lunes, 6 de octubre de 2008

INTERIORIZACIÓN CAFA, OCTUBRE 2008

VIERNES, 3 DE OCTUBRE

Iniciamos el día motivados por el salmo 139 (138) y el evangelio de Lc. 10, 13-18.
Seguidamente nos dispusimos a hacer nuestra oración personal desde una escucha atenta al Espíritu para recoger la historia de fe de la CAFA desde la última interiorización realizada en marzo 2008. Para la oración personal utilizamos el folleto 13: ¿Cómo reconocer el momento, la hora, la moción del Espíritu lista a conducir a la CAFA? y la carta a los colosenses 2, 4-10. Tuvimos un rato largo de oración durante toda la mañana.

Después del almuerzo y del descanso iniciamos el compartir en comunidad:

CARMEN de Dios: Para mí ha sido un momento sereno de oración que me permitió gozar con la acción de Dios en la CAFA. En un primer momento fui recogiendo todas las gracias que el Señor nos fue regalando en cada encuentro y me emocionó ver el derroche de Dios manifestado en ese poder nombrar con claridad sus regalos. Sobre todo descubrir que hubo gracias que nos fueron acompañando como una constante: Centralidad de Jesús en la CAFA, apertura y docilidad al Espíritu, reconocimiento de nuestra nada, nuestra pequeñez y el poder desde allí dejarle hacer a El, ser luz para los demás, revelar el Amor del Padre, siendo lo que somos en el lugar donde nos movemos. En la medida que iba reconociendo todo esto fui experimentando por un lado mucha gratitud, admiración; y por otro una fuerte llamada a la fidelidad y vivencia radical del ser de Jesús en nosotros. Después leí el texto de Colosenses y sentí que era una confirmación de lo que había descubierto, era como que el texto iba dirigido para la CAFA y que era una descripción de nuestro momento: La CAFA firme y ordenada en las filas de la fe de Cristo, la CAFA que acepta a Cristo como el Señor, la CAFA colmada en El. Y al mismo tiempo la CAFA urgida a vivir de acuerdo con lo que es El, a permanecer arraigada y edificada en El. He sentido esa EXIGENCIA para la CAFA ante tanto don derramado. Me sentí muy urgida a ser OTRO JESUS, es decir, a vivir de acuerdo con lo que es El en todo: actitudes, gestos, modos de proceder, en nuestra vivencia CAFA no puede haber “medias tintas”. Todo esto, despertó mucha ternura porque experimenté el AMOR desbordante del Señor hacia nosotros y el Amor nuestro hacia el Señor que nos hace salir hacia los demás. Por eso nuestro estar aquí, nuestro dejar todo solo se entiende desde la lógica del Amor. Gracias Señor!!!

DIGNA: Fui recogiendo la historia de la CAFA desde lo que me venía, desde lo que el Señor me iba mostrando y me venía mucho cuando vine a la Comunidad de Asunción en el 2005, la CAFA ya estaba, una CAFA formada y me uní a ese caminar. En una interiorización el Señor nos concedió la gracia del amor gratuito, que nos marcó y nos hizo descentrar, mirar al otro desde el Señor, así como El los mira, el despojo de los miembros de la CAFA, unos han vuelto a su tierra y otros por envío. La comunión en el Espíritu con los que están participando y con los que no están, con los de lejos. Hay lazo de comunión con los que están como CAFA. Una comunidad que se sabe pequeña, amada por el Señor, muy regalada y sostenida por El. Nuestros encuentros se dan naturalmente sin resistencias, la gratuidad del Señor para con nosotros, siento que El nos reúne en El y nos mantiene en El y El mismo se nos da.

DIOSNEL: Cuando nos encontramos todos ayer me sentí con alegría y hoy con gran gozo nuevamente inicié la oración y luego hice el recorrido desde marzo hasta ahora, fui mirando como estamos viviendo como CAFA, entendí que la CAFA cobró una total confianza en el Señor, en su fidelidad para con nosotros, regalándonos ese amor gratuito que generó en sus miembros una mayor apertura, cercanía, hermandad, amor que nos une, que nos hace sentir amados y desde allí amar a los demás. También esto despertó en nosotros conciencia de nuestra infidelidad al Señor, de nuestras limitaciones haciéndonos pequeños y nos aferró a Jesús. La razón de ser de nuestra comunidad es vivir desde El sometidos a la voluntad del Padre, esperando ver y sentir lo que El quiere para con nosotros. Este tiempo transcurrido es un tiempo de fidelidad en el Señor y nosotros muy regalados por Él.

LAURA: Me quedaron como eco sonados los milagros que se han hecho a la CAFA y doy gracias por tanta maravilla. Agradecí como CAFA el querer del Padre para nosotros. Intuí algo nuevo y reposé y dejé que me vaya mostrando. Haciéndonos sentir pertenencia suya y que somos uno, llamada a la comunión y amor gratuito, comunión en la distancia con los otros. Ser CAFA en la concreción de lo cotidiano, vivir lo que recibimos dando, cuya razón de ser es Cristo Jesús. CAFA vive atenta y receptiva a la escucha de su querer. Nuestras capacidades a lo largo de este tiempo: espacio de los procesos en la identidad CAFA donde Cristo es la cabeza, atraídos e impactados por su misterio, deseos de dejarnos renovar. Nos confirmó y concretó en su protagonismo, dejándonos entrar en la escuela donde El es el Maestro, el celo de que El sea centro. Hemos respondido, nos confirmó en la certeza y centralidad actual de la CAFA. Deseamos irradiarlo, la CAFA está en el corazón del Padre y reconocemos la compañía fiel y silenciosa de María. Pasos concretos de la CAFA donde recibimos más de lo que podemos dar. El acompañamiento a las junioras es un espacio privilegiado para renovar la V.R., Ejercicios Espirituales un espacio donde se vive el amor de Dios. El ser luz en los diferentes lugares donde estamos. El conduce a la CAFA y ya tiene una visibilidad concreta. Me venía la pregunta, de cómo poder hacer que esta obra afecte a otros, cómo hacer más atractiva esta vivencia nuestra y sentí que con dulce mirada nos decía: calando hondo en nuestro corazón, corresponsabilidad en la santidad conectados con la savia: Envío a los religiosos, encontrar novedad, ser efecto en ellos desde lo cotidiano. Olvido de sí, el amor de Dios es mucho más que nuestra debilidad. Preguntarnos ante la sensación de no estar impactando si no caemos en justificaciones o raciocinios para adoptar una actitud no sumisa al querer del Padre. Vivir el momento presente como niños pequeños y dejarnos conducir. Invitación a lo que ya sabemos, jamás falló y nos mantuvo y mantiene soldados en Cristo al Padre. Derretirnos para dar luz, la CAFA está llamada a ser luz y esto significa hacerse violencia, vaciarse de sí, acogiendo el dolor como espacio de gracia. Acoger con amor, misericordia y compasivo el pecado personal y colectivo: el activismo e individualismo para dejar al Padre construir sobre ruinas. La lectura de la pobreza humana le invita a la CAFA a aceptar que en ciertos trechos tal vez nada ha hecho y puede empezar de nuevo, esto tiene un sabor especial, gusta y satisface lo más profundo del ser… Es la locura de la cruz. Abrazándonos Jesús bendice al Padre con nosotros y nos deja en una profunda paz y confianza; fue un tiempo de moldeamiento de la CAFA en y por amor, ocupando su lugar de Hija en el Hijo, con seguridad de ser su pertenencia, me quedé iluminada por el Amor gratuito, el silencio y la quietud cobró dominio sobre nosotros.

OSCAR: Algunos aspectos o momentos que siento como nuestro caminar en la fe, está marcado por una mayor conciencia de ser sujeto CAFA, que implica salir de lo particular a sentirnos uno en el Señor, comunidad de fe, en el Espíritu, elementos que han sido fuertes en distintos momentos de este año. También ha habido elementos clarificadores de nuestra identidad y de nuestra misión. A veces se ha dicho llevar la vida y misión de Jesús, manifestar desde donde estamos, desde el mostrar al Padre, mostrar su santidad, descubrí que la misión y la identidad se identifica y se retroalimenta, fue regalo fuerte. Aspectos que tiene que ver con los instrumentos: de qué cosas nos pueden ayudar: página web, los acompañamientos y nuestra misión: junioras, ejercicios, mayor conciencia de que estemos donde estemos somos CAFA. Nuestra misión es CAFA y es un caminar. Se me nombraba que apuntamos a crecer y mostrar la santidad del Padre, a vivir sueltos en el Espíritu como peregrinos de la fe, atentos a las concreciones, porque aun hay dimensiones que no se nos clarifican.

TERE. Hice dos oraciones, la primera me sentí invitada a tomar el texto de colosenses y me llegó: vivan según Cristo arraigados en la fe… me dispuse para la oración, me llegó mucho, experimentaba a la CAFA arraigada y enraizada en Cristo como alcanzando la plenitud en El. En el segundo momento con Jesús y María y experimentaba a la CAFA en medio de ellos desde un silencio interior me sentí invitada a leer el recorrido. Empecé a recoger la historia, me sentía débil, le pedía a María y Jesús me compartieran su experiencia. Con la lectura de la interiorización dejé el cuaderno y empecé a recoger la historia. La primera gracia experimentada era la determinación, CAFA regalo del Señor, seguir peregrinando en la fe, siendo Jesús el pionero, mantenernos en la peregrinación en la fe, confiadas en el Señor, fruto de esta determinación ha sido dos interiorizaciones, la participación de los primeros sábados, celebraciones de los cumples, pascua. A lo largo de estos meses el Señor nos regaló gracia tras gracia. Recogí las gracias más fuertes: experimentar que la CAFA es comunidad de amor, se historiza desde el amor gratuito, humildad y perdón. Dar a conocer el amor del Padre desde donde es enviada. En abril la gracia es ser llamados a ser comunidad de fe, con fuerte llamado a la santidad. En Mayo llamada a ser luz y vivir la santidad del Padre en Cristo, soltar todo y vivir en Cristo, eso es lo que más agrada al Padre. Agosto: Dejar que Jesús arda en nosotros, CAFA abierta al Espíritu dejándose conducir en novedad en novedad, siendo sujeto santo de peregrinación. Setiembre: La CAFA vive la razón de su existencia en Jesús, el hijo amado, CAFA que se deja moldear por el Espíritu. Capacidades de la CAFA, cuáles son los dones y regalos y pude reconocer en cada uno de sus miembros: fe, humildad, estar abiertos a El, nuestras debilidades no nos alejan de El, capacidad de nombrar el actuar del Señor, don que nos regaló de acompañar ejercicios personalizados, saber transmitir lo que vivimos en lo profundo, saber disfrutar de cumples, de un partido albirroja y valorar a los miembros. Respecto a la Rectificación: a lo mejor nos ayudaba y esto lo sentí y es cuestión de ver: ser corresponsable en la santidad unos de otros, allí el Señor no me deja, siempre el Señor me pide un más que es lo pequeño del día a día. Crear algunos espacios explícitos donde podamos ser corresponsables, ayudarnos, compartir nuestro proceso, en donde sentimos que estamos trancados, tanto en la CAFA como en nuestra comunidad o familia, allí me sentía más Tere que CAFA, no sé si es del Señor.

LUISA: Me ha servido mucho el contar con los compartires de la CAFA a través de la web, eso me ayudó para estar en sintonía con el caminar de la comunidad. Me fue rico el orar con los materiales. Me di cuenta que hubo mucho proceso en la comunidad. Teniendo en cuenta su identidad. Una gracia grande la permanencia en el ejercicio del amor gratuito, la vida en Cristo que fue creando transformación, actitudes de humildad, perdón, reconciliación, llevando a los lugares donde cada cual se desempeña en la misión. Un proceso de fe que se fue dando desde esa conciencia clara que es en la comunidad donde se aprende el amor desde el dejarse conducir y confiando en el amor del Padre. La CAFA como comunidad en el Espíritu que tiene sus ramos, vínculos, miembros por todas partes y la gracia fluye de tal modo que los de la diáspora se sienten parte y son corresponsables con esta comunidad y la santidad de sus miembros con resonancias, aportes. Una comunidad que se siente pequeña, pobre pero disponible y abierta, aprendiendo a acercarse a Jesús viviendo su misterio en el Padre y buscando adentrarse cada vez más en ese misterio, en esa búsqueda encontré que la CAFA vivió un vaciamiento interior continuo donde fue creciendo en el sentido de comunión, en el gustar su nada para que resplandezca la grandeza de Dios, fue creciendo en la primacía del Señor en su vida. La poda levó a la comunidad a apoyarse en El en confianza, paz y el mismo Señor la fue arraigando en su corazón y edificándola sobre la roca que es El mismo. Vive de la fidelidad y misericordia del Señor que sostiene y anima su vida, atenta a las tentaciones. Vive en la certeza que el Señor guía su historia hacia donde El quiere. Vive el proceso de disposición interior de lanzarse a la aventura del Espíritu, cada vez más lanzada a su libertad y creatividad. Invitada a caminar con la luz encendida con el Señor contemplando su obra en el pueblo, país, mundo, Iglesia, amando lo que el Señor ama y contemplando con fe todos los acontecimientos. Vive un proceso de acogerse a la luz de Jesús y alaba y agradece al Señor en su ser y vive la comunión de los santos. Se siente desafiada en una total disponibilidad, crecer en la escucha, donación al Padre, seguimiento radical a Jesús. Amar lo que Jesús ama consciente de su ser criatura. Vive un proceso de descentramiento de sí misma y más centrada en el Señor, va aprendiendo a contemplar las maravillas de Dios en ella y en su entorno. Va creciendo en la capacidad de percibir la comunicación del Espíritu en su vida y misión.

ETEL: Escucho todo lo que van compartiendo y se me ajusta lo que van diciendo. Mucho agradecimiento porque el Señor está. Entré profundamente a la invitación y al ánimo, a la esperanza. Somos su CAFA, yo estoy, yo hago, se me nombraba alerta. Me venía como que el Señor nos decía que El es un Dios celoso y quiere todo nuestro corazón sin medida, un corazón dividido El no quiere, quiere todo entero. Que no nos engañemos y que la comunidad, el amor y seguimiento al Proyecto del Padre se vive en el día a día, eso significa desprendimiento de todo, cosas, personas, el corazón totalmente libre. Sentía que estamos en camino. Que vayamos descubriendo las mociones del Espíritu. En qué grado de apasionamiento estamos por Jesús y las cosas del Padre. Me llegaba que el Señor hace milagros con su CAFA, su gracia como un derroche. En Cristo reside toda la plenitud, estamos en crecimiento pero aún nos falta llegar a la estatura que tenemos que llegar, y allí nuevamente el cuídense y ponernos en alerta. Estamos en camino de conversión pero aún falta morir a algunas cosas, nuestras tendencias: “Tu Dios CAFA pretende estar en cada rincón de tu corazón vacío, empapado, saturado del Espíritu. Quiere moldearte, transformarte a su gusto, recrearte. Con tu conversión profunda todo cambiará. CAFA estás en camino, es tu hora de gracia para ti, serás mi luz que ilumina a otros. Invitación a avanzar, correr hacia las honduras del Espíritu. Al escucharles me sentí en total coincidencia con lo que ustedes compartían.

CRISTINO: En un primer momento disfruté con el texto y este sentido fundamental de entrar dentro, pero cuando me dispuse a escribir me costó mucho y comencé a divagar. Me venía esto ya que solo participé en un encuentro y en dos cumples. Entonces estaba por allí, que voy a decir, cómo voy a mirar y escribir el proceso, pero después me dejé sentir en lo más profundo, me desprendí de los recuerdos, y entonces ahí sí, sentí en el Señor que hay un profundo sentido de pertenencia entre nosotros. Parecía la ventana abierta al sentir esta profunda comunión que va mucho más allá, sentí mucha novedad y comencé a escribir. Personalmente me siento uno aunque no estoy presente. Veo que en lo que hago está toda la CAFA. Está el proceso, la CAFA que vive el sentido profundo de la comunión en el Espíritu, la vida en el Misterio. Este sentir va mucho más allá de nuestro estar juntos. Sentí la novedad del sentir profundo de estar unidos. Allí me vinieron las caras de cada uno, sus vidas que sentía como mío, disfruté el ver a cada uno, en sus trabajos, los dones. Y la entrega gratuita, la unión en una sola misión. Al escribir sentí paz en la ubicación dentro de la “desubicación” en el buen sentido y ubicado en el Señor. Me sentí comprendido por ustedes, la alegría en los encuentros nos caracteriza, el espacio de oración juntos que no es solo espacio físico, va mucho más allá.

SARITA: Fue una mañana serena, tranquila, un momento de estar y sentir la presencia y sintonía con todos y cada uno. La experiencia que viví con Jesús dejar ver cómo El se nos fue revelando en nuestro caminar de fe como comunidad CAFA y con El gozar por el sentirnos habitados por El, lo veía también disfrutando con nosotros, al vernos alegres, inquietas, una CAFA que se deja cuestionar, que escucha, que es abierta y flexible, a la acción y mociones del Espíritu. Me venía fuerte eso de la centralidad de Jesús, búsqueda de ese querer que El vaya siendo nuestro centro. Sentía como el Señor al contemplarnos se conmueve al ver nuestra comunidad y reconocer cuanto amor, el Padre nos entrega y reconocer a esta CAFA querida por el Señor, pequeña y frágil, pero eso es lo que nos permite afianzarnos en la confianza en el Padre, CAFA suelta, espontánea, CAFA signo de comunión que se lanza a la novedad. Genera vida, vínculos de comunión que se deja sobrecoger y asombrar por lo que Dios va realizando en ella. Confirmada con el texto de Colosenses, invitación a seguir permaneciendo arraigada y cimentada en Jesús, apoya en la fe.

CAROLINA: Hoy fue una contemplación en dos momentos: cómo es el actuar de Dios y qué ha acontecido en el Espíritu en esta realidad CAFA. Respecto al actuar de Dios me vino bien para expresar lo que sentía algunas imágenes del salmo 139: tejer, podar, escribir, conocimiento de Dios, pero un conocimiento que implica acción y este actuar es para mí y para la CAFA: me abraza por detrás, por delante, ejecutar, realizar, trazar. Este actuar es un misterio para mí, para la CAFA. Trasciende la totalidad de mis límites como capacidad de comprensión, de conocimiento. Los días de mi vida ya están trazados antes de que mi ser existiera. El proceso espiritual de la CAFA requirió una contemplación en el Espíritu y vi como el Señor suavemente nos fue conduciendo, creando, recreando en su Espíritu, esto no ha dependido de nuestro esfuerzo, ni de nuestra voluntad. Muchas veces ha sido una sorpresa. Don y gracia con la suavidad propia del Espíritu en cada encuentro le fuimos dando nombre: conversión continua, vaciamiento, crecimiento. Además de esta percepción puntual de los encuentros vamos reconociendo que la acción del Señor en la CAFA trasciende los momentos del encuentro. Venimos diciendo va más allá del estar juntos. Este como el Señor nos fue dinamizando en su Espíritu, tiene un ritmo propio manejado por el Espíritu. Brisa suave que no sabemos de donde viene y a donde va muchas veces nos ha descolocado, “estamos en lo mismo, no hay crecimiento” sin embargo una gran sintonía en la fuerza, presencia y la sensación de ir cada vez más hondo. Nos fue configurando en la identidad CAFA no como un logro inmediato, ni la suma de pequeños logros inmediatos, por ejemplo ahora somos un cuerpo espiritual, apostólico, lentamente, de a poco, como una experiencia global, se va dando como un todo. Proceso de conversión continua, de vaciamiento, crecimiento que nos descentra, desinstala, nos transforma, nos configura. La gracia:¿qué ha acontecido en el Espíritu en esta realidad CAFA: en el 2006-2007: este tejido me viene con la experiencia de ser un pequeño rebaño en el corazón de Cristo: ser uno en el Espíritu, cuerpo apostólico vinculado por el amor gratuito, mirar desde la mirada de Cristo, amor desde el corazón de Cristo, en esto estaba el énfasis, ya nombramos esto como escuela de santidad. A fines del 2007: alguien nos dice “les veo que están centrados en ustedes mismos y ¿la misión de la CAFA? y ese fue el desencadenante para que la CAFA empiece a clarificarse en su identidad y misión. La CAFA escuela de santidad, su razón de ser es expresar el Amor de Dios, la santidad, un proceso que solo el Espíritu puede llevar en la CAFA. Ahondamos vivencialmente este aspecto desde las iniciativas del Espíritu, iluminados por la Palabra y otros folletos de la CAFA. Vimos que la misión es fruto de nuestra identidad, siendo la misma misión de Jesús: ser expresión del Amor del Padre, allá donde estamos, que Jesús sea sal, levadura, viviendo El en nosotros. No es tanto un hacer sino un ser en El y El en nosotros. No ha sido solo un conocimiento intelectual fruto de reflexión personal o comunitaria, el Señor fue tejiendo la adhesión de la CAFA personal y comunitariamente a Cristo, no como un don acabado, sino un dinamismo de adentramiento, ahondamiento en el Ser de Cristo. La CAFA toma conciencia de esta adhesión personal y comunitaria a la persona de Cristo y solo aquí puede iluminar con la luz de Cristo y vimos que la concreción no dependía de los encuentros, sino que va más allá, hay otra fuerza que da concreción y es la fe radical incondicional a Cristo y de allí la vivencia de la comunión en la fe, la comunión en la vida de Jesús, sus actitudes, sentimientos, disposiciones, pensar, su escucha atenta al Espíritu del Padre. Paulatinamente vamos adentrándonos en esto, su apertura radical al Padre en obediencia a las mociones acogiendo y dando cauce a la fidelidad del Padre, a la fidelidad del Hijo, en comunión, en expresión de amor, en acogida, en entrega de la presencia del Todo Otro. Esto nos alienta, mueve, desinstala, nos alimenta, nos configura, nos transforma, nos integra y es fuerza en nosotros. Vive una profunda experiencia de comunión con Dios y entre nosotros. La sombra de la CAFA: en primer lugar lo que se opone en nosotros a la adhesión en fe radical, incondicional a la persona de Cristo: nuestras actitudes, sentimientos, disposiciones, criterios, pensar y obrar propio, esto no da cauce a reconocer y secundar las mociones del Espíritu para vivir en Jesús como la Palabra definitiva en algún reducto del ser personal y comunitario, lo propio es más fuerte. Este Jesús como verdad que confronta todas las verdades. Hay cosas en las que nos sentimos afianzados, no siento, no quiero, no voy a hacer y donde nos sentimos con total seguridad. En los encuentros hubo inquietudes sobre la misión, insatisfacciones, incoherencia entre lo dicho y lo hecho. (julio), acaso intento de control, acaso un no captar el qué y el cómo del Padre. Al orar este punto me llevó a reconocer mi total incapacidad para responder desde mí, desde un dinamismo propio, desde mi intelecto, voluntad, libertad al dinamismo del Espíritu. Deponer en la fe en actitud todo intento de responder desde mí, hacer desde mí, experimento como un horizonte que se me abre como camino de fe, lo que se entrega en la fe, Dios ya se encargará de historizar. Como horizonte se me abría una cierta pasividad activa, nada de lo propio de uno, actividad atenta para discernir en el Espíritu el querer del Padre. Que implica atención a las mociones del Espíritu, que conduce vivencialmente en el día a día o el discernir el presente, que nos lleva a meternos dentro de la obediencia de Cristo. La luz es creíble si parte de la vivencia. Agosto, centramiento en la mirada de Jesús en la CAFA, adentrarnos con nuevo empuje al ver que nuestras debilidades no nos separan del Señor porque su Amor es más grande. Jesús es el protagonista de la vivencia de la identidad y misión de la CAFA. Setiembre, entrega del Padre al Hijo en la CAFA. Hubo un conocimiento interno de la vivencia del Hijo de la santidad del Padre. Recibimos como gracia este conocimiento interno que afectó la totalidad de la CAFA para más amar, más servir. ¿Qué es ese más hacia donde el Señor nos empuja? Fui a la hojita de la santidad y el punto 5 y 12 dice: nosotros somos los administradores de las obras misteriosas de Dios. Es un misterio más grande que para nosotros, es imposible de abarcar.

MAXIMO: La CAFA fue historizando desde la última interiorización, el “tomar conciencia” de su Ser y quehacer, es decir, de su Identidad-Misión como Comunidad conducida por el Señor desde las gracias recibidas. La novedad del Espíritu fue el de profundizar esas gracias recibidas, a través de los folletos de otra interiorizaciones, que iluminaba nuestro momentos y caminar. También la intermitencia en la participación de sus miembros a parte de los que se han ido para otra parte con sus misiones particulares de su Congregación. La página web como lugar de cohesión, unidad en el Espíritu con toda la CAFA en dispersión. Compartir en la página nuestro momento de los encuentros mensuales y ser resonado por los miembros confirmando o rectificando nuestro caminar. A partir de allí, ante la resonancia de Carlos que nos cuestionaba en nuestro caminar en dar, mucho énfasis en nuestra identidad que hemos trabajado mucho y asumirlo; habría que pasar a la dimensión misionera: “El impacto como CAFA en la vida religiosa, en el mundo”. Hemos retomado este cuestionamiento y empezamos a reflexionar, orar esta realidad. De allí surgió, realizar nuestra Reflexión de la Praxis y más adelante profundizar esta dimensión cómo estamos viviendo. Siguieron los acompañamientos a las religiosas, nuestra presencia de sus miembros en diferentes ambientes de la Iglesia y de allí, impactar siendo miembro-CAFA. Cuestionamiento: ¿impactamos como CAFA? ¿De qué manera se siente, se ve esto?
Después del compartir dejamos un tiempo para dejar asentar y acordamos volver a orar con todo lo recogido al día siguiente.

SÁBADO 4 DE OCTUBRE:
Recogida del compartir después de volver a orar:

MAXIMO: Tuve dos momentos, ya desde ayer dejé reposar todo lo compartido. De manera personal me sentí ayer muy por arriba, muy superficial. Entonces tuve un primer momento de contemplación, despojo, entrega de todo. Un primer momento de ubicación pidiendo gracia para sentir desde el Espíritu todo lo compartido, sin perder la riqueza expresada. Un primer momento de lectura orante, dejarme tocar, impactar y luego un segundo momento más de fijarme en las gracias, en los hechos, acontecimientos que han acontecido durante estos años. Las actitudes que se reflejan de esas gracias y también por dónde es que el Espíritu nos empuja, ya que por ahí sentía que se reflejaba el compartir. Fui subrayando y escribiendo. En el primer momento sentí paz, alegría, gozo, agradecimiento a la CAFA por el descentramiento. Me centraba, me metía en el proceso, me ayudó contemplar a la CAFA, ver la cara de cada uno, centramiento desde la CAFA en el Señor, a partir de allí gozo, sintonía en todo lo expresado, parecía que estaba todo dicho incluso en los hechos, la interpretación de los hechos desde la fe y lo que más me quedaba la parte oscura de nuestra manera de estar como CAFA, todo muy completo. Lo que se me quedaba por dentro eran varias frases de las personas: “ser sujeto CAFA, la urgencia de dar a conocer al Padre en Jesús, el apasionamiento desde El, actitud de pasividad activa, dejar todo y dejarse conducir por el Señor. Todo esto nos impulsaba a que la escuela de santidad se vaya haciendo vida en nosotros, en el hoy. Muy atento a lo que el Espíritu nos va orientando, llevando hacia donde El quiera en el día a día. Me surgía una acción de gracias, alabanza al Señor, gozo, y luego me sentía con ganas de seguir profundizando todo lo compartido. A nivel personal me fui sintiendo en profundidad, en el ir ahondando.

TERE: Al iniciar mi oración se sentí invitada a quedarme con Jesús Eucaristía, orar por la CAFA y que el Señor me iluminara. Fue una oración de silencio y de estar. Luego fui a mi pieza y comencé y me sentí invitada a leer todo lo de ayer, escribiendo la frase que más me tocaba. Y me quedaba en la centralidad de Jesús, apertura y docilidad al Espíritu, reconocimiento de nuestra pequeñez y desde allí dejarle hacer a El, ser en Jesús luz para los demás, revelar el amor del Padre allá donde es enviada, CAFA arraigada en Cristo alcanzando la plenitud en El, el amor gratuito, vivir en Cristo para los demás, descentramiento, CAFA comunidad de amor, desde la humildad, mayor conciencia de nuestro ser sujeto CAFA, salir de lo particular, comunidad de fe en el Espíritu llamada a la santidad, soltar todo, la CAFA vive la razón de su existencia en Jesús, CAFA cuerpo apostólico vinculado en el amor gratuito. Mirar desde la mirada de Cristo, amar en el corazón de Cristo. Leí las partes que unos ponían sombra, rectificación, la exigencia de vivir lo que es Jesús en todo: actitud, modos de proceder, preguntándonos cómo estamos viviendo, cómo vivir la corresponsabilidad, desde el discernimiento, atentos a no caer en el engaño. Sombra de la CAFA todo lo que se opone a la adhesión en fe a Jesús, pensar y obrar propio que no da cauce a reconocer y secundar las mociones del Espíritu. Esto fue como rescatar lo que sentía que era común en todo. Descansé e hice una síntesis. Y lo nombraba así: Gracias recibidas: identidad y misión de la CAFA, identidad CAFA escuela de santidad, comunidad de Fe en el Espíritu, cuerpo apostólico, uno en el Espíritu, experiencia profunda de comunión, comunidad de amor desde la gratuidad, humildad, perdón. La razón de ser de la CAFA: Jesús el Hijo Amado, vivir la centralidad en Jesús. Misión de la CAFA: revelar el amor del Padre en su Hijo allá donde es enviada y ser en Jesús luz para los demás en la VR, en el mundo. Al terminar mi oración daba gracias a Dios porque en casi todos los compartires esto era lo que nos unificaba.

DIGNA: Al volver a leer de nuevo los compartires de todos me tocaba profundamente cómo esta comunidad CAFA ora, capta en su espíritu, nombra el obrar de Dios en ella, la CAFA no hace nada. Dios es el protagonista principal, en todo lo que fuimos nombrando de todos los compartieres yo sentía así, El es el que hace su obra en esta comunidad, tantas gracias derramadas en la comunidad por su gratuidad, porque El, nuestro Dios así lo ha querido. Me toca tanta generosidad de Dios para con la Comunidad CAFA, esta vivencia me nombra mucho y veo a la CAFA como el kambuchi que tanta gracia recoge y no puede quedar con ella. Esto se me unía con el texto de 2 Corintios 4, 6-7…. “llevamos este tesoro en vasos de barro para que esta fuerza soberana parezca fuerza de Dios”. La CAFA se experimenta tan pequeña ante Dios que solo expresa su consentimiento y se abre a El para que El siga obrando como El quiera. Gloria y alabanza a Dios que quiso mirar la condición humilde de su esclava.

CRISTINO: Cuando me dispuse a orar me venía la necesidad de orar con todos ustedes y me vino un recuerdo cuando Diosnel en unos primeros sábados compartió el orar juntos y desde allí me había ayudado eso de tener a cada uno presente conmigo, entonces desde allí fue esta mañana ese el contexto: orar con ustedes. Y fui leyendo. Al recoger, la Palabra que se me unía era admiración al ir leyendo. En primer lugar por el consenso, demasiado consenso había en el recoger las gracias que vimos ayer y eso me admiraba. Parece que hay un chorro de vida. Me impresiona la seguridad, paz en el Señor que cada uno expresaba al recoger. Parece que ha sido unos meses de ahondar, profundizar, en los fundamentos, en el cimiento que es Jesús y por allí me repetía: obra del Señor, el Señor nos construye la casa (salmo 126) y ver a cada uno arraigado en Jesús. Fue una mañana de sentir descanso en el Señor, veo la comunidad profunda en la diversidad, diversidad de carisma, especificación de la misión, situaciones personales, pero hay una seguridad grande en el Señor. No hay seguridad en nada ni en nadie solo en Cristo en quien estamos enraizados. Siento que es un estado de gracia, de ánimo, en el hoy del caminar la CAFA. Y me recogía esto repitiendo en lo más profundo: Filipenses 3, 7-14. Cristo es mi vida, todo tengo por pérdida, no creo haber alcanzado, sigo mi carrera Y desde allí el mirar en algunos que nombraron la sombra o pecado que no asusta, está nombrado pero hay que trabajar, pero no paraliza. Fue una mañana de descansar, agradecer al Señor por su misericordia.

ETEL: Para mí fue un momento de gozar en el Señor, fui leyendo el material, los textos bíblicos, el salmo que oramos hoy e intentando escuchar los compartires. Me venía derroche de su gracia, de su paciencia, de su fidelidad. Y una certeza y alegría porque Dios construye su CAFA, agradecimiento y gozo por la vida de la CAFA que será como un constante nacimiento desde Dios. Jn. 3, “nacer desde el Espíritu” y un Dios que se confirma y revela constantemente. Me vinieron tres momentos fuertes de la CAFA. El primer momento: la CAFA que nace de la dispersión de la CAF misiones, los que estuvimos allí y otras personas que el Señor llamó motivados por el Señor y sabe por qué comenzamos a caminar sin saber hacia donde. El nos llevaba y se repetía lo que se fue viviendo en la CAFA anterior, viendo nuestras luces y sombras buscando la tierra prometida. Se fue viviendo inquietudes, insatisfacción, mientras otros se sentían bien. Otro momento de la CAFA fue la interiorización que hacíamos juntos en Misiones y que luego dejamos por situaciones diversas. Me vino como momento fuerte la irrupción del Espíritu cuando se dio el nombre de la Escuela de santidad y fue como un sobrecogimiento, aunque no lo nombramos fue un gozo en el Espíritu, revelación del Señor fue en ese momento. Y ahí surgían los tiempos de avances, retrocesos, inquietudes. En ese tiempo no nos podíamos llamar Comunidad, había dificultad para consensuarnos. Había sintonía con algunos. Me venía un segundo momento que fue en la interiorización donde se nos dio el regalo del amor gratuito y donde nos consensuamos, era como un Pentecostés y fuimos sufriendo mucho porque estábamos con el problema de la falta de consensuarnos y el Señor nos hizo Uno. Fue en donde experimentamos y se nombró el sobrecogimiento. Se fue nombrando el sujeto CAFA, la santidad de Dios y que El nos hace santos por participación, la divinización a la que el Señor nos metía, dando los primeros pasos, somos uno por la fe en Jesús, la Trinidad nos habita, Dios en nosotros y nosotros en El. Creemos y experimentamos en fe esto. Aparece con más fuerza nuestro sentir de ser pecador, el tiempo amado gratuitamente, nos ama y espera y nos hace vivir ese amor gratuito sin esperar recompensas. Fuimos saliendo del activismo, ahora esa vivencia del trabajo no es como siempre fuimos mencionando, sino que es más vivir desde el Señor, ese hacer que cada uno tenemos. Fuimos descubriendo nuestra incapacidad, nuestra nada y con ella la humildad, todo nos viene del Todo. Hubo también tiempos de podas, alejamientos, despojos, de cruz que nos marcó. El tercer momento fue entre el 2007 y 2008: tiempos de hondura, profundización, confirmaciones, el espíritu permeando toda la CAFA, Jesús centro y razón de ser de la CAFA, la CAFA no existe sin Jesús. Una escucha atenta, discernida y en esto seguimos caminando, conscientes de que se comparte en el Espíritu. Somos CAFA en donde estamos. Me vino con fuerza la oración de Jesús en Jn. 17 que el Espíritu ora en nosotros, Jesús ora y nos hace verdaderos adoradores. Leí colosenses y me llegó porque nos confirma que estamos arraigados en Cristo, nos sostiene y nos lleva. La CAFA se deja llevar con docilidad como niños. Nuestros encuentros se caracterizan por vivir en libertad, sin violentarnos, por la alegría serena, por esa presencia del Espíritu. Una constatación de su presencia ahondando y clarificando nuestra identidad y misión. La presencia de María que nos enseña con su acompañamiento constante. Vivimos como lluvia de gracia constante que estamos enraizados en Jesús por su fe, la comunidad lugar de gracia. Seguimos peregrinando. Sentir que ya es pero todavía no, gustando del Señor en todo. Me quedé con mucha alegría que el Padre nos acoge y abraza en Jesús. Una comunidad que crece en esperanza y seguridad, que no vacila porque está aferrada en su Dios, fuerte unión entre nosotros y con los hermanos de la diáspora. El ardor de Jesús por el proyecto del Padre arde también en la CAFA. CAFA abierta, desprendida, interesada por las cosas de Dios. Sabe que no puede, pero Dios puede en la CAFA. Mucha conciencia que estamos en la aventura del Espíritu. Nuestra vivencia es gracia que penetra y va empapando toda la vida de la CAFA y como vivimos alabando y agradeciendo al Señor por su gracia. Terminé tranquila agradeciendo al Señor.

LAURA: Me dispuse con esto de que el Señor nos construye la casa y me quedé en el tema: “cómo reconocer el momento, la hora y la moción del Espíritu y luego de leer y ponernos en contacto como CAFA con tantos regalos de Dios para nosotros me quedé contemplando el tiempo y la vida de la CAFA más allá de este tiempo, experimentábamos a un Jesús por su obrar en nosotros: Grande. Se me nombraba la razón de ser de la CAFA, amor del Señor hacia nosotros que gradualmente nos llevó a una centralidad en El, haciéndonos pertenencia suya y haciéndonos uno, un amor que lo palpamos hacia nosotros y se vuelve hacia El, nos sentimos amados y nos impulsa por desborde a salir y volcar a los demás. Las concreciones del amor de Dios hacia la CAFA, la CAFA nombra con claridad el actuar de Dios para con ella, esta capacidad le regaló en la medida que fue aprendiendo a contemplar sus maravillas en ella y en su entorno. La CAFA entró en una total confianza en Dios, tomó conciencia que recibe mucho más de lo que da y en ese dinamismo fue y como consecuencia del amor de Dios hacia la CAFA tenemos el reconocimiento de nuestra nada, medio o recurso básico de Dios para moldearnos y transformarnos. Desde aquí le dejamos hacer a El sometidos a la voluntad del Padre. Nuestra pequeñez, debilidad y fragilidad no nos separa de El y esto nos sella y confirma en esta vivencia y porque la naturaleza humana, lo propio es fuerte por el despojo, vaciamiento, desinstalación nos descentró y llevó a soltar acogiendo con misericordia, compasión y perdón nuestra amada nada. Y en esa dinámica nos invitó a ser otro El con los demás, por tanto invita a la CAFA a ser luz para los demás. Hacer que esta obra afecte, fue, es y será para la CAFA concreción en lo cotidiano. Como es grande en nosotros el deseo de irradiarlo, nos sumergió en un permanente ejercicio de revelar el amor del Padre; sintiéndonos amados, amar así a los demás. Manifestarle allí donde estamos, donde la CAFA es enviada, donde se des-empeña ya que el empeño es suyo. Mirar al otro El en nosotros. La CAFA es llamada a una fuerte fidelidad: permanecer en y desde ese amor, lo que es consecuentemente vivir la CAFA desafiada a una total disponibilidad con su amor desprendido de todo con su celo de ser nuestro centro. Se nos nombra las potencialidades y recursos del Padre en la CAFA, una es la disposición interior para lanzarse a la aventura en el Espíritu, deseo de afianzarse en que solo El es el centro. Y cada vez más hondo, un deseo de proceso, de adentramiento, arraigados, tomados y cimentados en la fe de Jesús. La otra potencialidad es la comunión en el Espíritu. La CAFA es un cuerpo con profundo sentido de pertenencia entre los miembros cuya concreción y vivencia trasciende los encuentros. Una experiencia de cohesión en donde participan los que están y los que no están. Y entonces: ¿cómo impactar, atraer hacia tan trascendente vivencia a otros? Desde la corresponsabilidad en la santidad de unos por los otros; así como lo vivimos con los de la diáspora. ..!Vivencia vivida: vivencia compartida!. Qué más preguntar o esperar del Señor la CAFA? Solo agradecer por revelarnos el sentido fundamental del querer del Padre en nosotros. Finalmente nos quedamos con el título del tema de la interiorización: ¿cómo re-conocer? Por lo que construyó El. Experimento a la CAFA iluminada, agradecida y contenta por este tiempo de oración.

LUISA: Fue un tiempo intenso, con mucho gusto fui tratando de entrar en todo lo que fuera vivencia, experiencia, llamada, gracia recibida y fui viendo: El reconocer que Jesús está en el centro. El Padre es el arquitecto. Cómo va llevando esta comunidad a su modo, a su gusto. Y me fui quedando con algunos interrogantes que aparecían en ciertos compartires. Lo hice en tres momentos porque se me hizo muy denso. El primer momento llegué a la mitad, luego terminé y en el tercer momento traté de recoger y me costó porque era mucho. Viví una gran gratitud al Señor en esa comunión con los santos, con Francisco de Asís, este hombre tan libre, tan contemplativo del amor de Dios y le pedí para que pudiéramos gozarlo con todo lo que nos regala como comunidad CAFA. De lo profundo fue saliendo todo lo que oré y recogía en esa comunión profunda con todos. CAFA en permanente dinamismo, viviendo su identidad y misión aprendiendo del Maestro Jesús cómo vivir y estar presente entregando la santidad del Padre. Sentía una CAFA que quiere crecer en las distintas dimensiones de su ser confiada en la acción transformadora del Padre a través de la fuerza de su Espíritu. Esta comunidad es consciente de sus límites, debilidad, de su ser pecador y por eso se abandona en las manos del Padre y humildemente se pregunta cómo permitir al Padre que siga realizando su obra sin ser impedimento. Supliqué al Padre que siga realizando su obra y allí escuché: CAFA reconoce tu pecado del individualismo, activismo y ahonda en el misterio de Cristo, deja que Jesús ocupe todo tu ser, deja fluir su sentir, sus disposiciones interiores, su modo de proceder, su modo de pensar, de ser, de mirar. Contempla cómo vive Jesús tu ser CAFA adonde eres enviada. Comparte esa vivencia, vive tu proceso de descentramiento centrándote cada vez mas en el Señor, vive en actitud de profundo silencio, asombro, agradecimiento y alabanza, tu proceso de dolor y gozo en comunión con todos los santos. Me daba unas ganas de alabar, me sentía poca cosa para todo lo que el Señor fue haciendo en la CAFA. Sentía que era muy pequeña para agradecer todo lo que recibimos y todo lo que iremos recibiendo.

MARIZA; Al leer el compartir me sentía en sintonía con cada uno y el compartir de todos me llegó mucho. Fue de mucha profundidad, aunque también el compartir de algunas personas me parecía muy corto. A medida que iba leyendo me quedaba disfrutando, saboreando sobre todo algunas frases: la razón de ser de la CAFA: vivir desde El, sometidos a la voluntad del Padre, esperando ver y sentir lo que el Padre quiere para nosotros. La razón es Cristo el Hijo amado, expresar el amor de Dios, la santidad. Experimentaba la sintonía con las gracias historizadas. La CAFA toma conciencia de la adhesión personal y comunitaria a la persona de Jesús. La concreción es más que los simples encuentros. La fe radical en Jesús hace fluir el amor, hermandad, perseverancia, conocimiento interno de la vivencia del Hijo. El se encarga de transmitir la vivencia de la CAFA. Me llamó la atención en la repetición de la gracia: CAFA llamada a compartir la gracia, urgida a ser otro Jesús, vivir de acuerdo con lo que El es, llamada a ser luz, a la santidad. Fue un disfrutar lo que compartieron en sintonía dejando sentir en lo profundo estas vivencias. Queda mucha alabanza al Señor.

OSCAR. La oración fue un rezar por todos y experimentar la presencia de Jesús. Me pareció un material precioso y con mucha sugerencia. Traté de ver las coincidencias y sus partes principales y veía que había una dimensión fuerte de identidad, otra acerca de la misión y una tercera hacia donde nos impulsa el Espíritu. Con relación a nuestra identidad salía: la escuela de santidad, centralidad de la persona de Jesús, unión espiritual, ser cuerpo en el Espíritu, que va más allá del estar físicamente juntos. Me tocaron distintas expresiones acerca de ser algo que se nos ha sido dado, que es gratuito. Es algo sólido y por tanto es para siempre que se inició, va tomando su proceso, su vida, su historia. Me resultó inspirador el que nos denominemos como Cuerpo Apostólico. Sintonía, unión, cercanía, amistad en el Señor. Después con relación a la misión: ser fruto de nuestra identidad, que no es un hacer sino un ser en el Señor Jesús y es Jesús en nosotros, expresar la santidad, ser transparencia del Padre, ser reflejo del amor de Dios, mucho en esa línea de aspectos, modos de entender y nombrarlo que es esta misión. Veía una dimensión que realizamos de modo explícito como CAFA: acompañamiento a las junioras, los E.E. otros aspectos más festivos, los cumples. También una segunda dimensión que tiene que ver con lo personal en lo cotidiano: ser CAFA en lo cotidiano, ser luz en los lugares donde estamos, en las misiones particulares de cada uno. Y una tercera dimensión es ese sentirnos CAFA en dispersión, como el Señor vive, se recrea, actúa no solo aquí sino en esa otra vida que el Señor va haciendo en los lugares donde están nuestros hermanos. Una novedad en esto que nombramos es la conciencia más nítida y honda que llevamos adelante una única misión aunque estamos haciendo cosas aparentemente diferentes. Así como Cristino nombró: “veo que en lo que hago hay una única misión”. Hablamos mucho de actitudes, poda, hacernos violencia, ver todo y en ese todo las experiencias dolorosas. El horizonte: el tomar conciencia que llevamos una única misión siendo la concreción mucha. El ser otro Jesús y poder vivir de acuerdo con lo que es El en todo. ¿Cómo poder historizarlo de una manera personal, y como cuerpo, espíritu CAFA. Ahondar en el sentido propio de comunión. En nuestro estilo de tener los encuentros somos más pasivos y más contemplativos y puede ser que algo por allí el Señor nos diga. El modo como estamos haciendo estos encuentros no se debe tanto a no tener tantos materiales, sino que hay un giro que tiene que ver con una actitud contemplativa de nuestra misión que no es solo la oración personal o de intercesión, sino que hay algo allí de misión. Mucha gratitud. Es un balbuceo del Espíritu.

DIOSNEL: En la mañana me fui con algo de incógnita: qué es lo que voy a ver? y recordé que ayer dije: tendríamos que expresar el momento CAFA después de tantos compartires y me hice esta pregunta: ¿que sentimiento en lo más hondo que me dejó el compartir? Y allí: “me sentí urgida a ser otro Jesús, a vivir de acuerdo con lo que es El, CAFA no puede haber medias tintas. La gracia del amor gratuito que nos marcó, mirar al otro desde el Señor, vivir desde El, sometidos a la voluntad del Padre, la CAFA es donde recibimos más de lo que podemos dar. A partir de allí empecé a orar, sentí una alegría interior porque cada miembro de la CAFA siendo miembro del Cuerpo de Cristo hemos sentido que Jesús ha vivenciado y acompañado a nuestra comunidad desde siempre, haciendo vivir de a poco lo que significa nuestra misión: ser escuela de santidad, donde aprendimos el amor gratuito, el despojo, la sencillez, fruto del dar participación a Jesús en nuestras vidas, en la vida de la CAFA. Cada miembro reconocemos el cambio que hubo en nosotros para sentir tanta sintonía en el compartir. Quizás cada uno como miembro de la Comunidad deberíamos preguntarnos y cuestionarnos si fuere necesario, con qué más amor gratuito debo amar, con qué más Jesús debo vivir en la cotidianidad. Porque Jesús nos ama, ama a la CAFA y nos es fiel. Con mucho gozo en el Señor pasé esta mañana.

CARMEN de Dios: A la luz de la Palabra del día en la que Jesús alaba y bendice al Padre porque ha revelado estas cosas a los pequeños y sencillos, dejé resonar en mí la vivencia del día de ayer. Sentía que cada expresión era una confirmación del actuar y revelación del Padre para la CAFA. Me impresioné al descubrir las coincidencias en el compartir. Gocé al ver cómo la CAFA ha sido conducida a las profundidades del Amor y desde allí está viviendo su identidad y misión. Desde allí está proyectando e irradiando su ser comunión, su ser escuela de santidad, su ser obediente al Padre. Realidad que vive sin dejar de ser pequeña, limitada, necesitada y débil. Experimenté que la CAFA está viviendo un momento de apasionamiento profundo por Jesús en forma personal y comunitaria. Es este apasionamiento lo que configura su ser y le hace traspasar las fronteras para ser luz y mantenerse fiel en medio de las vicisitudes de la vida, de los conflictos, de las dificultades propias de nuestro estar en el mundo. He escuchado a Jesús decirnos: “Felices los ojos que ven lo que ustedes ven” y brotaba de mí un profundo sentido de gratitud. También he tomado conciencia de que esto que vive la CAFA como realidad espiritual, como realidad de fe y concreción en su actuar lo vivo en forma personal, es decir, en mi vida personal vivo el mismo momento de plenitud y profundidad en el Amor, en donde Cristo se va convirtiendo cada vez más en la razón de mi existir, me va tomando plenamente, siendo El, el centro. Experimento ese mismo apasionamiento y ese estar en las profundidades del Amor, es por eso que puedo reconocer que la CAFA trasciende y va más allá, porque lo vivido como sujeto Comunidad también lo vivimos como sujeto personal. Eso me conmueve, me sobrecoge y me llena de gratitud. Reconozco que para mi propia vida la misma CAFA se convierte en luz y sal al igual que para la vida de los demás.

SARITA: Esta mañana fue un momento fuerte de gratuidad. Inicié la oración pidiendo al Señor la gracia de dejarme guiar por El y desde allí ir compartiendo con cada uno la experiencia vivida ayer. Hice una primera lectura y luego dejé resonar en mí esa experiencia fuerte de cada uno. Fui presentando al Señor en una actitud de contemplación y sentía mucha sintonía, paz, gozo en El, sentir estas gracias que cada vez se va confirmando y con más hondura vamos compartiendo esa expresión de la irradiación del amor de Dios. Impulsa a este encuentro comunitario con El. Después fui repitiendo y dejándome tocar por algunas expresiones que sentía como sintonía que se fue repitiendo en todos los compartires: centralidad en Jesús, apertura y docilidad al Espíritu, reconocimiento de nuestra pequeñez y desde allí dejar hacer al Señor. Reconocer y agradecer al Señor por ver que desde esta experiencia nos va haciendo luz para los demás. Me tocó mucho…la CAFA va revelando el amor del Padre, lugar donde nos encontramos y compartimos. La misión: allí donde estamos somos CAFA y presencia llevando ese amor gratuito que El mismo nos entregó. CAFA centrada. Ese centramiento nos lleva a ver con la mirada de Jesús, con mayor cercanía, hermandad, unión al otro de diferentes maneras. Comunión en el Espíritu, comunidad que se vive amada por el Señor. Razón de ser de la CAFA: sometidos a la voluntad del Padre, pertenencia al Señor, somos uno desde esa dimensión de pertenencia. Claridad en nuestra identidad y misión. Vi a la CAFA que vive profundamente desde esa claridad y sencillez, se ven sus límites, las sombras que no asustan, sino son para tomar conciencia y desde allí esa entrega y disposición de seguir lanzándonos a la aventura en el Espíritu. Terminé alabando, agradecida por tantas gracias compartidas, ese gozo, comunión que se va extendiendo.

CAROLINA: Dos cosas serían las que marcaron la oración de hoy. Uno la gran coincidencia de las vivencias compartidas. Una gran sintonía, los compartires personales son vivencias compartidas. Me quedé en que somos administradores de las múltiples gracias recibidas y me metió en una actitud pasiva de contemplación con San Francisco de Asís con su oración Altísimo y Glorioso Dios… Pido la comprensión y discernimiento para cumplir enteramente la voluntad del Señor. Me quedé más en ese Dios altísimo que está obrando en la CAFA, Altísimo en conocimiento, Altísimo en toda su acción que se va percibiendo. Me quedé toda la mañana en esto. Una sola vez leí y me admiré cómo pudimos expresar con tanta profundidad la vivencia CAFA. Al intentar escribir mi sentir, me resonaba la expresión de Pablo: Somos la carta de Cristo, que Dios ha escrito en nuestros corazones, no con tinta sino con las letras del Espíritu. No hay mucho que recoger. Todo es vivencia del Espíritu, del Todo Santo. Fue contemplar, estar en El con profunda fe. Sentía tanta gratitud de Jesús al Padre por lo que el Altísimo y Señor está obrando en la Comunidad.

DOMINGO 5 DE OCTUBRE:

Para la oración personal tomamos el texto de: Filipenses 4, 6-9 y nos hicimos la siguiente pregunta:
· Después de lo compartido sacar dos gracias que nos ayuden para el ahora de la CAFA.
· Por dónde nos impulsa el Espíritu a continuar en relación a nuestra identidad y misión?
Compartir de la CAFA:

DIGNA: Me quedé en donde dice: Fíjense en todo lo que merece admiración y alabanza y desde allí me venía lo vivido en estos días: una CAFA orante, una CAFA habitada y visitada por el Señor. Me costó nombrar por donde nos impulsa el Espíritu y me resumía en esto: tanta vida compartida seguir ahondando, asimilando en el día a día en la oración personal, comunitaria. Sentía que eran muchas cosas nombradas y vividas en estos días como para que se vaya asentando.

LUISA: Fue un momento de súplica y acción de gracias. Le pedí al Señor que nos mostrara las gracias fundamentales y por donde quiere llevarnos. Me quedé en eso que dice Pablo “y la Paz de Dios les guardará en Cristo Jesús”. La CAFA vive esta paz de Dios y mirando las gracias que nos pueden ayudar y nos han ayudado traté de recoger a pesar de que me costó recoger: La obra del Padre nos lleva a arraigarnos y cimentarnos en Cristo, edificarnos sobre la roca que es su Hijo y desde ahí el Señor expresa el amor y la santidad del Padre en nuestro ser de barro y nos hace vivir la comunión en su Cuerpo con la fuerza de su Espíritu. Y la otra gracia es el reconocimiento humilde, sincero y lleno de paz de nuestra condición de criatura que nos permite confiar plenamente en la acción silenciosa del Espíritu que va moldeando nuestra comunidad según el querer del Padre. Sobre el hacia dónde nos impulsa el Espíritu recogí así: ahondar en el misterio de Cristo para un mayor conocimiento interno del Señor en quien habita toda la plenitud de Dios. Asomarnos y adentrarnos en las riquezas insondables del corazón de Jesús, en aventura con el Espíritu saboreando las cosas de Dios y entregándolas en la misión.

LAURA: Luego de leer los compartires de ayer nos dispusimos con Etel a leer lo recogido, me superaba lo que le dije a Carlos en la conversación que tuvimos por teléfono: te vamos a enviar las cataratas de la CAFA y fui a esa imagen en la que se contempla la magnificencia de Dios y el Señor diciéndonos “practica de lo aprendido”. Nos quedamos en la inmensidad del amor de Dios y se nos nombra las gracias: la santidad, santos por la participación de Dios en nosotros y nosotros en El. Tanta sintonía en los compartires, santidad del sujeto CAFA. Orar juntos, comunidad y persona, siendo la comunidad lugar de gracia y la persona quien se acerca a Dios, a los miembros de la CAFA y la diáspora. La otra gracia el envío y así como un interrogante que me resonó fue lo dicho por Carolina: orar por los difuntos. Me preguntaba ¿no será esto la comunidad apostólica?. CAFA desbordada y llegar a otros, ser otro Jesús donde estemos: familia, mundo, país, congregación. Lo que ha visto y oído por contemplación del amor del Padre, CAFA nada hace, El obra. Sentimos como empapa esa agua y nos quedaba interrogantes para ser conscientes del cauce que el Señor lleva y nosotros contemplar cómo estamos viviendo, como estamos en la corresponsabilidad del amor de Dios, que intenta oponerse a la adhesión de su fuerza, con qué más amor gratuito vivir, con qué más Jesús amar y servir en la cotidianidad.

CRISTINO: Como sujeto CAFA consciente y que siente su pequeñez, su debilidad, su ser nada descubre y experimenta el amor gratuito de Dios que la va configurando en la imagen de luz, casa, cuerpo, en el sentido de pertenencia entre sus miembros que trasciende espacios físicos. Es una unión espiritual, la hace uno en Cristo y uno entre los miembros y me sonaba vivenciar esto de Juan 17, la oración de Jesús: sean uno como nosotros en ellos. Jesús que ora en y por la CAFA. Una oración no por miembro personal, sino por la CAFA y desde donde sale la alegría perfecta que comparte con los demás en este compartir con los demás, esto de participar en la misión de Jesús como Cuerpo. Eso fue como un golpe de gracia. Y el segundo no sé como redactar pero me sonaba por acá: una nueva forma de estar pasivo, estar en silencio, en presencia, en contemplación ante el Totalmente Otro, ante el Altísimo, con actitud de reverencia, respeto profundo y sentía como gracia grande que se nos está concediendo, que nos sobrepasa y de allí nace el por donde nos impulsa: nos impulsa a permanecer en El, dejarle orar por nosotros al Padre y así me venía esto de la oración por el pueblo santo: ruego por ellos, por los que me diste…conságralos en la verdad y sobre todo la Comunidad en la CAFA. Una CAFA que ora desde la CAFA y ora como CAFA.

MAXIMO: Sobre la primera pregunta sobre las gracias LO UNÍ EN UNA que se desprende varias cosas: ahondar en nuestro proceso de corresponsabilidad en la santidad. Cada vez ahondar nuestra razón de ser, dejar que Dios sea en la CAFA como El es, Corresponsabilidad a nivel personal, comunitario, entre nosotros, diáspora. Esto significa seguir profundizando en los medios: folleto sobre la santidad. Todo giraba por ahí lo de las gracias. Y por donde nos impulsa el Espíritu, me venía lo de la Iglesia y el mundo y me ubicaba eso de la misión continental, nosotros como CAFA estamos en el mundo, a colaborar como CAFA en la misión continental, desde nuestra identidad misión, ofreciendo pistas, luces e impactar siendo luz para la Iglesia, la VR y el mundo. Con todo lo vivido este año que realmente sea el Señor, se me encajaba esto, estamos ubicados.

DIGNA: Las dos gracias que me quedan son: la fe radical de la CAFA y la disponibilidad de la CAFA. A qué nos impulsa el Espíritu: a la escucha atenta y ser una comunidad que vive lo que quiere transmitir y así los dos símbolos que me queda son la figura del ojo y del oído. Me queda a nivel personal con todo lo rezado me ayudó a ver mi proceso, es como que lo comunitario integra lo personal que llevamos.

DIOSNEL: Fui meditando qué gracias recibí estos días y con actitud de duda fui a la oración con relación a las gracias que recibimos en esta interiorización, pero en los brazos del Señor sentí que lo recibido ha sido la gracia de confirmación de nuestra identidad escuela de santidad y como tal la misión de transparentar en la vida de la CAFA actitudes de Jesús en las acciones de nuestra vida. La otra gracia es recibir el derroche del amor gratuito del Padre haciéndonos sentir UNO en la sintonía de su espíritu que nos llena de paz, gozo, profundo durante todos estos días. Nos impulsa el Espíritu: lo siento en los más próximos, hogar, familia, comunidad iglesia, proclamando a Jesús desde el Padre, al Dios amor, desde nosotros, desde dentro para afuera. No desaprovechar a demostrar a Jesús en los lugares y circunstancias que se nos presenta. Doy gracias por todos nosotros a nuestro Dios, por su gran amor y fidelidad.
TERE: Sobre la pregunta primera: sentía que ante tanto derroche de amor y fidelidad la CAFA se siente agradecida creciendo en el apasionamiento por Jesús y en el viviendo la comunión en el espíritu, urgida a reflejar en Jesús la santidad del Padre. El Espíritu nos impulsa: CAFA viví tu ser de comunidad y amor desde el amor gratuito, no te canses de morir a ti misma para vivir para los demás. María nos decía CAFA hija mía… Jesús nos decía: CAFA te entrego mi espíritu para que lo que has vivido lo historice como sujeto CAFA y con sus miembros: eres CAFA en tu familia, hermanos, eres CAFA en tu congregación. Todo lo que han vivido vívanlo y serán reflejo del amor del Padre, esto es lo más difícil pero para Dios nada es imposible.

OSCAR: La mañana comencé con una oración de intercesión por todos por la CAFA y luego fue un meterme en el texto y lo encontré precioso, como un regalo del Señor para nosotros. Después en cuanto a las gracias, lo primero fue preguntarme cual es nuestra hora y desde ahí se me nombraba: una nueva conciencia de nuestra identidad, desde ahí más robustecida, más firme y mas espontáneamente acogida, se ahondo en nosotros la comunión y por otro lado se han dado gracias que apuntan a una mayor clarificación del ahora de nuestra misión y eso lo veía en las veces que nombramos todo lo que se refiere a la de la CAFA con la misión particular de cada uno de nosotros. Una única misión llevada adelante por único sujeto CAFA. En mí está la CAFA en pleno, en lo que hacemos personalmente esta toda la CAFA y era un llamado común a profundizar en es esas implicaciones que trae consigo el reconocernos llevando adelante la única misión del Señor. Por dónde nos impulsa: nos anima trascendiendo, interpretando, que viene de la vida de las misiones personales comunitarias para buscar discernir la acción del Padre en la CAFA. El discernimiento a examinar como llevar a delante de manera consciente el ser y vivir la identidad y misión de la CAFA en lo cotidiano. Dejar recrearse la vivencia radical del ser de Jesús en nosotros CAFA. La CAFA urgida a vivir lo que es El, el Señor en nuestra misión particular. Y después también creo que nos ayudara el tomar conciencia y fortalecer los medios y estrategias que nos puedan ayudar a acrecentar la vida de Dios: acompañamientos, ejercicios, página web, intercambios más espontáneos, oración, celebraciones, descansos, lecturas, artículos, etc.

ETEL: Fue un momento en el que el Señor comenzó a arder y ver claramente la extraordinaria gracia que el Señor nos regaló y se me confirmaba con la carta a los Filipenses, que era como que nos decía a nosotros: alégrense, suplica de acción de gracias, entregar el corazón. Para mí fue tan hermoso y también me vino el salmo 138: el señor completará su obra. Esa seguridad en su palabra y lo de Jn. 17 que me ayuda mucho y mirando la gracia me vino: la comunión de los santos y para mi es una comunión de los santos que nos fortalece. Dentro de eso una armonía en uno mismo, personalmente, entre nosotros, con los otros y una comunión con la naturaleza. El Señor armoniza en nuestras personas y en la CAFA y Jesús el absoluto, el principio y fin de toda la CAFA, no existimos sino es por Jesús. Jesús es la razón de nuestro ser. Sobre a donde nos impulsa: pedir juntos, con insistencia que El mismo Dios siga regalándonos, ese corazón de su Hijo, que nos va a impulsar a vivir más desde El en una contemplación activa pasiva, ahondar en todo lo que es El. Para ser toda del Señor. El Señor nos va pidiendo ser todo para los hermanos desde Jesús. Con María Maestra y modelo en silencio contemplativo seguir nuestra peregrinación. Seguir dando los pasos para que se nos vaya revelando, teniendo muy presente nuestra nada. Tanto cuanto ahondamos nuestra nada, el Señor puede ir haciendo más en nosotros y que nuestro caminar sea en el encuentro con los hermanos y sobre todo con los pobres. Orar, implorar por nuestro país. Me venía el tema de vivir cada vez más de acuerdo a las exigencias del Espíritu, revelar el proyecto del Padre donde nos toca vivir. Exigencia a mayor coherencia, ahondar en la fe, ahondar en nuestra nada, nuestro ser de pecadores, en la humildad, en la pobreza radical. Combatir a todo lo que pueda parecer como nuestro, estar atentos a las insinuaciones del mal y secundar las mociones del Espíritu. Someter todo a discernimiento, lo personal y lo comunitario. Agudizar la sintonía con el Espíritu, buscar lazos de unión más profunda entre nosotros y con los de la dispersión. Compartir y resonar en la página. Estar atentos a la voz del Espíritu en la vida diaria, siendo conscientes que mi vivencia incide en la comunidad. La CAFA está caminando ya no es la vasija rota que perdía la gracia, el Señor la hizo nueva y se nota porque las gracias son más acogidas y cuidadas.

CARMEN de Dios: Al recoger lo que ha sido estos días he sentido que hemos vivido la misma experiencia que vivieron Pedro, Santiago y Juan en la Transfiguración: “El Señor nos apartó, nos trajo a este lugar y nos reveló su Gloria, se manifestó a nosotros con toda su fuerza y nos abrió aún más a su ACCION. Por eso doy Gracias al Señor. Siento que las gracias que nos ayudan para el ahora de la CAFA son: La “pasividad activa” donde Dios es el protagonista y dueño de su CAFA y de su Hacer en ella, así como el estar cimentados y arraigados en Cristo Jesús. Respecto a por dónde nos impulsa el Espíritu siento que desde lo recibido no se trata de hacer sino de vivir en fidelidad con actitud de docilidad, corresponsabilidad y conversión.

CAROLINA: El texto de Filipenses me predispuso para la recogida. Luego al comenzar me resonó fuertemente como terminé ayer: “la CAFA es la carta de Cristo escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo” y leí todo el compartir para tratar de ser más fiel a esta recogida. Me fui a 2 Cor. 4 para iluminar lo que aconteció en la CAFA relacionado con la vivencia expresada por Pablo. Siento que ha sido una profunda toma de conciencia, un nombrar y asumir con mayor hondura el despliegue maravilloso de Cristo, el misterio escondido en el que se encuentran todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia. El núcleo, centro, razón de ser de la CAFA, de su identidad y misión. Fue un dejarnos iluminar por el resplandor de la Gloria del Padre que es Cristo, como comunidad de amor para siempre. Destinada a irradiar, a dar a conocer la Gloria de Dios como brilla en el rostro de Cristo. Le preguntaba al Señor que nos puede ayudar en este ahora: y del mismo texto me brotó eso de entrar activamente con nuevo ardor en la dinámica de “reconocer y proclamar el señorío de Jesús” sometidos en la fe radicalmente a Cristo, asumiendo explícitamente sus actitudes, disposiciones, sus sentimientos, dejándonos conducir por el Espíritu desde la escucha y el discernimiento de las mociones; en otra palabra: dejar que Cristo viva su fe al Padre en nosotros y de nuestra parte atención y dejarnos hacer. Enfatizar la adhesión personal en la fe de Jesús desde esta gracia comunitaria. Esto me hizo suspirar porque implica llevar en nosotros la muerte de Jesús para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona. La primera muerte que se impone es la muerte del YO. Por dónde nos impulsa: permeabilizar la vida cotidiana desde esta experiencia CAFA. Me resonaba esto, que en todo lo que haga y diga está la CAFA.