He tenido la opotunidad de viajar y conocer un lugar muy pobre del sur de Chile llamado Curanilalhue, donde el terremoto dejó muy afectado a los pobladores tanto material como espiritualmente, fuimos los subdirectores/as pastorales de cada colegio, un alumno y una ex alumana de uno de los colegios de la Comapañía de María acompañados por una Hermana que asesora los cuatros colegios de Chile y la Campaña solidaria "Media Agua para Curanilahue" (media agua son casitas de madera de dos piezas). Entre los cuatros colegios y las comunidades religiosas de Chile hemos recaudado para donar 20 medias aguas a las familias danmificadas del terremoto. Esto supuso muchos esfuerzos para las alumanas/os, padres, profesores, ex alumnas/os y religiosas.....pero una vez llegado al lugar y compartir con la gente el frio, la humedad, el humo de la chimenea y la sonrisa esperanzadora en el rostro de mujeres y hombres que nos recibieron para llevarle la Buena noticia de Jesús simbilizada en la solidaridad, me ha suscitado contemplarlo como rostro de Reino de Dios, en la sencillez, simplicidad y las lágrimas de agradecimientos mostrado por las familias y una vez más me he dirigido al Padre reconociendo su generosidad, su ternura y amor consolador diciendole: "Gracias Padre porque has privilegiado a los pequeños para mostarnos tu Reino". La recostrucción de estos pequeños pueblos será a largo plazo, sintámonos solidarios con nuestra oración con nuestros hermanos y hermanas que sufren a consecuencia del catostrofe de la naturaleza. Un fuerte abrazo de hermana en el Señor, con mi cariño de siempre. Fátima odn.
