sábado, 26 de mayo de 2007

Presencia

Esta mañana sentía en la oración como Dios se recrea con sus hijos, en sus hijos por medio de Jesús y me sentía tan pequeña, tan nada, tan llena de El, sabiéndome amada y sumergida en su Espìritu en esta gracia concedida a la comunidad CAFA, y reconocía como el amor crece y crece al ser comunicado, el silencio poblado de voces del Espíritu que hace arder por dentro esa llama que El enciende en el corazón de sus hijos. Me sentía hija amada, amiga, esposa, compañera de camino, un sendero que solo el Espíritu sabe a donde conduce. Experimente la comunidad interior con rostros de amigos y amigas en el Señor y solo nace en mi un canto de gratitud por este tan gran don de su Espiritu que nos concede sin merecernosla, lo vivo gratuidad, entrega, cuestionamiento, pasión, dolor y fortaleza; lo vivo purificación, despojo, reconciliación, armonia, soledad y encuentro , Dios amigo, Dios hno. Dios siempre es mas y mas... y experimentaba gozo y paz interior... y reconozco la pequeñez y fragilidad de mi vida interior, la necesidad de misericordia, del abrazo de Padre ... y traia y presentaba a cada uno...pongo en Ti Señor todo lo soy y tengo, lo que me falta ylo que me sobra, sigue purificándome como pueblo de tu propiedad por los siglos de los siglos...caminar quiero contigo pues sin ti ¿quien soy yo Señor? ¿ Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú? ¿ Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú? todo es Tuyo, Señor.
Blanca

viernes, 25 de mayo de 2007

Dar a Dios hijos parecidos a Él

Queridos Hermanos/as en el Señor
Con el titulo de mi peregrinación en la fe me hago presente en medio de ustedes, con alegría y confinza en mi Dios.
Con gusto, leo las vivencias compartidas por cada una y uno, sin duda es alimento de esperanza y en ello reconocer que en la debilidad más onda de nuestro ser el Señor irrumpe para fortalecer a su hijos y a sus hijas fragiles. Mi peregrinación hasta hoy esta marcada por huellas amorosas que me ha dejado el Hijo resucitado en su entrega apasionado por fiedelidad a su Padre, el ejercicio diario de acoger la vivencia de Jesúa cuando me dice "Mi Padre y Yo somos uno" ciertamente me abre a la posibilidad de reconocerme capaz de sentir al Dios vivo en mí, y desde amar los demás en sus debilidades y fortalezas, pués así me aoge el Padre en su Hijo, no se cuando el Señor me ama más: si es cuando asume mi debilidad o me lanza con mi fortaleza pués ambas me acompañan a su encuentro, es una gran aventura acompañar a otros/as llevándolos hacía el encuentro con el Hijo y el Padre ya que son solo UNO, pero el Espíritu sopla fuerte cuando me susurra en el oido: tu misión es "Darle hijos parecidos a Él" que gran misión, que desafio más recurrente de mi Dios, cuando yo estoy invadida de huellas de dolor, de pérdidas y recuerdos... Es hora de reconocer que en medio de estas experiencias Dios teje su Misericordia y exibe corazones finos capaz de amar gratuitamente, pués aprender del FORMADOR a ser formadora es cosa seria... el ejercicio diario de conocerme, de agogerme y amarme es solo porque he tenido un Formador Pedagogo; mi gran Maestro El Señor Jesús, y a lo largo de mi historia de fe me ha regalado hermanas y hermanos que han posibilitado a contemplar este tejido fino que el Señor a tejido "esta sencilla personita que les escribe". He aprendido de mis debilidades y fortalezas que vivir el seguimiento radical de Jesús es solo cuestión de opción; Ama a tu prójimo como Dios te ama a tí... los demás vienen por añadidura, pués aqui estoy deseando con pasión evangélica vivir la radicalidad, pongo mi posibilidad ante el Señor... Él hará su obrar según su gracia. Mi abrazo fraterno a cada uno/a, Fati

lunes, 21 de mayo de 2007

El Padre Misericordioso no acaba de decir al mundo que ama al pecador

Queridos Hermanos/as en el Señor:

Bendito sea Dios Padre misericordioso que ama entrañablemente al Pecador, y yo soy una de ellas/os. Me he sentido muy admirada y agradecida al meditar en mi corazón, la misericordia que ha obrado en mí, al tomar conciencia en estos días de que la pág. Fe es pública.

Aunque se ha dicho que cualquiera podía acceder a ella, mi participación en la página estaba motivada especialmente por la corresponsabilidad en la santidad con mis hnos/as de la CAFA y de la CAF en dispersión. Si embargo el Señor me había manifestado en más de una oportunidad que toda la novedad que El en su compasión nos entrega trasciende el tiempo, el espacio y es universal, pero yo lo tomaba eso como para el futuro y no (como está sucediendo) para el presente.

En más de una oportunidad he compartido y ahora lo repito, para dar Gloria al Padre, que la página para mí ha sido y es un espacio de la manifestación de la santidad del Espíritu de Dios presente y operante en la vida de cada hermano/a. A medida que pasa el tiempo, experimento en mi pequeñez la necesidad de acercarme descalza como Moisés a la zarza ardiente, su vida en cada hno/a es sabiduría, alimento y fuerza que impulsa en la fe el crecimiento del cuerpo desde la novedad de su Espíritu siempre nuevo, siempre igual, siempre mayor.

En la fe me ubico ante la mirada atenta y misericordiosa del Padre, que me ha entregado a su Hijo para que mi vida sea en El. En mi condición y desde esta condición pecadora empecé a sentirme incómoda por tantos hermanos/as que tienen acceso a la pág. Me venía la imagen de un escenario, con unos pocos que estamos en escena y muchos espectadores que se mantienen en la distancia o tal vez cercanos, quizás en comunión, de sentir, pero también con prejuicios.

Cuando se me confirmó que la Pág. era pública, experimenté también lo de Jn.6, 60: ¡Este lenguaje es muy duro! (y la persona quien me dijo que la pág. era pública, más duro todavía) me invitó a dejar si no estaba de acuerdo, pero yo lejos de contestar como Pedro: Jn 6, 68, “A quien vamos....” No. Me encontraba vivencialmente ante la puerta estrecha pero sin poder dar ni un paso atrás, ni adelante. En mi había un fuerte deseo de marginar especialmente a aquellos que no concuerdan con mi visión de vida.

Doy tantas gracias al Padre en Jesús por no haberme dejado tanto tiempo en esa situación, sí el tiempo suficiente para darme cuenta en qué estaba. Y agradezco a la oración de la comunidad y de la persona que sabía en qué estaba. Al rato sin explicarme cómo de una manera totalmente gratuita, experimenté una transformación de corazón. Como un clamor suave amoroso del Espíritu empecé a sentir dolor por no valorar tantas gracias extraordinarias que se me ha regalado, al poner mi atención en lo humano.

Después con mucha fuerza me resonó la experiencia de Pablo “…a nosotros…, Dios nos ha colocado en el último lugar, como condenado a muerte, y hemos llegado a ser espectáculo para el mundo entero, tanto para los ángeles, como para los hombres. Nosotros somos los locos de Cristo, mientras ustedes irradian sabiduría…Nosotros somos débiles…”(1 Cor.4, 9...)

Así con tanta misericordia el Padre que hace salir su sol sobre malos y buenos, y caer la lluvia sobres justos y pecadores (Mt.5, 45) en Jesús, me confirmó nuevamente en mi vocación: ser hija en Cristo pobre, humillado, crucificado, y que en El quiere expresar en mí su amor gratuito a todos sin excepción. Y como experiencia fuerte, impactante, que El Padre no acaba de decir al mundo, es SU AMOR HASTA EL EXTREMO DE ENTREGAR A SU ÚNICO HIJO POR AMOR AL HOMBRE – MUJER PECADOR/A y yo soy una de ellas.
En el Amor del Padre en Jesús, un gran abrazo para todos/as,
Carolina