miércoles, 7 de noviembre de 2007

¡¡¡QUE REGALO!!!

¡¡¡QUE REGALO!!!

Desde muchos días antes del descanso ya veníamos disfrutando y esperando con gusto y con gratitud el día 2 de noviembre. Llegado el día la emoción crecía con la compra, todo fue calculado en mínima cantidad pero no faltó nada.
Punto de encuentro, Capitán Lombardo, Máximo, Maria, Digna, Tere y Marisa, era ya la tardecita, rumbo a Itaugua, el viaje en colectivos con los que salen de su trabajo, enfermos del IPS y estudiantes.
La naturaleza, la casa, la pileta, los caseros y los animales nos recibieron felices. Y nosotros felices no parábamos de repetir “QUE REGALO” y así le recibimos a Cristino a la once de la noche, llegó feliz con su té de “dieta alambre”.
En la eucaristía celebramos con gratitud la vivencia CAFA, en comunión profunda con los demás hermanos que no pudieron llegar hasta Itaugua, pero nos alegrábamos con los mensajes que recibíamos.
Como regalo el descanso físico (dormir doce horas) y espiritual, la fraternidad, el amor gratuito, el compartir espontáneo, la oración personal en sintonía con la naturaleza.
Leímos todo el periódico de Ultima Hora, desde la primera página hasta la última página del deporte.
La cena era a las cuatro de la tarde, un plato lleno de huevos fritos con mandioca y algo parecido al mbeju.
El día domingo para celebrar “QUE REGALO” y hacer honor a los grandes nadadores de la CAFA comimos Pato, sazonado y cocinado al estilo de Maria.
Fortalecidos en el amor del Señor y unidos como CAFA celebramos la eucaristía presentando al Señor como ofrenda todas las vivencias de estos días. Ya era la tardecita, el sol, el reflejo del agua de la pileta, las plantas y otros amigos nos envolvían con su ternura para volver a nuestras comunidades y compartir lo bueno que es el Señor.
Estos dos días nos ha ayudado a renovar las fuerzas y así poder seguir cada una/o con la misión que el Señor nos ha encomendado. Marisa