martes, 12 de febrero de 2008

Recogida de gracias de mis EE EE

Queridas tod@s:

A final de Enero, tuve ocasión de hacer EE EE,
hace pocos días que estoy de vuelta en casa,
y hoy, voy a compartir con ustedes mi rertiro, en resumen, pero lo suficiente para que puedan captar la obra del Señor en mí.

Todo el año, estuve intranquila porque el destino al Brasil no me parecía que había sido bien discernido, desde mí.
Sentía añoranzas de Cuba, queme hacía sentir triste.
Esto, unido a lo que me cuesta la lengua, me parecían signos del Señor, de que no estaba en el lugar que El quería para mí.
Así fuí al retiro.

Cuando llegué, lo primero que me encontré,
fue con la mirada de María, en un icono,
que me decía sin palabras,
que yo había aceptado la voluntad de Dios, de venir al Brasil,
le había entregado conscientemente, el no ir al Paraguay, mi expectativa,
pero que en el incosciente estaba sin entregar mi deseo de volver al Paraguay,
es decir, segundo binario. Lloré mucho.

Después el Señor me fue llevando, para convertirme a El.
Hasta que unió mi Voluntad a la suya, amando solo lo que El quiere para mí,
desde esa libertad interior que solo El, crea en el hondón del alma.

Al recoger las gracias, las nombré así:
Confirmación de que el Padre quiere que yo, esté, ahora en Brasil, en Almenara.
Determinación de hacer su Voluntad, hasta el fin, "cueste lo que cueste".
Sentía Paz, pero no alegría sensible. Y le pregunté al Señor, si me faltaba algo de entregar, por qué no estaba alegre.

Salí a pasear, pidiendo al Espíritu que me confirmara las gracias.

Y sentí que Jesús me decía:

"vos piensas que Yo iba alegre a la pasión?"
Yo iba,confirmado en que era eso lo que el Padre quería para mí, para realizar su Plan salvador y determinado a realizar, hasta el fin, su Voluntad.
Y vos, conmigo estás vivenciando ésto: confirmada en la Voluntad del Padre para vos y determinada a hacer su Voluntad, cueste lo que cueste.

Me decía ésto sin palabras, pero era muy claro
y añadió una Promesa:
Me "verás" en "Galilea", yo entendí, por dentro, que me daría la alegría en la misión.

Y así está siendo, desde que llegué a Almenara, siento ese contento, que dice S. Ignacio.

El Señor es Bueno y Compasivo.
Un abrazo grande
M.Carmen