lunes, 29 de octubre de 2007

Si sentìs el amor de Dios andad alegres

Nuestro Dios en su gran misericordia me ha regalado ser una con El en su amada comunidad del que me hizo parte por pura Gracia y hoy puedo comprender como la Fe une, nos hace hermanos y trasciende mas alla de lo que uno humanamente disipa ver.
En este mes tan lleno de acontecimeintos me doy cuenta del toque cariñoso y fiel de mi Señor renovando en mi su alegría esa que solo El puede dar, un gozo inetrior en medio de tantos quebrantos y desasociegos que he experimetado y solo El en mi puedo vivir con esperanza y paciencia, con gozo y reposo cada situaciòn y por que no cada frustraciòn que bastante lo he vivido. Dios me regalò compartir con El su Espiritu de paz y tranquilidad y como un niño que acaba de ser amamantado aguardando su presencia, siento asì, en lo hondo de mi corazon una alegrìa sin fin, no como la que da el mundo o un estado de ánimo sino la alegrìa interior, la paz y el descanso en los sobresaltos cotidianos.
Tambien me surgen muchos interrogantes, y me resistia compartir mi vivencia de fe en esta pagina pues siento que mi humanidad tal vez sea la que reclama ( no lo tengo claro) pero me pregunto: qué ha pasado de esta pàgina, por que tan poco compartir? que esta sucediendo en cada uno de sus animosos miembros? donde esta esa emociòn inicial , ese arranque, ese "vamos" ese si que cada uno ha dado libremente? y sentia en mi interior cierta resistencia pero con dificultad para comprender si es tiempo del Dios del silencio o que sucede y asi pedí la Gracia al Señor y El mismo se tomo el trabajo de disponerme, pero le soy sincera al decirles que me siento compartir en el desierto y asi tambien el compartir de las pocas y casi simpre las mismas personas cada mes.
Quiero dejar a cada miembro de esta comunidad en manos del Señor, es su comunidad muy amada y El quiere santificar/nos y EL sabe que es lo mejor, el modo y el tiempo. Si a Dios no le parece pues todo acabarà si a El le parece soplarà su Espirtu y harà revivir esas brazas que estan bajo las cenizas esperando un soplo que las haga revivir.
A todos mis hnos y hnas en la FE los tengo en el corazòn de nuestro Dios, hoy y simpre y aunque mi presencia no puede ser fìsica, estoy convencida que el Espiritu es lo que da vida y nos une a El que nos da la verdadera alegría interior.
Un abrazo fraterno y me fio de sus oraciones.
Blanca stj