Experimenté una paz tan profunda y un gozo sereno inmenso que solo el Espíritu de mi Señor podía ser. Con alegría le dije que sí, y que seguiría rezando. También me ayudó la acogida de la comunidad a pesar de ser tan pocas y de otro posible envío. Lo que sintiendo de suavidad y paz me confirman en este momento.

Les pido sus oraciones por mi familia y por mí, en especial que pueda permanecer en el corazón de Jesús manso, humilde y en él, en su Padre. Iliana

Inicio y nacimiento de una gran novedad del Espíritu...1 de abril, 98

Mis queridos Hnos en la fe : Paz y Bien!
Simplemente les comparto esta parte de mi historia, porque hoy es un día muy especial para mi, es el día de la vida, vida que mi Dios me regaló y ... también la vida que EL escogió para mi, y por pura gratuidad me unió a ustedes. Con un corazón muy agradecido a Dios por su compasión, le comparto lo que hizo en mi vida, lo que me ha revelado en aquel primer retiro que tuve en el 98 con el Paí Carlos. Allí está el centro de mi historia humana y que mi Señor lo convirtió en historia de fe muy amada por El. Les comparto como parte de aquello que es importante: conocer y dejarnos conocer por la comunidad. Es parte de la identidad de la CAFA. Unidos en el corazón de Cristo.

LA COMPASION DE DIOS POR MI ME DIO A CONOCER MI VERDADERA HISTORIA DE FE, TAMBIEN ME REVELÓ MI IDENTIDAD Y ME HIZO RE-ENCONTRAR AL AMOR DE MI VIDA: JESÚS.

Después de casi dos años de intenso pedido al Padre Carlos para tener un retiro acompañado por él, se dignó un día decirme que sí sin la menor espera. De mi parte había un total desconocimiento de cómo es su acompañamiento en el retiro. Muchas personas al enterarse de lo que tanto deseaba me decían: no tienes idea de lo que estás pidiendo pero insiste y lo verás. Y para ser sincera no esperaba nada. Simplemente deseaba un encuentro con el Señor, pues era intensa la búsqueda que sentía en mi corazón. Y fue tan inesperada que una tarde al finalizar la Eucaristía en Santos Mártires me dijo el Paí Carlos: Hermelinda, si quieres mañana inicias tu retiro. Para mí fue una bomba, aunque tenía diez mil cosas jamás desaprovecharía semejante oportunidad. Pues al día siguiente acomodé todas mis cosas ayudada por mis hermanas de fraternidad y ya para la noche estaba “al pie del cañón” esperando TODO DE MI SEÑOR.

Entrada
al retiro.
Esa misma noche, mi Señor me hizo esta pregunta. Hermelinda, ¿cómo estás? ¿Qué te pasa? ¿Qué sientes?. Silencio,… luego surgió de muy dentro y le contesté: Señor, tú mejor que nadie lo conoces, pues en momentos de soledad contigo, generalmente descubro tu invitación, tu deseo para mí. También confesarte que las idolatrías siguen dando resistencias al querer tuyo. Capto que son muy sutiles; a mi sentido común doy mucha importancia y no dejo que Tú actúes a tu manera porque yo quiero asegurar todo. En una palabra no doy cabida - espacio a tu Espíritu. Ah, y con una fuerza tan extraordinaria me dejo llevar por mis sentimientos - emociones. Pero en lo más profundo de mi ser siento que Tú me llamas a la radicalidad, no puedo volverme indiferente a este pedido, no entiendo nada. Es verdad Señor, aún no he puesto toda mi vida de una manera total en tus manos. No siento que rechazo las Gracias, sino ¿cómo colaborar o cómo dejar que sean en mí? ¿cómo dejarte a que seas Tú en mí? ¿cómo desmontar estos bloqueos, barreras para tu obrar en mí? Señor, Tú sabes que muy fuertemente vine experimentando de que las gracias me revelan lo que Tú quieres de mí. Como antes no puedo más responder a las exigencias de mi trabajo en la formación, en el apostolado. Hasta físicamente he perdido mi ritmo, ni puedo controlar más al tiempo como lo hacía antes. Al terminar de decirle esto, mi Señor finalizó este momento con estas palabras: Hermelinda, “estás en camino, Yo te he invitado a ser peregrina, a ser mujer de fe. Yo sé lo que te conviene, pero entrégate a la experiencia”.

Primer
día.
Desde el fondo de mi corazón pedí que El tuviera compasión por mí. Más que nadie El sabe lo que siento. Y me dijo: “deja que Yo sea en ti, Yo conozco todo de ti, tus debilidades, tus falsos dioses pero Yo estoy por encima de ellos. No te avergüences de Mí, tus idolatrías no tendrán fuerzas sobre ti, no serán más que Yo, te promete que Yo tendré compasión de ti pero en su momento. Yo Soy el único que puede cambiar tu vida.
Historia de fe. Tantas veces ya fui a mi historia y otras tantas veces me mandaron. Pero esta vez, hay una diferencia porque ahora es el mismo Señor el que me lleva y me cuenta lo acontecido. Yo sólo le di mi mano y fuimos. Me llevó hasta mi mamá, me hizo entrar en el vientre de mi mamá con El, allí me hizo escuchar las voces, los sufrimientos de ella, su inseguridad ante su embarazo posible. El mismo Señor me decía: al enterarse tu mamá de que sí era cierto su embarazo, le comentó a tu papá y él le contestó que ahora mismo era difícil casarse y llevarle a su casa teniendo tantos hermanos puesto que tu mamá era muy joven, y peor aún asumir compromiso como la de tener una criatura. Así fueron pasando los días, hasta que en otra oportunidad de nuevo tu mamá buscó cómo encontrarse con tu papá pues cada vez se tornaba difícil seguir ocultándote; la respuesta de tu papá ante la noticia fue ésta: que no había otra manera de salir del problema sino que la solución es no dejarte que nazcas. Cuando mi Señor me dijo esto me abrazó tan fuerte y me dijo: ¡No temas! y me abrazó fuertemente por El.

Hermelinda, necesito seguir contándote más sobre tu historia pero quiero alzarte en mis brazos. Allí me dijo: Ves allí está tu mamá. Ella, en su soledad y con el miedo de sus padres y hermanos, ha decidido eliminarte, aunque no quiere, su sufrimiento es enorme. Mira allí está sobre la mesa, totalmente preparada para eliminarte, ves allí están las pinzas, la aguja para inyectarse, la palangana preparada y finalmente el basurero. En aquel entonces, vos pensaste que era el final de todo. Tan fuerte en ese momento me tomó mi Señor y sus ojos puesto en mí me dice: Hermelinda, vos pensaste que era el final de tu vida sin embargo es el comienzo de algo que, desde el momento de tu gestación he optado y decidido por ti. Te aseguro que desde el momento de tu gestación mi Padre y Yo hemos cuidado de ti, inclusive antes de que tu mamá misma se enterara de tu existencia mi Padre y Yo sabíamos de ti. No temas, Yo no quise que sea el final de tu vida, pero también es cierto que desde ese momento tu mamá comenzó a angustiarse. En aquel mismísimo momento, Yo hice que tu mamá pasara su mano sobre su panza y en eso Yo le hice sentir por primera vez tu presencia dentro de ella de esa manera. Y allí mismo gritó fuertemente y dijo a la enfermera: no, no haré y allí tu mamá recibió insultos de la enfermera. Todo esto tu mamá lo guardaba muy bien pero su sufrimiento era enorme, hasta que... de nuevo se encontró con tu papá. Allí tu mamá le contó su experiencia y él le contestó que no asumirá nada. Eso bastó a tu mamá y comenzó a enfrentar su realidad pues al contar lo que estaba pasando con ella automáticamente era marginada por su familia.

Sabes, Hermelinda, Yo fui y Yo seré siempre tu Padre, Yo te engendré a ti, mi amor por ti es más grande y fuerte que todo. Nunca olvides de que Yo te engendré porque te amo. Tu vida es importante para Mí, con el tiempo te iré explicando más, ¿me entiendes?. Cuando me dijo todo esto, no aguanté más y le abracé con toda mi fuerza y comencé a llorar, a llorar como nunca y en ese llorar sentí que soy importante y valiosa para mi Señor desde el vientre de mi madre. Al final de este momento me dijo: Yo tu Dios conozco todo de ti y te lo estoy enseñando y te iré enseñando todo.

Segundo día.
Mi Señor sigue diciéndome: el amor que te tuve desde el momento de tu gestación es más fuerte que la muerte, es más fuerte que los planes del hombre, mi amor no tiene límites. Sinceramente aquel momento que sentí como final se me tornó GRACIA. El era mi único apoyo, mi única verdad. El mismo se encargó de mí. Al final de esta experiencia me llevó donde mis padres, me hizo rezar por ellos. Luego me dice, tengo que seguir mostrándote otro aspecto de tu vida.

Hermelinda, de nuevo te manifiesto que mi amor por ti fue desde el vientre de tu madre... En aquel momento de tu vida camino a la muerte Yo cuidaba de ti, yo te trataba como persona, Yo te daba vida, estaba contigo. Escúchame bien, poco a poco comenzaste a ser grande y ya comienzas a llevar vos la vida ya no recurrías más a Mí, ya no tenías más necesidad de Mí. Ya no te recuerdas de los días de tu vida en el vientre de tu madre, Yo te di la vida. Ahora tomas las cosas y a las personas a tu manera bajo tus criterios, te impacientas e inclusive hablas en nombre de mi Voluntad. Cuando el Señor me decía todo esto me sentía tan mal pero no podía decir nada porque veía que era así, todo era cierto.
Déjame decirte más. Y ahora que eres grande ya no soy tu único apoyo sino estoy en el último lugar. Has inventado muchas seguridades. Tantas veces intentaste manipularme en tus planes y proyectos, tantas veces intentaste imponerme tu modo de ver la realidad, a veces tus gustos, caprichos. Yo, tu Padre permití que nacieras, Yo te di la vida, te enriquecí con mis dones; pero después de un tiempo empezaste a confiar demasiado en ti misma y comenzaste a utilizar mis dones a tu manera, olvidaste que eres criatura mía y allí iniciaste a regir tu vida a tus antojos. Hermelinda, te vi recurrir a tantas personas, cosas menos a Mí. Yo te di la vida. En aquel entonces fui Yo tu único apoyo sin embargo vos empezaste a fabricar tus propios apoyos, tu propio baal, porque mientras te llamaba más te alejabas de Mí. ¡Yo soy tu Dios! ¿Me conoces? ¿Te acuerdas de Mí? Todas estas palabras de mi Señor sentía que me destrozaban por dentro, no podía decir nada. Era impresionante que todo lo que decía era tan cierto, tan real. Sentí todas sus palabras no como acusación sino con tanto amor al decirme mi verdad.
Sabes, mi corazón se conmueve y se remueven mis entrañas por ti. ¿Cómo voy a dejarte abandonada, a quien Yo creé por amor?. Desde lo más profundo grité por su compasión por mí.

De nuevo vino a mi encuentro y me dice: aún me falta decirte más cosas sobre ti. Al inicio sentí que ya no quería más pero su mirada impedía que haga lo mío. Esta vez me hizo subir en un cerro, no sentía fuerza para subir pero El me ayudó a hacerlo. En fin llegamos al lugar, me invitó a sentarme y dijo: “mírame Yo Soy, Yo Fui y Yo Seré”. De mi parte no entendía nada. Hasta que empezó a hablar así: Hermelinda Yo fui quien te llamó a la vida, Yo no permití que murieras, Yo te cuidé y te comuniqué la vida. Yo te di aquel abuelo y en él te amé y te deseé siempre lo mejor. Yo puse en tu corazón aquel deseo de entregarme tu vida, (10 años) de darme a Mí, nada hiciste vos, nada fue mérito tuyo. Yo te conduje a aquella familia religiosa, Yo te di todo, nada fue fruto de tu esfuerzo. Yo te iba mostrando por donde caminar o crees que vos lo hiciste. Nada.
Lo que yo percibí y vi que era así, que es cierto. Allí mismo parecía como en una película me mostró y me hizo sentir los momentos que yo andaba sola, simplemente yo le ignoré de mi vida. Allí me tomó de la mano, luego pasó su mano sobre mi rostro y me abrazó fuertemente y sentí que su Espíritu dejó en mi algo. Experimenté su paciencia, su misericordia. Sentí deseo de avanzar aunque totalmente desarmada y desnuda me dejó.

Tercer
día.
Hermelinda, “sólo mi amor por ti hizo que no perecieras, que no murieras”. No podía comprender, sólo contemplé, admiré, agradecí, lloré no porque perdí algo sino porque gané algo sumamente para mí extraordinario: sentí el amor de Dios en mi vida, en mi historia. Sentí una inmensa gratitud por la vida de mis padres, por haberme planeado matarme. De nuevo sentí como gracia aquel momento de mi muerte.

El Señor trasformó mi historia humana en historia de fe, además amada y querida por El antes que yo misma naciera y conociera. Aquella situación de dolor y sufrimiento hoy realmente es una GRACIA, conocida, acogida, aceptada y amada por mí; es más agradecida por mí. Aquí fue como una confirmación para mí que cuando no pasa por el Señor mi miseria nada cambia, nada perdura todo es inútil y pasajero. Sentí que el mismo Señor me lo recuerda diciéndome: “ahora que inicias una nueva vida Yo seré allí tu DIOS, hemos de caminar a mi manera y de acuerdo a lo que Yo tengo proyectado para ti. Ahora que eres una criatura nueva, un ser nuevo hice de ti porque de lo pasado, de lo antiguo ya no me recordaré. Ahora que te purifiqué, renové mi alianza en tu vida. Ahora es el momento, antes no, ahora pondré mi ley en tu interior, escribiré en tu corazón y Yo seré tu Dios”. Aquí de nuevo experimenté la gran compasión de Dios, sentí que el espacio es de El, que todo es diferente en mí y cómo cambian las cosas, su sentido, su valor. ¡Es novedad!. Más deseaba estar con El.

En ese desear más y más estar con El, increíble. El texto del Cantar de los cantares 2, 10-16, me dejó maravillada y asombrada, pues cómo el Señor llegó a mi corazón y llenó todo mi ser de mujer. Y allí me imaginé el encuentro de dos enamorados, que cuando se encuentran se olvidan de la hora, y de tantas otras cosas más, me reí de mí misma pues así me pasó; tenía ganas de correr, saltar, grita, cantar. El Señor me hizo sentir plenamente mujer y mujer consagrada de El y para El. Entre mí decía tuve que pasar por tantas cosas para este momento. Increíble sentía su voz que decía pon tu confianza en Mí. Allí expresé: Cómo cambia cuando El lleva el proceso. No me sentí escondida de El, sino más bien influenciada por su Amor, llena de gracia y en eso deseé responderle con estas palabras: Mi amado es para mí, y yo para mi amado.

Este ha sido una parte del inicio de todo lo que El en su gran compasión ha vivido en mí, es más aún va haciendo en mi por medio de ustedes. Aún hay mucho que podar en mí, por eso me les pido sus oraciones.
Muy agradecida. Hermelinda

Nuevo destino

Queridos hermanas y hermanos:
Les voy a compartir algo de lo que estoy viviendo en este tiempo: De nuevo el Señor ha vuelto a decirme, "sal; deja; vete; Yo te mostraré..." Y, me mostró su deseo, que no era el mío, había sido que todavía tengo deseos propios. Mi deseo era volver al Paraguay después de 4 años en Cuba, y el deseo del Señor para mí es Brasil. Me cuesta en la sensibilidad aceptar la Voluntad del Padre, asumir el hágase que Jesús dice en mí, pero al mismo tiempo, en el dolor de la poda, de la desapropiación, siento el gozo de que Jesús me deje pasar con El, algo de lo que El pasó aceptando la Voluntad del Padre de entregar su vida en la cruz, por mí, por nosotros, aunque le costaba sensiblemente. Y, ahí estoy con El, diciendo al Padre: "que se haga lo que Tú quieres, no lo que yo quiero". Esto me hace permanecer en el Amor de Jesús, en una comunión profunda con El y todo se me convierte en Amor. Esto es algo de lo que estoy viviendo. Me siento también muy unida a todos, peregrinando como Pueblo Santo.
Mari Carmen E.

Dios no deja de manisfetarse aún en lo más sencillo....

Muy queridos Hermanos y Hermanas: Todo este tiempo he deseado compartir con ustedes la experiencia de la Semana Santa y los días sucesivos de Pascua. El Señor me ha regalado vivir estos días Santos como Pueblo de Dios, acompañando en todo al Señor con la Comunidad Parroquial y venciendo la tentanción de querer rezar sola en algunos momentos, creyendo soberbiamente ,que era mejor estar sola que compartiendo con la Comunidad del barrio, de la Parroquia. Le doy gracia infinitas al Señor que puso en mi corazón el deseo profundo ser fiel a lo que Él me fuera mostrando, a veces haciendome sentir y otras muchas haciéndome vivir desde la Fe. Ha sido una semana muy intensa de encuentros con el pueblo en muchos acontecimientos que yo no les daba mucha importancia. El Señor me hizo revivir fuertemente la experiencia de los Ejercicios de Mes y renovar el deseo y acoger nuevamente la gacia de participar con Él en la Pasión, Muerte y Resurrección. He vivido en profundidad eso días, participando con el pueblo, sintiendo con la gente y sintiéndome parte de un gran pueblo que busca, alaba y celebra a su Dios.
Ha sido muy fuerte reconocerme tentada por satanás en lo más querido que es dejar que el Señor nos vaya hablando,mostrando caminos en esta nueva fundación y me descubrí dueña y señora queriendo dar yo pasos motivada por el que dirán los demás y no por el querer profundo y sincero del Señor. Fue tan fuerte lo que el Señor me ha hecho sentir los días Jueves y Viernes Santo de mi infedilidad, de querer nuevamente recuperar lo que ya le había dado al Señor que me sentía en falta muy grande al Amor demostrado del Señor hacia mi en tantas ocasiones y fue necesario recurrir también al sacramento de la reconciliación como medio de recibir el perdón , la gracia y la fortaleza, así como también alguna confrontación a este vivir a mi aire que se me iba metiendo dentro sin darme cuenta.
Luego el Señor ha sido muy insistente, me ha ido hablando en cada aparición haciendo sentir fuertemente que sólo desde el encuentro con Él ,resucitado, podría venir el envío a la misión y que es pura obra de Él y no mía y que no me desesperara por hacer sino por dejarme hacer por Él por dentro.Así me encuentro, con la certerza de que Él va obrando en mi, en la Comunidad y que poco a poco nos va abriendo el corazón a su voluntad aquí en Arrecifes. Estoy contenta y me siento sumamente desbordada por su amor tan solícito hacia mi que no quiere que me separe de Él, ni siquiera bajo apariencia de bien. Siento que me quiere totalemente despojada de cualquier deseo personal, en la suma pobreza espiritual para que el Padre pueda obrar en mi y desde mi según a Él le parezca bien.
Hermanos y Hermanas les solicito oraciones para que no me deje deslumbrar por lo que los demás esperan de mi, sino que acoja lo que Dios quiere que sea aquí y NADA MÁS.
Con cariño y unida a ustedes en oración
Lourdes

DONDE EL SEÑOR SIGUE CRUCIFICADO

Donde el Señor sigue CRUCIFICADO

Quiero comenzar este compartir de fe en este contexto de la alegría pascual en este lugar donde pareciera que la resurrección del Señor no ha llegado pero que por la fe se acoge su presencia VIVA y actuante.

La alegría de sentirme renacida a una vida nueva desde la experiencia de sentirme grandemente amada por el Padre, que en su Hijo Jesús me invita a entrar en esa actitud de entrega radical a su voluntad y desde El vivir este Misterio Pascual en este contexto del Bañado, donde al levantar la vista, salir a la calle, es para encontrarse con la miseria que golpea hasta lo más profundo de las entrañas de uno, donde el sentimiento de impotencia es tan grande al contemplar la cruz tan grande que llevan los hermanos; sólo surge en el corazón implorar compasión al Padre, que nada puedo, nada sé, que nos dé la Luz del Espíritu para atinar a acertar en hacer aquello que le agrada en favor de sus hijos más pequeños y excluidos de toda oportunidad de una vida digna que El sueña para todos y que el pecado en todas sus formas de idolatría se ha adueñado del corazón del hombre y permite este sistema de empobrecimiento, exclusión, miseria… Aquí el Señor me ha traído, me ha metido en esta realidad, hasta ahora no sé muy bien para qué, sólo sé que me quiere aquí para darle a conocer, compartir con mis hermanos ese su grande AMOR GRATUITO Y MISERICORDIOSO, que haga de mí servidora del HIJO en su hijos.

Les abraza con gran cariño en el Señor Resucitado y pido mucha oración por mí y por nuestra comunidad apostólica para que sepamos cuidar los intereses del Padre.

Hasta otro momento

Nelly ss.cc.

Nueva mirada me regaló el Señor

Con la certeza de que gracias a vuestras oraciones y a la compasión y ternura de nuestro Padre Dios, he ido sintiendo como la luz de la Resurrección iba apareciendo.
Esta Semana Santa ha sido una Semana Santa muy diferente de las otras vividas, pero creo que más parecida a la que vivió María al lado de su Hijo. Desde la Semana de Pasión he estado acompañando a una hermana que el Lunes Santo fue operada de un cáncer de tiroides, que necesitó una intervención bastante más agresiva de lo que se pensaba. Así que ella vivía su cruz, la cruz con Jesús y mi misión era como la de María, acompañar ese sufrimiento y esa cruz con la fe volcada para la voluntad del Padre.
Palpando, como digo, su ternura y su misericordia, la certeza de que cada vez que Dios mira su mano, nos ve a cada una porque tiene ahí grabados nuestros nombres. En los momentos de sufrimiento y de dolor me he sentido en sus manos, ayudando a caminar llevando el único tesoro que es Dios en mí. Dios en cada uno de nosotros. He vivido la esperanza y la paz y se me ha concedido el poder transmitirlas.
La cima me espera nos espera allí donde el amor y la gloria de Dios resplandecen para siempre porque Jesús triunfó sobre la muerte y sobre las “muertes” de nuestras vidas.
Con mucho cariño, continuar rezando por mi… Lolín,ss.cc.