martes, 3 de julio de 2007

Poda y crecimiento de fe

Queridas hermanas y hermanos en la fe

Mi intensión primera era compartirles mi momento después de los ejercicios espirituales que voy a hacer dentro de poco, pero el Señor me dijo otra cosa, le pareció bien a mi Dios que hoy les comparta sus maravillas, su vida a través de mis debilidades. ¿Acaso se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? o ¿se enciende una lámpara para taparla?. Las llamadas del Espíritu en mi me movieron hacia una actitud de apertura y disponibilidad, en medio de una gran debilidad.
Cuando me disponía para hacer mi oración me vino las palabras de un comentarista deportivo, que dijo al término del partido: "Argentina demostró caracter y Colombia debilidad" , resonaba en mi interior esta palabra de debilidad y me sentí identificada con los futbolistas colombianos, en medio de una gran vulnerabilidad y fracaso aparente. Así me presenté ante mi Señor y me hizo comprender por la fe que Él es mi único Dueño, mi único Amor, mi única Vida y que lo que vivo como despojos y desprendimintos, es signo de crecimiento. Como si mi naturaleza humana se resistiera a crecer, parece más fácil quedarse amarrada a lo que te sirve de apoyo. Pero sentía que Él me decía que ya es hora de soltar los apoyos que me han servido por un tiempo para caminar, los andadores son para un periódo de vida. Cada etapa del peregrinar tiene sus medios, pero son solo medios.

Se inicia una nueva etapa en mi vida, me siento como un niño que empieza a dar sus primeros pasos, muy débilmente , a tientas en la vida del Espíritu. Como si ya no puedo seguir gateando en este peregrinar en la fe, en la escuela de la Santidad, porque mi tendencia es apropiarme de los medios que el Señor me da y esto me detiene. Pero no puedo dejar de experimentar la fuerza y el poder del Espíritu Santo que se me impone en el tiempo de mayor debilidad. El texto de Job me lo volvío a confirmar: "Reconozco que lo puedes todo y que eres capaz de realizar todos tus proyectos. Hablé sin inteligencia de cosas que no conocía, de cosas extraordinarias, superiores a mi" Yo te conocía de oídas, pero ahora te han visto mis ojos. Por esto, retiro mis palabras y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza".

El domingo pasado hemos celebrado la fiesta guasú, el aniversario de las Comunidades Cristianas en los barrios de Fátima y San Miguel de la parroquia de Trinidad-Asunción, fue un día donde la presencia del Señor se hizo fuerte y muy viva. El momento del envío nos fortaleció como Iglesia, enviada a testimoniar a Jesús, en la manifestación del Amor del Padre a toda la humanidad.
Yo pensaba que en el momento del compartir podía leer la carta que habían escrito los animadores de las C.C. de Cuba para fortalecernos en esta misión común de la CAF en diáspora pero por algunas razones no se pudo dar. Entonces el Señor con tan buena pedagogia me hizo descubrir por la fe, que no se trataba de recordar simplemente las maravillas que Dios hace en su Iglesia, en su pueblo santo, sino que la Gracia está en que el mismo Espíritu de Jesús comparte sus vivencias con su Iglesia peregrina actualizándolo constantemente. El párroco sacerdote Balmir extendió sus manos sobre María (mi hermana de comunidad que va enviada a Colombia) y sobre mi, pidiendo a todos los presentes que hicieran lo mismo y en oración aconteció una vivencia sacramental, que nos ha dejado a todos con un sentido de comunión profunda en el Espíritu. Balmir nos decía:" ustedes son enviadas por la Iglesia no solo por sus congregaciones..."
Esta experiencia me abre a un nuevo paradigma, que se relaciona con todo lo que vamos profundizando sobre el bien que está haciendo a creyentes y no creyentes el compartir en la página las vivencias de fe.

Espero que me puedan ayudar a través de las resonancias para que pueda caminar despojada de los andadores y a la misma vez tomada de la mano de todos ustedes para caminar en este nuevo tramo.
Un abrazo a tod@s.

Fide