Nuestro Dios en su gran misericordia me ha regalado ser una con El en su amada comunidad del que me hizo parte por pura Gracia y hoy puedo comprender como la Fe une, nos hace hermanos y trasciende mas alla de lo que uno humanamente disipa ver.
En este mes tan lleno de acontecimeintos me doy cuenta del toque cariñoso y fiel de mi Señor renovando en mi su alegría esa que solo El puede dar, un gozo inetrior en medio de tantos quebrantos y desasociegos que he experimetado y solo El en mi puedo vivir con esperanza y paciencia, con gozo y reposo cada situaciòn y por que no cada frustraciòn que bastante lo he vivido. Dios me regalò compartir con El su Espiritu de paz y tranquilidad y como un niño que acaba de ser amamantado aguardando su presencia, siento asì, en lo hondo de mi corazon una alegrìa sin fin, no como la que da el mundo o un estado de ánimo sino la alegrìa interior, la paz y el descanso en los sobresaltos cotidianos.
Tambien me surgen muchos interrogantes, y me resistia compartir mi vivencia de fe en esta pagina pues siento que mi humanidad tal vez sea la que reclama ( no lo tengo claro) pero me pregunto: qué ha pasado de esta pàgina, por que tan poco compartir? que esta sucediendo en cada uno de sus animosos miembros? donde esta esa emociòn inicial , ese arranque, ese "vamos" ese si que cada uno ha dado libremente? y sentia en mi interior cierta resistencia pero con dificultad para comprender si es tiempo del Dios del silencio o que sucede y asi pedí la Gracia al Señor y El mismo se tomo el trabajo de disponerme, pero le soy sincera al decirles que me siento compartir en el desierto y asi tambien el compartir de las pocas y casi simpre las mismas personas cada mes.
Quiero dejar a cada miembro de esta comunidad en manos del Señor, es su comunidad muy amada y El quiere santificar/nos y EL sabe que es lo mejor, el modo y el tiempo. Si a Dios no le parece pues todo acabarà si a El le parece soplarà su Espirtu y harà revivir esas brazas que estan bajo las cenizas esperando un soplo que las haga revivir.
A todos mis hnos y hnas en la FE los tengo en el corazòn de nuestro Dios, hoy y simpre y aunque mi presencia no puede ser fìsica, estoy convencida que el Espiritu es lo que da vida y nos une a El que nos da la verdadera alegría interior.
Un abrazo fraterno y me fio de sus oraciones.
Blanca stj