miércoles, 4 de junio de 2008

Gracias, Señor

Hace tiempo que ando en silencio, sí, es la experiencia que tengo de mi Dios ySeñor, que me vive la paz, con alegrìa interior, con gozo, aunque mucha soledad y sequia en la oracion, me ha llegado el tiempo de la sequedad, llevo meses vivenciando el silencio de Dios, y aunque no es gustoso ni placentero, le he ido tomando el gusto poco a poco, acostumbrandome a un nuevo modo de relacionarme con El, que va desde la certeza de su compañia, su compasión, su fe en el Padre, no puedo hablar de sentimientos, solo de convicciones profundas para mi y va siendo un asidero en la cotianeidad donde vivo situaciones muy complejas en la misión, en eso poco que puedo ofrecer de lo El me encarga, los pequeños del colegio, los jóvenes que buscan un sentido por el cual jugarse la vida, los pobres, rostros concretos que a diario tocan la puerta de nuestra comunidad esperando una palabra de aliento, un pan que comer, una ropa que vestir y sobre todo una mirada de llena de amor, respeto a su persona y cultura, pues muchos indígenes y en ellos encuentro a Dios.
Reconozco que El me ha llevado en sus brazos, llenandome de protección y contagiandome la vida para entregar a los demas, lo vivo fiel y cercano, con un fuerte llamado a vivirme enteramente entregada a El que me consagrò a su servicio por puro amor y compasiòn, por Gracia inmerecida, por que le parecio bien.
Doy infinitas gracias al Señor del Silencio que una vez mas me confirma su fidelidad en mi pobre persona necesitada cada vez mas de su compasiòn, pues sin El quien soy yo?
Gracias por los detalles de certeza y convicciòn, por su si cada día, gracias a Ti, mi Señor.
Unidos en la oracion, con afecto.
Blanca stj