jueves, 8 de octubre de 2009

INTERIORIZACION CAFA – 1 al 4 de OCTUBRE 2009

VIERNES:

1. Recoger la vivencia de la experiencia espiritual CAFA desde la interiorización hasta hoy. MT. 20, 1-7

CAROLINA: Al contemplar la experiencia espiritual CAFA desde la interiorización hasta hoy tuve dos momentos: en primer lugar, percibí la vivencia de la paz, la alegría, la hermandad, la unidad, el amor, la fe, La pequeñez, la gratitud, la alabanza. En segundo momento, fue una experiencia fuerte, en donde vivenciamos la experiencia del reinado soberano de Dios, el Santo, gracias a la vida en el Espíritu de nuestro Señor Jesucristo que se nos da por la fe. El se sobrecoge en nosotros ante el Todo Santo y pronuncia su Amén al Padre. En Cristo, nuestro Señor, somos levadura en la masa. Somos luz en el mundo. Es el mismo Cristo que da gloria al Padre en la CAFA; su pequeño rebaño a quien al Padre le agradó darle el Reino. Amén.
LICHI: En la oración experimenté silencio, acogida a la presencia del Señor en la CAFA, la iniciativa suya de introducirnos a su viña con la confianza de que es así, alegría interior, atenta su voz. Experiencia de comunión y dejarnos conducir por su Espíritu, dejarnos afectar por las situaciones en la que el Señor nos invita a mayor coherencia de nuestra vida entregada al Señor como CAFA.
CARMEN: El texto de hoy ha vuelto a resonar muy fuerte en mí. He vuelto a reconocer que es el Dueño de la Viña quien nos ha elegido y traído a su viña. Nos eligió para trabajar su viña. CADA uno venimos de distintos momentos y lo que nos ha unido ha sido su llamada en la viña. Estando en la viña del Señor le pertenecemos a El y aunque nos llamó a trabajar en su viña, realmente ha sido El quien ha trabajado y actuado en nosotros, quien nos ha regalado la Comunión, su propia vida. En este tiempo siento que un regalo grande ha sido el despojo, el vaciamiento, el vivir en libertad plena, donde solo el Amor sigue reinando, la aceptación, el respeto, la acogida. Nos ha hecho vivir en total dependencia suya, en obediencia dócil a su querer, su vida se va haciendo cada vez más vida en nosotros. La CAFA vive en total transparencia y verdad delante de Dios y delante de los demás.
DIGNA: Desde la interiorización me fue resonando un listado de gracias. CAFA amada por el Padre, privilegiada, llamada por el Padre a trabajar en su viña aceptando el sueldo de la santidad, vive la comunión en el Espíritu, una CAFA probada, comunidad de hermanos y hermanas que viven la Fe, la hermandad, el compartir, que se reconoce pequeña, pecadora, vasija de barro, persevera en el Señor, sujeto de peregrinación. Se deja convertir, transformar por su Señor, ora y ama al Señor, reconoce al Todo Otro en su vida, habitada por El.
DIOSNEL: Durante estos 6 o siente meses que transcurrió para esta nueva interiorización, personal como comunitariamente he sentido la existencia de Jesús en mí y en nosotros, he sentido que como CAFA cada uno y una está sometido a la voluntad de Dios, sobrecogidos y dando participación a que Jesús sea el protagonista en nuestras vidas y nos atestigua su presencia en nuestra comunidad a través de situaciones vividas por Carolina, Teresita y Norma que lo sufrimos y gozamos a la vez, como parte de la comunidad, como ejemplo sobresaliente de nuestra vivencia. Hoy siento a la comunidad a partir de ese querer vivir desde Cristo en la viña del Señor con paz interior, amor fraterno, viviendo el despojo, mirada compasiva al hermano, sufriendo y gozando juntos, valorando la vida, con gestos de dar y no recibir. Tenemos mayor conciencia de nuestro pecado, de nuestro ser pecador pero el Dios del amor que vive en cada uno de nosotros nos fortalece y seguimos avanzando, ante la gracia del desposeimiento dejarle a Dios ser en cada uno y conducir a la comunidad, con el fruto de paciencia, tolerancia entre nosotros. Sentí la tentación en la reflexión, de ser más protagonista como CAFA en donde sea, prefiero dejar que sea el Señor que nos muestre el camino y no adueñarme de su viña, siento paz en este momento que lo disfruto con ustedes.
ALICIA: sentía que hay una fuerte vivencia de la CAFA en cada uno que somos llamados a trabajar en la viña del Señor y ese trabajar es hacernos santos, Dios es el que nos invita, santifica, nos da la gracia. Ser santos es hacernos hijos en el Hijo y esa es nuestra identidad, conservando cada uno su propia característica, cada uno con sus dones y gracia. Sentía fuerte que tenemos todos como CAFA un reconocimiento de nuestra debilidad, de pobreza, de pecado, experiencia de despojo, que lo vivimos en el hecho de lo que vivieron nuestras hermanas Carolina, Teresita, Norma de rechazo y también de abandono y confianza en Dios. Otra vivencia es la de ser un cuerpo, estamos injertados en Cristo y nuestra misión es transmitir el amor gratuito del Padre, experimentar que lo que somos lo tenemos que transmitir a los demás. Vivencia de crecimiento en la fe que se manifiesta en la confianza del Padre, ser como niños, sin temor, en transparencia, peregrinar, salir de nosotros. Es una vivencia de amor gratuito de Dios que es El quien tiene la iniciativa y nos sigue llamando para que nosotros sigamos transmitiendo ese amor a los demás.
MARISA: Me quedé contemplando a la CAFA esos días que nos encontramos para compartir la vivencia del mes y era experimentar ese espíritu de agradecimiento a Dios, esa CAFA que se deja llevar por la gracia de hoy, que se deja caminar por la viña, en esto de asumir con mayor profundidad el sentido de cuerpo, que todo lo que vive cada miembro es desde esa experiencia profunda de sentido de cuerpo. En todo lo que experimenta la CAFA, la paz, la alegría, la unidad en el Señor, ese sentido profundo de acompañarnos en la oración. Y también el deseo profundo de ir descubriendo con mayor profundidad el Reino de Dios.
LAURA: Me ubiqué en este viñador que llama, a un ahondamiento en la comunión, como un itinerario desde esa experiencia de amor gratuito centrada en la identidad de hijas e hijos. Llegamos a la interiorización de marzo con la experiencia de ser viña del Señor, y la experiencia de lo sagrado que nos invita a descalzarnos. La experiencia de marzo a octubre desde una CAFA llamada a ser una sola viña, desde esa comunión de presencia de todos, aparecieron dos gracias: llamada al desposeimiento que llevó a la CAFA a preguntarse qué entrega: la CAFA solo entrega identidad, ser hija pequeña y que por delante avizora experiencia de sufrimiento, rechazo, pero tiene la promesa del Señor. Fue el protagonismo de Jesús el que llevó a la gracia de la obediencia. La gracia de sentirnos identidad en la cotidianidad. El sacrificio está contaminado por el orgullo, soberbia, amor propio, llamada a asumir la verdad desde la transparencia, aumentó la confianza y la intimidad. Nos exaltamos con asombro y gratitud por la experiencia de fuerte confrontación. Me queda una interrogante CAFA ¿qué configura nuestra identidad: la comunión solidificada, la entrega de la vivencia del Todo Otro a todos y una CAFA desadueñada.
ETEL: Me resuena profundamente aquello que nos compartieron las vicentinas. Para mí fue algo tan extraordinario lo vivido por ellas y decía que pena que no se pueda compartir eso tan lindo que el Señor hizo en ellas. Tengo que reconocer que el Señor va haciendo vivenciar cosas muy fuertes como CAFA, como viviendo en comunión con toda la gente, el Señor va tocando cada vez más. Me pongo en la interioridad de Jesús como CAFA. Es sentir algo demasiado profundo que no puedo decir, ni sé, ni entiendo, a la CAFA el Señor le va dando a vivir la interioridad de Jesús y captar lo que Dios quiere darnos. En mí quedó de la interiorización que en estos meses fuimos experimentando con más profundidad nuestra impotencia como CAFA y todo es del Señor, el Espíritu va asentándose en su CAFA cada vez más. Experimentar con fuerza el Ser de Dios como Otro, el absoluto, el soberano, que está en todo. Con sobrecogimiento en muchos momentos sea dentro o fuera de la oración. Somos débiles, incapaces, inútiles para acoger lo bueno, dentro de nuestra nada. Dios se va manifestando y nos hace vivir la Escuela de Santidad, nos hace peregrinos en la fe de Jesús. Nos mete a vivir verdadero combate entre el bien y el mal, el Señor deja resquebrajar nuestro protagonismo, ocupando El su lugar y nos hace vivir su identidad que es el Amor. Nos va haciendo vivenciar el amor concreto, el respeto, la delicadeza y esa capacidad de reconocer lo que somos, disculparnos, saber ponernos en el zapato de los otros. Una vivencia muy fuerte es la comunión con El que es un sobrecogerse constantemente con los hermanos, con la naturaleza, nos va abriendo a su voluntad, querer lo que el Padre quiere. Y yo veo la CAFA disponible, agradecidos, alegres. Todo nos basta con tenerle a El, caminamos muchas veces en fe oscura, con todo lo que trae la fe, la soledad y Jesús cada vez más nos atrae. Jesús va cobrando cada vez más fuerza en nuestra pequeñez. Conciencia más clara que el protagonista es El, nosotros somos simples colaboradores.
LUISA: Al no haber asistido y al no tener contacto con lo que ustedes han vivido Carolina me proporcionó lo que han recogido de los compartires de julio, agosto de lo que ustedes han ido viviendo y septiembre, participé. Partiendo del texto de Mateo de algún modo el Señor me mostró el proceso por donde fuimos viviendo como CAFA. El Señor es el dueño de la CAFA, es algo muy fuerte, El nos llamó a cada miembro en diferentes momentos y nos invitó a coger el sueldo que es la santidad. La acogida de esta gracia nos envió a trabajar en su viña. Nos regaló la fe y nos introdujo en la parcela 1 con sobrecogimiento, nos hizo participar de esta vida de su Hijo aprendiendo a vivir desde el asombro, en actitud de agradecimiento. Nos fuimos haciendo cada vez más conscientes de nuestras debilidades, limitaciones, pecados y somos felices en nuestra pequeñez por la fe en el Hijo de Dios que nos amó y se entregó por nosotros, en este tiempo nuestros sentimientos de seres humanos se fueron purificando como el oro en el crisol. Nos anima la comunión en el espíritu del Señor y se afianza la confianza en el Padre Dios. El punto unificador el ser escuela de santidad, por pura gratuidad vamos participando de la santidad de Dios en su hijo. Gratitud profunda al Señor por el cuidado de su comunidad CAFA.
TERESITA: Pude recoger el sobrecogimiento de la CAFA ante el misterio del totalmente Otro, que tiene la gracia de reconocer que solo Dios conoce el misterio. La CAFA está llamada a ser colaboradora y no arquitecta. Llamada a una constante escucha al misterio de la revelación de Dios, a mirar con los ojos de Dios los acontecimientos cotidianos. La gracia del desposeimiento, a no buscar apoyo sino solo en Dios, aquí estoy Señor, sin ti nada puedo. Confiando en la promesa a pesar de la oscuridad. La gracia de entregar todo para quedarse con la nada, que exige desgarramiento, dolor de parto, para dar lugar al hombre y a la mujer nueva. La CAFA viviendo la santidad en la medida en que Cristo es quien vive en nosotros y nosotros acogiendo esa vida de Cristo. Ya no vivo Yo es Cristo quien vive en mí. La gracia de la misión de la CAFA que no es para hacer algo, sino para vivir una manera nueva en el Espíritu. La corresponsabilidad en la configuración de la CAFA. En todo lo que vamos viviendo podemos palpar la fidelidad de Dios, que si El promete, tiene poder para cumplir su promesa.

PAUSAMOS UNOS MINUTOS DEJANDO RESONAR LO COMPARTIDO:

CAROLINA: Me queda paz y experimento un sobrecogimiento ante la fidelidad de Dios, el protagonismo de su Espíritu en nosotros. Y la fe y la confianza del niño en la soberanía de Dios sobre la CAFA. Me abre para lo que venga con fe, confianza.
DIOSNEL: El Señor es tan grande, casi todos dijimos lo mismo, de diversas maneras pero en el fondo sentimos que la asistencia de Dios en nuestra comunidad CAFA está presente. Evidentemente siento que hay cosas que podemos ir compartiendo, hablando quizás como ese regalo de Dios se presenta en donde vivimos. Ojalá que el Señor nos siga regalando su presencia y nos siga encaminando. Le doy gracias al Señor.
CARMEN: Hay puntos muy coincidentes en lo que se refiere al actuar del Dueño de la Viña en su Viña. Hay gracias que se van consolidando y nos van marcando desde ese reconocimiento como CAFA: nuestra identidad de hijos en el Hijo, la misión como el dejar a Dios actuar en la historia siendo la CAFA el instrumento, la desapropiación, la comunión, el amor fraterno, el abandono y la confianza en Dios, el fortalecimiento de la Fe.
ALICIA: Siento que el Padre nos va configurando con su Hijo que es realmente el modelo de santidad, que vamos teniendo la misma actitud de Jesús de dejarnos conducir por el Espíritu, sus mismos sentimientos de amor, misericordia, perdón, estamos en sus manos y se va fortaleciendo la confianza en el que nos conduce y guía.
LAURA: Siento agradecimiento al Señor porque hemos vivido sobrecogimiento, paz, comunión, transparencia. Estamos agradecidos y enaltecemos la vivencia de Dios en nuestras vidas. La pequeñez y debilidad la vivimos como oportunidades en las que la CAFA no vive desde sí sino desde El. Experiencia de CAFA niña, hija en el sentido de dependencia y radical confianza en su Padre.
MARIZA: Siento mucha sintonía con cada compartir y también mucha alegría.
DIGNA: El dejarme sentir en este rato lo que me venía era la certeza profunda de que el Señor es el constructor, una CAFA muy regalada por el Señor, gratuitamente tantas gracias nos regala el Señor.
TERESITA: Quedó resonando que la CAFA como depositaria de la gracia de la santidad, el Único Santo nos va revelando su misterio y toda revelación es para la salvación del mundo, para su santificación y esta es la misión de la CAFA, siento la insistencia de estar muy centradas en Jesús que nos habita y que vive en nosotros esta gracia. No descuidar nuestra mirada de fe a lo pequeño, a lo cotidiano como lugar de salvación.
ETEL: Veo estas vivencias como algo que hemos escuchado muchas veces y que una vez más se ve. Me pregunté cuando hicimos el silencio en qué hemos profundizado, qué es lo que hizo más vida en nosotros. Qué novedades hay en todo esto, después de tantos meses. No encuentro tantas novedades, será que nos estamos quedando nuevamente viendo lo que fue como gracia sin avanzar tal vez en lo que Dios va queriendo.
LUISA: Siento que hay mucha sintonía en el compartir, en el clima comunitario. Este año el Señor ha insistido más en nosotros para que El viva en nosotros, todo lo que nosotros vivimos. La vida en Cristo se fue haciendo realidad en nuestro caminar. Con esa vida en Cristo siento que esa actitud de sobrecogimiento, asombro, admiración profunda de lo que el Señor va haciendo en la CAFA se fue dando. Creo que el Señor busco que la CAFA se apoyara solo en El, en su fuerza, en su Espíritu, en su querer.

SABADO:

¿Cuál es la vivencia de Jesús en la experiencia espiritual CAFA? Texto: Lc. 10, 17-24

DIOSNEL: Expresaré lo que el dibujo representa. Me situé delante de Dios Padre y ante ese misterio del cómo y para qué de Dios en mi vida estoy en este lugar. Mi Dios Papá por puro amor gratuito me regalo esta comunidad CAFA. En donde tuvimos la gracia de aceptar a Jesús en nuestros corazones injertados en nosotros, así hacer la voluntad del Padre, siendo testigos del amor, la CAFA es luz, sal y levadura para la Iglesia de Cristo en la familia, en las comunidades religiosas, en el trabajo, en la diáspora y en la sociedad. Amando, sirviendo y reverenciando al Amor, a Dios fuente de toda riqueza que no lo podemos medir ni expresar. Agradecí a mi Dios por este momento. A través del amor vamos haciendo cosas que quizás ni nos demos cuenta.
LAURA: Al iniciar y situar a la CAFA delante del Señor me distraje con el lirio…La contemplaba por y desde donde se la mira ella, abierta, expuesta para ser vista, como si desde todo ángulo ella también nos viera…y solo estaba siendo ella, nada fuera de su ser y tremendamente bella. Pedimos a Jesús centre toda nuestra existencia en El y acercándole al Padre, le entregue nuestro deseo de mirarnos miradas por El durante este tiempo… ¿Cual es Su presencia en la CAFA y Su Vivencia de la CAFA? Como el viento…Nada sabes CAFA…Nos fue compartiendo esta imagen…yo me sumergía en la continuidad de los EE.EE. Incluso en un momento dudé si acaso no era mi imaginación y, no pudiendo salir muy emocionada, sobrepasada por el impacto de la imagen inicial…Donde está tu corazón está tu tesoro, donde está tu tesoro está tu corazón, le entregamos mi sentir y dejamos que nos condujera. Con mucha emoción Jesús nos mostraba su itinerario en la CAFA. Decidiéndonos a vivir que eso somos… (Imagen del corazón con las andanzas de Jesús con nosotros) del Padre; hombres y mujeres, criaturas que tenemos huellas imborrables a nivel personal y comunitario…cómo desde el Amor, fuimos contactando con nuestras debilidades y a través de ellas recuperados en nuestra Identidad de criaturas recreadas en El… Tanto agradecimiento vivimos por los prodigios Suyos, que crecimos mucho, mucho, mucho en ser agradecidos, en experimentarnos humanizados con cada vez mayor aspiración a vivir desde su Amor, que nos proveyó de elementos fundamentales de su comunión en el, con el Padre: El amor gratuito, la corresponsabilidad, la presencia ausente de los de la diáspora… creciendo y fortaleciendo sin nada proponernos en la comunión, sin siquiera pedir. De allí empezamos a mirar y abrirnos más incondicionalmente al hoy, a lo que surja, buscando a trechos Su Querer, soltando el itinerario conocido, los modos acostumbrados ( metodología, oración, orientaciones) y ya asentados, afianzados en ese dejarse conducir la CAFA, partícipe de dos acontecimientos que la sobrepasan y en ambos reedita toda su memoria, todo lo aprendido vivencialmente: Reconoce sus reacciones humanas, sus fragilidades para enfrentar la cruz, el mirar y querer del mundo frente al mirar y querer del Padre, ya impotente y superada no le queda otra que reconocer su radical imposibilidad y la Primacía de la Promesa…Surge la Obra de Dios, asentada solo en El…en el que la CAFA más allá de ser protagonista, experimenta por un lado, el ser víctima sin entender y al mismo tiempo es depositaria de la Resurrección. Allí está la CAFA, ha entrado en una etapa, en donde como una sola, asume la Cruz, la vive en Cristo y la espera en Él. Y no solo espera; la recrea desde la Gloria del Padre; lo que surge no sólo es para ella, se abre a más…se ofrece a más…Nos recuerda la M.G. de las Vicentinas…”Pero esto es muy bueno, es para quien quiera, es para quien sienta, que vaya a ese lugar” y A Carlos asumiendo obediente su momento “Mientras espero la voz del Sp, habré estado acompañando y dando EE.EE. acá. A la CAFA le queda claro, está iniciando una nueva etapa que pasa por la vivencia de la Cruz Redentora otra… Y en ella se gesta el: Es para mucho más…La CAFA confiada en la mirada del Señor, que solo ve lo que en el Padre en nosotros, agradece y en silencio con mirada serena a todo el recuento se queda. Me resuena CAFA amada, conducida, encaminada. ¡Tranquila!
DIGNA: Recogí desde el texto que leímos y sentí muy fuerte esta vivencia de Jesús de sobrecogerse ante el Padre. La vivencia de la comunión cuando está con sus discípulos, la vivencia del amor, de la intimidad, de la escucha, de la apertura.
CARMEN: La oración ha transcurrido en un clima de mucha paz interior, que me llevó a entrar en sintonía de espíritu con el Espíritu de Jesús y desde allí, en ese silencio interior he podido conectar con la vivencia de Cristo en la CAFA. Vivencia que se traduce en una fe radical en total dependencia del Padre, en una profunda e ilimitada confianza. Ha sido muy fuerte para mí experimentar esa comunión con la Trinidad, comunión de Amor que se traduce en gestos concretos de la cotidianidad. La vida de Cristo en la CAFA se concreta en esa búsqueda continua de la voluntad en obediencia y que hace que vivamos en transparencia y verdad delante de El.
OSCAR: Este rato fue de mucha serenidad, experiencia de reconocernos, cuerpo, comunión. Me llegó el texto que se nos sugirió y ver a Jesús que nos invitaba a entrar en la fe, entrar juntos y descubrí en la oración un Jesús que se llenaba de gozo y agradecimiento y que esa era su vivencia con relación a la CAFA. También me venía ese detalle de Jesús en Betania, como que la CAFA era Betania el lugar donde el Señor descansa y comparte su misión con los suyos.
SARITA: Experimenté mucha paz con la lectura de lo que se ha recogido del primer día del compartir de la CAFA. Fui dejando resonar en mí en actitud de escucha el sentir del Padre en nuestra comunidad. Me decía al escucharte, CAFA, se ensancha el corazón, tus vivencias expresa entrega y gratitud, te amo. Experimento que mi amor en ti se extiende y esparce donde esté. Con la lectura de Lucas escuchaba al Padre con la vivencia de CAFA, que se goza al ver a la CAFA que colabora con el Hijo en el trabajo en la viña y el Padre expresa que El entrega todo su cariño, todo su ser a la CAFA. Y la invitación a la CAFA a anunciar el Reino y también la admiración del Padre de la CAFA pequeña pero fecunda. La presencia, la semillita de la Comunidad Santa. Sentía fuerte como un tiempo de sembrar. El Padre decía feliz de ti CAFA que vives lo que muchos desean pero que no pueden vivir: desprendimiento, hermandad, entrega, paz interior, no quedarte contenta en lo poco, sigues inquieta, con deseos de seguir lanzándote en la aventura de ser conducida por el Espíritu. La CAFA es una tierra preparada. Sigue dejando que yo realice en ti mi obra. Una invitación a estar atenta a las mociones del Espíritu. Vi el rostro del Padre muy gozoso al contemplar su comunidad CAFA. Una comunidad que es enriquecida por la diversidad de los dones que hay en CAFA uno.
EMI: Entré en la oración leyendo el material y el texto, me llegó eso de que nadie conoce al Padre sino el Hijo… desde allí sentía que la trinidad mora en la CAFA, el Hijo nos revela al Padre. El Padre va recreando en nosotros al Hijo. Me venía la experiencia que compartían ayer de sentirse comunión, el Espíritu que nos conduce y hace que el Misterio acontezca en nosotros. En segundo momento de la oración era como estar delante del Señor en silencio y gratitud.
ALICIA: Jesús tiene en la comunidad la vivencia de ser Hijo, vivencia de dependencia del Padre, de confianza de estar en los brazos del Padre, alaba y ora al Padre, da gracias en nosotros. Manifiesta su poder y esos milagros que se obran en la persona de la CAFA y en aquellos que la CAFA acompaña, la fortaleza que da en las dificultades, la vivencia del amor gratuito en los miembros y en los que se acercan. Entrega total, dejarse conducir por el Espíritu. Sentimos la alegría de vivir en la fe, la esperanza.
MARISA. Me quedó la vivencia de Jesús que El sale de sí mismo para vivir en la CAFA, salir de sí para pensar en el otro. De allí se desprende su paciencia, transparencia, amor, discernimiento. De ahí se desprende esto de la vivencia comunitaria que El se encarga de cada persona, de cada proceso y la hace uno.
ETEL: El texto me hizo ver ese sobrecogimiento de Jesús por lo que los apóstoles vivieron y por lo que es la CAFA. Eso me llegó mucho: CAFA mi obra misteriosa. Sentía una enseñanza del Señor: decía que era su CAFA amada, invitación de que entremos en el Hijo para escuchar lo que el Padre quiere decirnos, que nos siga enseñando a captar lo que él nos revele. CAFA aún vas a sufrir persecuciones por mi causa, hasta ahora las persecuciones son por las comunidades. En silencio me dice CAFA bienaventurados los pobres de espíritu, pongan su confianza solo en Dios. Invitándonos a una mayor humildad, sencillez, austeridad y renuncia. Desde allí seremos más luz para el mundo. Sentí una invitación: Brille la vida de la CAFA por la sencillez y la humildad.
LUISA: Me llegó mucho la lectura de Lc. Experimentar con Jesús lo que El vive con sus discípulos. Sentía que el Señor tenía su descanso en la CAFA. Vive momento de gozo cuando la CAFA se abre a su acción, cuando el Espíritu la dinamiza, fortaleciéndola con la compasión, el perdón, la obediencia en los momentos de dificultades.
TERESITA: En la oración pude captar a Jesús alabando al Padre por el pequeño rebaño de la CAFA que como un niño pequeño encuentra su lugar y descanso en el corazón del Padre. Allí se me presentaron los rostros de este pequeño rebaño que estamos aquí y de los otros hermanos que están en la diáspora y otros rostros que no pertenecen a la CAFA y que participan de la misma gracia. Contemplé a la CAFA como pequeño rebaño en la escuela se de santidad, cuyo pastor es Jesús, Jesús ama a cada oveja, conoce a cada una con su nombre, con su historia y nos envuelve con un amor tan íntimo, sanador, sin descartar nada de nuestra historia, debilidad, pequeñez. De allí nace ese amor profundo que nos constituye una comunidad, una vasija, un rebaño, nos hace amigos, hermanos en El, nos hace Hijos en El. Unidos entre nosotros por ese lazo de amor el Maestro, el Buen Pastor, se empeña en enseñarnos a afinar nuestra oído para distinguir su voz. En esta escuela el maestro nos ofrece el alimento que brota de su corazón, que es la voluntad del Padre. Su propia fascinación por este alimento nos motiva a querer alimentarnos de este alimento. Entrega libremente su vida al Padre en la CAFA para recuperar con su fuerza y dar vida a otros. Si el grano de trigo no muere no puede dar frutos. En esta escuela, Jesús vive en la CAFA el amor gratuito, la escucha, el discernimiento, la obediencia hasta la muerte y muerte de cruz, la verdad, trasparencia, libertad, confianza ciega en la promesa.
LICHI: Yo soy la puerta, centro de la CAFA fue la experiencia que me acompañó en la oración.
CAROLINA: No llegué a recoger. Me siento incapaz de expresar lo que experimenté en la oración, pero como hay que compartir diré algo y que el Señor se encargue de hacer entender. En primer momento fue entregar al Señor toda mi persona, mis facultades, entregar mi espíritu a su Espíritu para que El haga esta oración y que El me lo exprese como quiera su vivencia en la CAFA. El primer momento fue de silencio y desapropiación mía. En un segundo momento, sintiéndome comunión CAFA, el Señor me introdujo dentro de su propia vida histórica; fue un entrar en el Espíritu desde el momento de su encarnación hasta que entregó su Espíritu y su resurrección. Fue pasando como distintos momentos, de oscuridad, luz, alegría, de paz en una profunda intimidad, su relación con el Padre, con los hombres, con toda la creación, fue la vida histórica de Jesús. Todos los momentos fueron fuertes. Un momento impactante de la experiencia fue su bautismo, experimentar como CAFA, la purificación del pecado, a Jesús y en Jesús el resplandor de la Gloria del Padre. Otro momento fuerte fue cuando el Espíritu lo condujo en el desierto, donde no había otra cosa sino solo el Padre, un vivencia totalizante, el Padre y su voluntad, era desde ese “El Padre siempre está conmigo”, en ningún momento se separó del Padre. Me impresionó muchísimo el momento de la elección de los discípulos: experimenté paz, no había prisa. Era como un estar en el Padre, sin ninguna prisa, moverse al tiempo, al ritmo establecido por el Padre. Y así ver, participar en Jesús como CAFA del despliegue de las obras misteriosas del Padre, las enseñanzas, los milagros, su enfrentar al mal, su pasión, su muerte, su cuerpo sepultado, su resurrección. Creo que la CAFA es el espacio donde Jesús actualiza su vivencia, su vida, toda la vivencia del Padre, las obras misteriosas del Padre. La CAFA es un lugar privilegiado donde poder vivir la persona humana y divina de Jesús, el ser hijos e hijas en el Hijo, tener parte en su vida, en su misión y experimentar el poder de su resurrección. La CAFA dentro del misterio de Cristo, una experiencia de gran intimidad, de comunión profunda, de identificación con Cristo. La CAFA cuerpo de Cristo.

PAUSAMOS PARA VER QUE NOS QUEDA DESPUES DEL COMPARTIR:

LAURA: Siento que hay enorme sintonía entre lo que recogimos ayer y hoy y me sumo a lo que decía Carmen: parece que Dios nos quiere regalar mucho más de lo mismo. La CAFA se experimenta agradecida por el Hijo al Padre. La CAFA se silencia y sobrecoge ante tanto amor expresado en ella.
DIOSNEL: En mi despertó dos situaciones pero hay uno dominante en el sentido de tener la certeza de la vivencia de Jesús en la CAFA y del gran amor que nos regala el Padre por su Hijo, viviendo desde El. La pequeña sensación que no me hace disfrutar es como que miembros de la comunidad quiere sentir el sufrimiento de Cristo en la comunidad. La CAFA en algún momento de su vida ha de sufrir, pero quizás ahora no, pues estamos disfrutando la CAFA Betania con el Señor Jesús. Me llena de gratitud por lo compartido porque siento un enorme amor del Padre que lo vivimos y lo sentimos.
ETEL: Experimento dos cosas: una constancia de que en realidad la CAFA es amada, el Señor nos dice que somos su obra misteriosa y lo otro es percibir que hay cierta diversidad. Siento cierta diversidad en el compartir.
SARITA: Lo que quedó resonando fue la CAFA como lugar de descanso, en donde el Padre realiza su obra misteriosa, en donde Jesús vive su misión. Estamos entrando en una vivencia nueva en donde nos dejamos conducir sin tener una total claridad, en fe y confianza radical, la CAFA disponible para que el Padre realice en ella su voluntad.
DIGNA: Experimento un gusto grande de esa manifestación de Dios de cómo se manifiesta en cada uno de nosotros. De esa libertad de Dios en su CAFA amada, me resuena esto donde Jesús dice: “pequeño rebaño” porque Dios ha querido ocultar estas cosas a los sabios y prudentes y se las mostró a los pequeñitos porque al Padre le pareció bien. Admirada me quedo por esa manifestación de Dios en libertad. Mucha gratitud al Señor por querer manifestarse en nosotros.
MARIZA: La figura que me queda la CAFA después de escuchar a Jesús se queda con María y allí alaba al Señor.
CAROLINA: Experimento mucho sobrecogimiento y decirle al Señor estamos dentro de ti, en ti y para ti.
ALICIA: Gran admiración por el obrar de Dios y acción de gracias por su presencia y acción. Llamada y deseo que todo eso que hemos recibido lo entreguemos, lo demos sin medida como lo hizo Jesús.
OSCAR: Me queda la CAFA espacio de fe, y lugar donde el Señor se realiza, donde el señor se muestra como muy habitado por El y la conciencia que El nos contempla mucho más que nosotros. En el compartir notaba el regalo de sentirnos cuerpo y en algunos momentos esa mezcla de lo personal, donde predominaba la captación de parte del Señor de habitarnos como cuerpo. También eso del descanso del Señor en Betania también me venía.
LICHI: Actitud agradecida al Señor por su presencia, actitud de aprender a escuchar las vivencias de Jesús en nuestra comunidad.
TERESITA: Me queda gratitud, alabanza después de escuchar el compartir, me asombró la riqueza del Espíritu manifestada en la comunidad. Un alimento sabroso para seguir peregrinando desde estas gracias que se nos regala como comunidad.
EMI: Una confirmación grande que el Señor nos dice que habita en nosotros, que habita en la CAFA, va recreando todo su ser en nosotros. Dios contempla, descansa y se alegra. Me sentía así como cuando Pedro le dice: apártate de mí que soy pecador. Reconocer que Dios mora en nosotros y sentirnos pequeño ante eso.
LUISA: CAFA que se siente habitada y donde el Señor puede vivir sus misterios a su manera.
CARMEN: A mí me resuena mucho esto de que la CAFA es el lugar donde Jesús vive su vida, vida que se entremezcla con nuestra vida, con nuestra debilidad y pequeñez. La CAFA un regalo para la Iglesia y el mundo.
DOMINGO:

¿Cómo contempla Jesús a la CAFA? Ef. 3, 14-21

LAURA: Yo me quedé con eso que decía Marisa que la CAFA estaba junto con Jesús y María y allí nos situamos y fue sentir que el corazón de la CAFA está situado en el corazón del Padre. Empapados de las manifestaciones de amor, dejamos vivir a esta gracia, sumergiéndose gradualmente en El, nadar como peces en el corazón del Padre, Jesús agradecía al Padre porque en estos días se concretaba la vivencia de la Trinidad manifestada en gestos, detalles y la transparencia como signo de nuestro seguimiento. El agua es la Santísima Trinidad y el pez la CAFA. La CAFA reconoce y agradece la acción del Padre. Jesús dice: CAFA vive y es en mí, suelta todo lo que podés dejar, déjate ir CAFA. CAFA pez, se alimenta, fecunda en el ambiente agua, que le provee todos los recursos. Hay una comunión suelta y libre de agua. CAFA no puede ser sin agua, CAFA tiene todo su ser de agua, pero no es agua, en la medida que crece CAFA va más allá de ella misma, comparte su vida, se da fecunda y los suyos son y se dan el agua y siguen siendo agua. CAFA refleja el agua donde quiera que esté, el agua desde esa vivencia la crea y va a seguir estando. CAFA está siendo constantemente recreada en la historia de Cristo para seguir siendo de El.
CAROLINA: inicié la oración entregando mi espíritu al Espíritu de Cristo y me introdujo en un profundo sobrecogimiento y fui contemplando a cada uno de los miembros, siendo su Espíritu el protagonista del tiempo y la elección. En segundo momento fue contemplar la viña, entrando y permaneciendo en El en mi realidad CAFA por cada una de las parcelas y en su conjunto como Escuela de Santidad. Comprendí que el contemplar de Cristo tiene dos connotaciones: por un lado, una gran pasividad, que se unía mucho a su propia palabra: “El no hace nada por cuenta propia”. Participé como de un gran descanso donde no hay prisa y creo que esta pasividad de Cristo, sana a la CAFA de toda iniciativa propia. La segunda es que el dueño de la viña es el Padre, la iniciativa del trabajo en la CAFA procede del Padre y aquí el Hijo como un servidor asume, contempla y cumple el trabajo del Padre, según el designio del Padre con cada miembro en las diferentes parcelas de la viña en la medida que dispone el Padre. Esta medida no puede ser controlada por la CAFA. A la CAFA le corresponde dejarse hacer y colaborar con el Hijo del dueño de la viña. El contemplar del Hijo cumpliendo la voluntad del Padre es sumamente activo, limpia, purifica, sana a la CAFA; santifica, salva, redime a la CAFA en proceso de divinización. Terminé con Pablo doblando las rodillas ante el Padre en Cristo, su Hijo Amado que nos permite participar de su obrar misterioso en la CAFA, a El sea la Gloria por los siglos de los siglos, Amén.
OSCAR: Me llegó mucho este texto, lo sentí como regalo del Señor. Fue un rato de presencia del Señor, de experiencia de su inmediatez, muy sencilla, acompañándonos como CAFA. Impulsándonos en nuestra búsqueda y también experimentaba que se nos regala como fundamento de la Comunidad, también reconocía que el Señor contempla con ternura y amor, que ya nos ha introducido en su vida. Reconocía un llamado a ejercitarnos en la vida en el Espíritu en nuestra vida cotidiana de la CAFA, para desde esa experiencia ir buscando qué nuevas concreciones de su gracia nos va dando. También una conciencia honda desde la fe de que crecemos el ser cuerpo en el Espíritu. Crecemos en disponibilidad.
CARMEN: En el silencio y desde esa súplica al Espíritu fui junto con la CAFA adentrándome en esta pregunta de cómo contempla Jesús a la CAFA. Me sobrecogí sobremanera al descubrir el Amor de predilección, escuché al Padre decir: “esta es mi CAFA amada”, volví a experimentar a la CAFA Hija en el Hijo, la CAFA habitada por Jesús, es morada de Dios y en ella es donde el Padre realiza su Reino, donde el obrar del Padre se hace realidad, es aquí donde acontece el Reino y desde la CAFA es donde el Padre se da a conocer en los lugares donde cada miembro realiza y vive la misión de Jesús. Ha sido una oración de mucho gozo, paz y serenidad con la certeza de que Jesús contempla con predilección la CAFA.
ALICIA: El texto de Pablo me ayudó mucho. Pedí al Espíritu ver a Jesús contemplando a la comunidad, lo vi contemplando con profundo gozo, reconociendo la presencia del Padre, Jesús alaba al Padre por la obra que realiza. Mira esta comunidad como un rebaño pequeño, Jesús la mira con misericordia, ternura, ve que es una prolongación de sí mismo, El vive, el Padre ama y actúa en ella porque está Jesús. Porque Jesús puede decir yo vivo en esta comunidad y también sentía muy fuerte esto que somos un cuerpo muy grande con la Iglesia, el mundo y que esta gracia que recibimos llega a muchas otras personas, no estamos solos. Sentía la comunión con los santos, los fundadores, las generaciones anteriores. Sentía una comunión con toda la creación, nos entrega todo para que sea alabanza de la creación.
MARIZA: Inicié la oración entregando al Señor todo lo vivido ayer. En el Espíritu contemplé a Jesús que contempla a la CAFA y experimenté el gozo, la alegría que Jesús experimenta al mirarla. Jesús alaba al Padre y la CAFA se une a esta alabanza de Jesús, experimenta la misma alegría que Jesús expresa al Padre. Dejarnos mirar por Jesús y ver que Jesús contempla a cada persona, cada detalle, cada gesto y todo acoge en su corazón. Jesús ama a su CAFA con el amor de su Padre.
DIOSNEL: Vi la presencia del Padre contemplando a Jesús recogido y a gradeciendo al Padre por su pequeño rebaño. Nosotros unidos de corazón a corazón con el Espíritu y Jesús agradeciendo al Padre, nos mira confiados y nos dice que sigamos unidos orando y esperando en El que mostrará el camino, ya que la obra será realizada en la CAFA según su designio amoroso. Esa unión de corazón me dejó impactado y no podía describir, siento que el Señor está esperando a su comunidad CAFA. Nos queda solo esperar.
ETEL: Pedí que María sea la que medie por nosotros en esta oración. Fui presentando a CAFA una de nosotras y me puse enseguida con Efesios. Jesús oraba en nosotros y agradecía al Padre por lo que se fue fortaleciendo en la CAFA la gracia que el Señor nos regala, por su espíritu se va fortaleciendo el hombre interior, por la fe de El habitados por Dios, por Cristo, pide que en la CAFA sea enraizado el amor y sea realidad el cumplimiento del designio misterioso de Dios. Gozando Jesús por todo. Jesús nos habla de su gozo por la respuesta nuestra, nos contempla caminando, siendo peregrinos de su fe, agradece al Padre que su muerte en nosotros no ha sido estéril. Jesús ora para que sigamos buscando los designios misteriosos del Padre, pido por la fe más radical de la CAFA.
EMI: Experimenté que la CAFA mora bajo el amparo del Altísimo, Jesús nos contempla y ve y desde esa experiencia vamos entrando en el misterio de su amor, experimentaba como la CAFA está en el corazón del Padre en Cristo Jesús. Estamos introducidas en el misterio de amor.
LICHI: Experimentaba en la contemplación esa acogida y alegría interior del Señor en la CAFA, experimentaba el reposo, el descanso de Jesús al contemplar a la CAFA como su amada, el que habita, purifica y centra a la CAFA, actitud de dependencia, agradecimiento y alabanza al Padre por la manifestación del Señor en la CAFA.
DIGNA: Al ver a Jesús contemplando a la CAFA me resonó la Amada y favorecida, habitada. Sus amigos, con quienes El ha compartido todo. Jesús se siente bien en la CAFA, El descansa.
SARITA: Lo que Jesús me comparte al contemplar a la CAFA es su asombro y sobrecogimiento, ya que el Hijo dobla las rodillas y agradece al Padre por lo que El va obrando y realizando en la CAFA, a la CAFA solo queda el expresar el amén. Invita a la CAFA a seguir entrando en el más allá que es el amor de Cristo, le ve a la CAFA fortalecida en la fe. VE a la CAFA su morada donde El siente y encuentra las puertas abiertas y hay lugar para todos y todas. Contemplar la CAFA desbordada de amor, misericordia, ternura, capaz de darse desinteresadamente. El amor de Cristo es un proceso que dinamiza la vida de la CAFA. La CAFA elegida del Padre para manifestar su amor, revelando sus secretos. También vi al Padre que contempla la CAFA con la mirada del Hijo, mirada viva, transparente. Contemplar la viña y preguntar al Señor cómo están las parcelas, vi las parcelas como tierra fecunda y el llamado a cuidar esas parcelas que sigue necesitando de la colaboración de la CAFA. Me venía la imagen del manantial, del agua, hay en la viña mucha riqueza. Riqueza ya desvelada y otras que hay que seguir descubriendo.
TERESITA: Cristo contempla a la CAFA sobrecogida, doblando las rodillas en presencia del Padre. La CAFA en silencio, apertura, confianza y pequeñez como María, deja que se cumpla en ella la Palabra, que Cristo habite en sus corazones por la fe. La CAFA en silencio repite con Jesús y María hágase en mí según tu Palabra atenta a las manifestaciones de Dios en la vida cotidiana. Fue una oración de paz, gratitud y gozo.
LUISA: Sentí que la CAFA estaba envuelta en la paz y descanso profundo del Señor. Con la lectura de Efesios sentí a la CAFA superada totalmente en todo lo que el Padre le propone. Jesús sin embargo, se goza con los pasos que la CAFA fue dando al reconocer las gracias que le fue regalando. Jesús se goza y sobrecoge. Jesús alaba y bendice al Padre por todo lo que la CAFA fue viviendo, contempla a la CAFA con esperanza, la ve renovarse y fortaleciéndose en su interior, la ve cimentada en la fe, que se fue acrecentando en la escuela, el amor gratuito que se va extendiendo y la paz duradera que Jesús regala en esta comunidad. Jesús ve al Padre que se regocija en esa obra que realiza en la CAFA. La invita a descubrir la riqueza de su amor. El Señor ve que el Espíritu del Padre habita en la CAFA ya actúa con fuerza en su debilidad e impotencia. El Padre ensancha el corazón de la CAFA para realizar con mayor libertad su obra en El, la CAFA se siente pobre por todo esto. Y Jesús se une a la CAFA para agradecer al Padre por su obrar y por lo que seguirá haciendo.

QUE NOS QUEDA DESPUÉS DE ESCUCHARNOS:

ALICIA: Ustedes son de Cristo y Cristo del Padre, me surge alabar, agradecer, servir. En todo amar y servir.
DIOSNEL: Sentí mucha sintonía al escucharnos, Dios Papá nos mira con ternura y amor. El Padre ha ido obrando en nosotros, según su voluntad, El no nos fuerza.
CAROLINA: Mucho sobrecogimiento, gratitud profunda, por la gracia de la santidad del Padre que se nos entrega en el Espíritu de Cristo, fe, confianza, profunda ; el que nos entrega esta gracia es poderoso para dar cumplimiento en nosotros en el día a día su fe, su vida, su misión.
SARITA: Me queda paz y gozo profundo al ver que el Padre recrea el amor del Hijo en la CAFA.
CARMEN: Agradecimiento y admiración al ver como el Padre sigue actuando en la CAFA por mediación de su Hijo.
OSCAR: En el compartir percibí mucha sintonía, como el Padre nos contempla, mucha apertura, familiaridad, muy enraizados. Mucha coincidencia y me surge la pregunta de cómo responder a la gracia recibida como CAFA.
EMI: Sentía la confirmación tan grande de que Dios mora y habita en la CAFA, realmente en el Hijo estamos en el Padre y esto me sobrecoge y me lleva a descansar en Dios. Y me surgía esto de cómo corresponder ante tanto amor de Dios. Mucha paz al saber que es el mismo Dios el que va a responder en nosotros.
LAURA: Gratitud y alegría porque se me confirma que somos lugar de descanso de Jesús.
MARIZA: Me viene eso de “qué decir después de todo esto”, la CAFA no tiene de qué preocuparse. Jesús no tiene prisa, va haciendo.
LICHI: Me queda la actitud de agradecimiento y alegría interior por la presencia y manifestación del Señor en la CAFA y experiencia profunda de amor gratuito y entrega del Señor en todo lo que fuimos compartiendo.
ETEL: Veía al Padre contemplando a su Hijo con ternura viendo todo lo que hemos experimentado y viviendo. Viendo al Padre esperando para que sea cada vez más realidad ese sueño de realización de su sueño, dentro de nuestra apertura, docilidad para seguir buscando lo que tiene preparado para nosotros.
TERESITA: Me llenó de gozo el compartir donde se experimento sintonía del Espíritu y me queda resonando la CAFA como viña, espacio, prolongación del corazón del Padre, lugar donde nos revela sus secretos misteriosos.
LUISA: Me queda resonando esto de que Jesús habita en la viña y le pido al Señor que el mismo alabe y agradezca al Padre por nosotros. Lo que el Señor hace en nosotros sobrepasa nuestra capacidad.
DIGNA: Me dejó la certeza profunda de que no hay lugar a dudas de cómo Dios ama a la CAFA, es una comunidad muy regalada por El y sentía que eso no puede quedar solo aquí sino que tiene que salir. El cómo ya dios irá mostrando. Me queda mucho agradecimiento a Dios por ser tan regalada y está en sus manos.