Queridas/os todos/as:
De nuevo en contacto con ustedes para compartirles mi momento en la caminada.
Hasta este momento he estado:
conociendo la realidad; participando en las diversas pastorales de la parróquia ; aprendiendo el idioma, pero sin ninguna responsabilidad, ni acción directa, inculturándome y atenta al Espíritu para ver lo que me va mostrando.
En este tiempo voy sintiendo una moción interna, que me hace decir: ya es la hora.
Las mieses ya están amarillas para la siega.
Todavía no hablo bien el idioma, pero así el Espíritu y la Palabra hablará con más fuerza en mí.
Solo tengo que mostrar como San Juan Bautista: “Ese es el Cordero de Dios…” y desaparecer para que El crezca.
Voy sintiendo de ofrecerme al párroco para comenzar un proceso de formación de los líderes de las diversas pastorales, para darles a conocer a Jesús, la Buena Noticia del Amor compasivo del Padre a los pequeños, y cómo vivir su seguimiento.
Experimento una atracción interior hacia esta formación a los agentes multiplicadores, para que con su vivencia den a conocer a Jesús a las personas que tienen encomendadas.
Siento que es una necesidad grande y que nadie realiza y que ellos, sin saberlo nombrar, lo están pidiendo.
Recen al Espíritu, para que pueda captar bien y asumir lo que el Señor está queriendo para mí en este momento, y dónde quiere que colabore en su chacra, como sierva inútil.
Un abrazo fraterno
M.ª Carmen
