domingo, 9 de noviembre de 2008

Actuar de Dios

Querid@s Hn@s, hacoce unos dias el aleteo de Espíritu me inquieta e invita a compartir con ustedes mi vivencia.
Lo vivido y compartido en el Señor en la Comunidad CAFA siento expresado en la imagen de la lluvia tranquila y serena que lentamente penetra y empapa la tierra, gotas de gracia que va penetrando en la vida de la CAFA, a su ritmo. En ella se vigoriza el colorido de la naturaleza, los dones, las cualidades, matizado por las fragilidades que la conduce a un total dependencia de su Creador e invadida por su amor misericordioso se deja sentir la compasión y ternura del Señor. Dócil a la acción de su Espíritu que recrea el Amor en sólo Dios, la comunidad asiente ser conducida por Él a mirar su momento, su caminar y el horizonte hacia donde orientar la fuerza, las energías vitales; en especial el apasionamiento por Jesús, el Elegido, el Hijo Amado del Padre. Cargado de esperanza y con espíritu de fe se anima a lanzarse confiada de aventura a aventura en actitud de “el grano de trigo que muere” a vivir su ser de comunidad y amor desde el amor gratuito, a permanecer en Él, dejando total protagonismo a Dios.
La comunión, el ser cuerpo en Cristo sigue su cause de consolidación, y cada uno de los miembros consciente de la exigencia y el dinamismo que empuja a estar en permanente entrenamiento, como atletas de Dios. En esta vivencia de comunión entre nosotr@s experimento que disipa toda resistencia, rompe toda espectativa y nos sostiene en su presencia, manifestación de su bondad y amor incondicional.
Esta mañana en oración sintiéndome en comunión con ustedes, el Señor nos condujo a contemplar a la comunidad que con sencillez reconoce y nombra su sombra, asumiendo su ser de humanidad débil y necesitada de Dios. En este momento de su caminar acoge en fe que “la debilidad asumida atrae el amor misericordioso del Padre”, quien pacientemente remueve la tierra de su querida CAFA y la prepara para seguir cultivando la capacidad de centramiento de su corazón, solo en Él.
La rica experiencia de la comunidad me lleva a contemplar a la CAFA que está en camino, vigilante, “la peregrina”, que paso a paso se deja irradiar por el Amor del Dios de Jesús, el TODO OTRO, reflejado en la vida de oración y acogida en fe, el proceso de transformación por la que fue y sigue pasando: la poda, la aceptación de su pequeñez y en algún momento tuvo que hacerse violencia para experimentar el vaciamiento de si misma, abandonarse en las manos de Dios, dejándole libertad para que vaya llenando la vasija de barro con el agua que brota del manantial, el agua de la vida.
Siento como una manifestación de Dios asombrosa, que en actitud sobrecogida la comunidad mira y contempla con los ojos de Jesús su realidad, la gracia llevada en vasija de barro. El crecimiento está en no lamentarse de las limitaciones, caídas o debilidades, sino que como cuerpo configurado en Cristo, reconoce que el “amor misericordioso de Dios”, le puede más y en Él se encuentra fortalecida. Urgida por Cristo a anunciar el Reino, dejándose revestir por los mismos sentimientos de Cristo. Pues, en la comunidad Jesús revela el Proyecto del Padre y en los diversos lugares de misión.
La presencia de María silenciosa, afable, audaz, también va marcando ritmo en nuestras vidas, ella nos une a Jesús y este nos envía a ser luz, a anunciar que el Reino de Dios está ahí donde estemos, en medio de su pueblo.
Abrazo cariñoso en Jesús...
Sarita