sábado, 21 de junio de 2008

CAFA, JUNIO 2008

CAFA, JUNIO 2008

I- ORACIÓN INICIAL:

Canto: Néi Espíritu Santo eju
Lectura de las resonancias al compartir CAFA del mes de Mayo:
De: Teresa Inés, Mónica, Fide y Mari Carmen

Canto: “Yo soy el Camino firme…”
Texto: Mc.12, 38 -44.
Canto final: “Madre de los creyentes que siempre fuiste fiel…”

II- ORACIÓN PERSONAL:

CONOCIMIENTO INTERNO DE JESÚS QUE EXPRESA LA SANTIDAD Y MISTERIO DEL PADRE (Cf. Iluminación del P. Carlos de la Cruz a la CAFA en Octubre del 2005)

TEXTO: COL.1, 15-20.

¿Cómo el Señor ha hecho proceso en mí como sujeto CAFA en ese conocimiento de Jesús que expresa la Santidad y Misterio del Padre?

ALGUNOS ASPECTOS DEL PROCESO

1- CONTEXTO DE RELACIONAMIEMTO INTIMO :

Para crecer en este conocimiento de Jesús pongámonos en el contexto de relacionamiento íntimo con Jesús, donde El vive en mí y yo soy conciente de eso en la fe y la presencia es real en la fe, no es imaginativa, ni sensible y en mi proceso esto ha sido importante.

Este proceso no crece sin que nosotros disminuyamos, si tú quieres ser el oga jara, el dueño de tu vida. El que sabe responder desde sí, el que sabe las vivencias necesarias para ayudar a los demás, no va ir muy lejos. Jesús no crece en las personas si no crean un vacío en sí con la gracia de Dios. Para que Jesús crezca en tu persona, hay que pasar por muertes dolorosísimas, pérdidas, que son necesarias para el conocimiento de Jesús, y mucha gente no quiere aceptar eso, quieren ser los que todo lo pueden.

Este vacío es obra del Señor, y si el Señor ha decidido darte la gracia de crecer en su conocimiento personal, tú vas a ir muriendo y encontrando tu nada delante del Señor, una inhabilidad para dar respuestas desde ti. Podemos llamarlo poda, muerte, desolaciones, fracasos. Si tú vas acogiendo esa poda en vos, vas creando espacio para Jesús. Si luchas contra la poda, luchas contra el mismo Dios. Una de las primeras reacciones es rebeldía, porque no gusta.

¿Por qué Señor? Ya es suficiente, yo quiero ser yo mismo. Desde el hombre viejo surge una rebeldía, no acogemos la poda con naturalidad, pero claro, mientras el Señor no nos dé la luz que mientras yo no muera, El no puede vivir en mí; el Señor tiene que decirme: si no hago esto, es imposible la vida en el Espíritu. Mientras más vacío de ti misma, más presencia de Jesús en ti. Mientras menos vacío de ti misma y más presencia tuya, menos presencia de Jesús.

Aquí como dice Ignacio hay que ir en contra, no te dejes llevar por reacciones humanas. Si sientes rebeldía ante podas, pides más podas. Dejarte llevar por lo que el Señor ha dicho: Mueres a ti mismo, Yo vivo en ti. Hay una gracia que hay que pedir: Pódame Señor aunque me duela. Cuando viene la poda, vas a sufrir, porque somos seres humanos, pero hay que ver que es necesario para que el Espíritu obre en ti.

 LA VIDA CRISTIANA ES UN COMBATE ESPIRITUAL

El Reino se conquista vaciándote, haciéndote pequeña. “No temas pequeño rebaño, al Padre le pareció bien regalarte el Reino.” -Lc. 12, 32. Esto no es parche, esto es un combate espiritual. La identidad de la CAFA trae poda, transformación, en un nuevo sujeto que se llama Cristo Jesús que te habita. Hay muy poca gente que quiere esto, la gente quiere parche, ser un poquito mejor.

Decía Pablo: “No me avergüenzo del Evangelio. Es una fuerza de Dios y salvación para todos los que creen…” –Rom. 1, 16. Acoger el Evangelio, implica violencia y eso a fuerza de evangelio. Evangelio, tómenlo como la persona de Cristo Jesús, la Buena Nueva del Padre. El Evangelio en primer lugar es una persona. El Evangelio en segundo lugar es un mensaje. A fuerza de Cristo Jesús, a fuerza de Evangelio, Dios regala el Reino a la Vida Consagrada. En Cristo, Dios tiene toda la de ganar, y en nosotros toda la de perder, todo lo que impide que Dios sea en nosotros.

Aquí está surgiendo una nueva metodología, muy incipiente que es la de dejarte hacer violencia por Dios y olvidar pretender el futuro. Conocemos la gracia prometida, eso basta, esto yo lo veo como un rasgo que debe definir a la CAFA, pero sin una determinación deliberada no vamos a ir a ningún lado, hay que comenzar por aquí. Si no te dejas vencer por Dios, no se comienza, y la violencia tiene que surgir de un amor recibido. Dios te tiene que seducir, así tienes plena confianza en Aquel que te amó primero. -1ra Juan 4, 19. “Me has seducido, Yave, y me dejé seducir por ti. Me tomaste a la fuerza y saliste ganando…” –Jer 20, 7. Seducido por el amor de Dios y entonces hay una nueva creación. Jeremías, no es Jeremías, es el profeta en el que Dios se manifiesta en vida y palabra.

La CAFA tiene que dejarse seducir y dejarse hacer violencia. El que no se siente llamado a esto, no es para la CAFA, y, quien no es llamado a esto, no es para la Vida Religiosa, Vida Religiosa auténtica.

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de Dios es cosa que se conquista, y los más decididos son los que se adueñan de él.” -Mt. 11, 12. La conquista empieza con dejarte que Dios haga con vos lo que se llama poda. El árbol que se poda, se tiene que dejar hacer esa violencia. Los más decididos…los que se dejan que Dios les haga violencia, que sea más fuerte que ellos, esos se apoderan del Reino porque el Señor se los regala. El que no se deja podar, que se olvide del Reino. El que le pone límites a las podas, que se olvide del Reino. El que no tenga determinación deliberada, una decisión irrevocable, para que Dios haga lo suyo en él o en ella, que se olvide del Reino. Ante todo esto te sobrecoges, no te pones a luchar en contra, ni te pones a hacerte ñembota…tonto, sino hay correspondencia de tu parte, no pienses que Dios lo va a hacer todo.

Si el Espíritu no empieza a definirte desde la transformación que hace en vos, y vos no colaboras, olvídate del Reino, no lo vas a conquistar. No es violencia física, es esa violencia que hay que dejar que Dios haga en nosotros: “fuiste más fuerte que yo y me venciste...” --Jer. 20, 7; esto es evangélico.

 OSCURIDAD ESPIRITUAL:

Hay que interpretar las vivencias desde el Señor, no desde uno mismo. Definirse desde la gracia, es lo más vivo que le define a uno, es desde el designio de Dios, que El se manifieste, esto exige una gran muerte a lo que yo sé, a lo que creo, por eso les hablé de esa necesidad de crear el vacío interior. Yo me defino desde lo que el Señor me regala, y si no me defino desde la gracia, soy nada. Oscuridad es una experiencia de vaciamiento. No es alejamiento de Dios, sino acercamiento de Dios, en su Misterio Absoluto. Esto te dice la fe, no la sensibilidad. La fe tiene que definir tu oscuridad. Dios viene en total oscuridad al hombre, El es Misterio Absoluto. Ahora, si experimentas eso y te desanimas, estás siendo engañada. La persona que no acepta la vivencia de oscuridad, como una manifestación del Misterio Absoluto en ella, no avanza en la santidad; es que tenemos nociones infantiles de Dios. Creemos que cuando le sentimos a Dios, El está presente; es lo opuesto, en la fe la sensibilidad calla.

Dios es totalmente Otro, la sensibilidad no puede captar al Misterio Absoluto que se recibe en fe, y Dios cada vez está queriendo empezar a llenarte y tú diciendo: me has abandonado. No estás interpretando correctamente.

Primer punto: La Santidad es rasgo esencial de la Divinidad, sólo Dios es Santo. Para el ser humano Dios es Misterio Absoluto, entonces, cómo vas a decir desde tus capacidades Dios está aquí, Dios no está aquí. El ser humano que se deja amar porque a Dios le pareció bien, va a ser podado, vaciado y ese vaciamiento implica oscuridad, que hay que acoger en fe, como signo de su presencia en él o ella. Si no acoges en fe caes en una frustración tras otra y no avanzas.

Ante esta oscuridad, el hombre de fe se sobrecoge y dice: Amén. No cuestiona. No pregunta, y acoge en una experiencia de admiración del obrar de Dios y esto sólo la fe te lo dice y cuando viene la poda y la oscuridad, la fe me dice, qué amada/o soy de Dios, ha decidido habitarme. Esta es la respuesta de uno ante el Misterio, entonces avanzas. Cuando acoges la oscuridad en fe, el amor de Dios empieza a manifestarse amando a los demás.

Tenemos que ir adentrándonos en la vida en el Espíritu, ser gente que come carne sólida y no leche de niños que maman. Estás en buen camino y el enemigo te hace pensar que te desvías.

Creo que hemos avanzado mucho en un consenso de fe vivencial. Hemos dejado que ese Misterio de Dios, sea Dios. Y si es a base de amor y poda, que sea para que El sea todo en nosotros, eso es un comienzo de la santidad. No se vayan a desanimar por la fragilidad humana, porque lo que buscamos, lo buscamos como personas imperfectas. Si hay momentos en que fallaste, el Señor te levanta, y si piensas que vas a caminar intachablemente, estás equivocada/o. Esto se vive entre caídas y levantadas. No nos podemos dar el lujo de desanimarnos, desalentarnos por las caídas. Deja que la experiencia de Pablo te anime: “No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un “perfecto”, sino que prosigo mi carrera para conquistarla, como yo ya he sido conquistado por Cristo. No, hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás, corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, que es llamada de Dios en Cristo Jesús.” –Fil. 3, 12-14.

2)- ESTE CONOCIMIENTO DE JESÚS TIENE QUE SER ATEMÁTICO. La persona que comienza en el conocimiento de Jesús, siempre comienza con un conocimiento temático: el Señor que me ama, el Señor que me ilumina, el Señor que dio su vida por mí, el Señor que me invita a seguirlo…siempre hay una motivación que subyace en el conocimiento de Jesús y es importante al comienzo para correr la carrera. Veo que algunos están todavía muy en el comienzo.

Esto es obvio, hasta aun en las mismas uniones íntimas, amorosas. Un matrimonio de 50 años, no dice: amo a mi esposa por esto, sino, amo a mi esposa, sin necesidad de tener una razón para amar, no hay necesidad de razones. Cuando hay razones, estás justificando la acogida, porque no te entra. Conozco a Jesús en su persona, no necesito motivaciones, razones. Acojo a Jesús en su realidad personal, atemáticamente. En esto, veo necesidad de crecimiento en la fe.

Se crece cuando no hay razones para creer, esperar, amar. Si hay razones, no se crece. Algunos están en procesos más avanzados, otros tienen que crecer. Entonces comenzando por lo que dije al principio, creo que fue muy positivo el compartir, pero les repito: el conocimiento de Jesús es para una santidad que es misión y el conocimiento de Jesús no llega a ser pleno, mientras no sea desde una comunidad y la razón es obvia porque el agente más cualificado que tiene la Iglesia es la Comunidad, no la persona.

III- PRECONSENSO SURGIDA DEL COMPARTIR LA ORACIÓN PERSONAL

 Hay un reconocimiento de la primacía del señor en la CAFA. Acción de gracias por su presencia y actuar en la CAFA. Reconocimiento concreto, nombrado de pecados personales al mirar a Cristo que revela al Padre, nuestro impedimento y la necesidad de la poda. El llamado a la conversión. Actitud de entrega y abandono. Hay docilidad de la CAFA ante lo que El Señor nos está mostrando. Sentimos un ánimo espiritual que empuja para adelante a la CAFA. Paz, certeza de la presencia y acción del Espíritu. Humildad al reconocer que nada está garantizada desde nosotros, sin la acción del Señor en esta conversión que El nos está pidiendo.

 Certeza grande que hay proceso de fe. Cada uno con diferentes palabras fuimos compartiendo nuestras idolatrías y más como CAFA, y allí le permitimos al Señor, vivir la santidad cotidiana, el vaciamiento interior que va en proceso, como fruto del amor gratuito. Gracia que vamos viviendo, el sentido de comunión como CAFA grande, de nuestros hermanos que también siguen nuestro proceso. El gustar de nuestra nada, ya que allí la grandeza del Señor resplandece. La CAFA está dispuesta a lo que el Señor va pidiendo. El Señor habita en la CAFA.

 Certeza profunda de la presencia de Dios CAFA, con los compartires se capta, llamado a la humildad, sentirnos nada pero muy amados. Deseo de dejarnos conducir, hay una búsqueda. Queremos que el Señor conduzca nuestras vidas como CAFA. Conversión en la vida cotidiana, invitación a estar atenta, cómo estoy en este proceso.

 Llamado a ahondar en el vaciamiento personal para que el Espíritu fluya por el conducto CAFA. Destrancar a Dios, hacerle ese espacio que no está teniendo, sin violencia. Estate atenta CAFA, no te detengas. Ensayarme a vivir plenamente desde y para el Padre porque la comunidad es el ámbito cualificado de la iglesia. Como niña pequeña dejarme conducir.

 Deseo de profundamente permanecer en el querer de Dios. Vivencia de la gratuidad. Necesidad de que Dios nos habite a nivel personal y comunitario, un más en el Señor. Vivencia sentida de CAF cualificada en la iglesia. Leer las pobrezas humanas desde Su mirada.

 En la CAFA es donde aprendemos la poda aunque sea dolorosa, es una poda de amor, procede del amor infinito de Dios hacia nosotros.

 Estar atentos a esa presencia de Dios en nosotros en la cotidianeidad, la unidad, la comunión desde el amor gratuito. Gracia de gustar nuestra pequeñez, para agarrarnos más de El y dejarnos conducir, el Señor nos llama por allí. El material que nos envían con anticipación para orar, nos ayuda a prepararnos de otra manera para el encuentro.

 Vivir el momento presente que Dios regala y no dejarnos engañar con el pasado o el futuro.

IV - VIVENCIA COSENSUADA

Reconocimiento de la primacía del Señor en la CAFA. Acción de gracias por su presencia y actuar. Reconocimiento concreto, nombrado de pecados personales al mirar a Cristo que revela al Padre. Ánimo espiritual que empuja para adelante a la CAFA. Paz, certeza profunda de la presencia y acción del Espíritu. Hay proceso de crecimiento en la fe. El vaciamiento interior que va en proceso, como fruto del amor gratuito. El gustar de nuestra nada, ya que allí la grandeza del Señor resplandece. La poda aunque sea dolorosa, es una poda de amor. Leer las pobrezas humanas desde su mirada. Llamado a ahondar el vaciamiento personal para que el Espíritu fluya. Estar atentos a la presencia del Señor en la cotidianeidad. Conversión en la vida diaria.