viernes, 30 de octubre de 2009

Pasar por el desierto y Renovarse

Queridos hermanos (as) en la fe
quiero compartir, como en este tiempo me he vivido, ahora estoy en Ciudad del Este en mi experiencia comunitaria y Pastoral como continuaciòn de mi noviciado, al venir sentìa en lo profundo de mì que algo se tenìa que renovar en mì, no sabìa que era, tenìa una gran nostalgia del Señor y me encuentro que aquì estaban algunos hnas(os) reuniendose como Cafe, eso produjo en mì una esperanza , ahora he participado en dos encuentros y el ùltimo fue muy iluminador para mì, ya que estamos retomando la interiorizaciòn del 2005 y este proceso me ha ido introduciendo nuevamente a la gracia ya regalada de la peregrinaciòn en la fe, del sobrecogimiento de Jesùs al Padre en mì, esto ha calado hondamente he orado todo esto y me calzaba que Jesùs querìa darme a gustar nuevamente esta actitud interior de sobrecogimiento, de humildad que agrada al Padre, el sentirme frente a Dios como creatura para que èl haga en mì lo que le parece bien, esto ha ido creando una renovaciòn interior de la actitud que ya iba perdiendo en lo profundo, donde nuevamente me voy sintiendo en mi lugar y humana, tambièn tuvimos un dìa de retiro en la comunidad donde Jesùs renovaba en mì la entrega al Padre que tampoco hacìa desde Jesùs, sino como un cumplir y mecanicamente, ahì sentìa mi infidelidad a la gracia, a la escucha fiel y vigilante en el espìritu y me dejaba sentir y me experimentaba como la hija pròdiga que es acogida nuevamente por mi PADRE/MADRE DIOS en sus entrañas con tanto amor y compasiòn por mì, que me renovaba toda, podìa gustar de este reencuentro y de su gran amor y fidelidad por mì, tambièn fueron sacados a la luz algunos engaños del enemigo que desanimaban mi caminar y mi esperanza, utilizando mis heridas e inseguridad en mi caminar para desistir del peregrinar, todo era un gran regalo para mì, y lo compartido en la Cafe me animaba mucho, el apoyarnos , el compartir, el confrontarnos, para poder caminar juntos, fue lo que me abriò a la renovaciòn de las actitudes de Jesùs en mì, que ya no sentìa con fuerzas, pero el anhelo era muy grande que me encaminò nuevamente.
Agradezco profundamente al Señor y a mis hermanos en la fe todas las gracias que Dios nos regala y se empeña en que vivamos su Santidad y nos dejemos conducir por el espìritu como nuestro maestro, palpaba la gracia renovandome, fortaleciendome y saberme nuevamente que nada se, que mi Señor es el que sabe lo que es mejor para mì y volver a cultivar mi relaciòn con èl de una manera diferente.
Palpaba que mi peregrinar ya era mediocre, superficial, y no en serio como èl querìa.
Puedo concluir que el caminar es un renovarse en la gracia que esta dada y el gran amor que me tiene y nos tiene, nos hace experimentar su fidelidad en nuestra humanidad que nada puede sin èl.
Mucho ànimo y apoyemonos en nuestro caminar unidos a la fidelidad de Dios por cada uno de nosotros.
Cariños. PAOLA