domingo, 22 de junio de 2008

Nada es imposible para Dios

Mis queridos @ hermanos @ en Jesús:
Quiero compartirles mi experiencia de mi último retiro.
El Señor me mueve a realizarlo a pesar de tener varios inconvenientes, uno de ellos era Skype, pues queria hacer mi retiro con Carlos, pero pensaba, si he aprendido otras cosas tengo que aprender esto tambien.
Con gran disposición de encontrarme con Jesús empezamos: Poco a poco con las acertadas orientaciones que cada dia me iba dando Carlos, el Señor me fue mostrando mi realidad, mi verdad: descubrir los engaños del mal: ver que no estaba caminando en fe radical, esto fue doloroso... luego fue apareciendo mi fuerte esclavitud: sensibilidad espiritual, tuve un dia una fuerte lucha interior pero suplicando grandemente a Jesus me libre de esta atadura, el Señor me fue liberando.
La lucha interior seguia pues el Señor me iba abriendo los ojos: Con esta esclavitud no podia agradar a Jesús porque me he estado buscando a mi misma, no caminando en fe, luego un grande dolor invadió mi corazón, mi interior y seguia suplicando a Jesús que compartiera su FE conmigo, una profunda tristeza me invadió y pensaba, nada vale en este mundo, solo la FE EN JESUS, y asi entre muchas lágrimas de dolor y siguiendo los textos y orientaciones que Carlos me daba , con gran confianza y abandono seguia suplicando al Señor me regale el don de la FE en EL.
Uno de los textos: Gen. 12,1-5 el Padre me fue iluminando y EL me regala el don de la Fe en EL, luego lloro mucho al experimentar esta gran compasión del Padre por mi, era experimentar mi gran sed de Dios, mi sed de caminar en Fe y recibir este inmenso regalo...
Con Hebreos 11,1-12, Jesús me transformaba en mujer de FE, EL confirma este don, EL COMPARTE SU FE CONMIGO. Despues de esta oración una profunda e intensa paz inunda mi interior que invade todo mi ser.
Con Gálatas 3,23, el Señor me invitaba a agradecerle este inmenso don y donde El me hacia descubrir mi nueva realidad: Ahora no soy esclava sino hija de Dios. Luego seguia agradeciendole con el Salmo 118, oraba con Jesús alabando al Padre por sacarme de esta esclavitud, le alababa por su obrar en mi en este retiro.
Hermanos @, gracias por sus oraciones, especialmente en mis dias de retiro. Los tengo muy presente a todos en mis oraciones. Les pido me ayuden ahora, orando para que pueda conservar este gran don de la Fe radical en Jesús.
Un abrazo grande en el Señor.
Desde Filipinas les saluda fraternalmente: S. Mónica