miércoles, 28 de abril de 2010

INTERIORIZACION CAFA 2010

VIERNES 5 DE MARZO DE 2010
Interiorizar el punto 5 de nuestro folleto de la santidad y ver cómo la CAFA se ve reflejada en el.

LAURA: La CAFA se dispone ante la Santísima Trinidad, agradecida, orante, celebrando la experiencia certera de: “Llamó a los que El quiso…. Vinieron a El… los constituyó para enviarlos” El Espíritu Santo manifiesta a la CAFA: “Habiendo permanecido en la base de tu pleno aprendizaje: COMUNIÓN íntegra, en mi tiempo y clima, de serenidad, paz, sin prisa; se te concedió la gracia, Vida en Cristo, nuestro Espíritu en vos, en nosotros, ya habitada, se te regala el Honor de Servidora. Por esa tu inquietud, tu búsqueda, curiosidad, interés, a revelaciones y revelaciones, a conocer, a vivir el Secreto…. ¿Cual? Desposeída, acoger Tu Ser, canal habilitado y habilitador, desde esa actitud central en la que fuiste delicada y dedicadamente entrenada, más allá de tus interrogantes, dudas, temores y dolores; a vivir en, aquí estoy, en Vos soy. He aquí tu disponibilidad CAFA, tu disposición probada al acatamiento de tu Ser hermana en Cristo, por tu apertura a las consecuencias que hoy ya son huellas innegables ya probadas: Violencia a tu ser, acogida al sufrimiento, a la debilidad, al dolor, a la desprogramación, a la confrontación, a la persecución, al rechazo (La CAFA solo siente que todo cuanto el Espíritu Santo nombra es vida vivida). La riqueza de la vida, es donar lo recibido con la misma actitud, certeza y firmeza que recibiste, con sus consecuencias…en la cruz esperando por lo que vos ya vivís, Mi Resurrección para con los otros. Este es tu lugar CAFA, fuiste y sos llamada en el cerro y enviada desde allí” La CAFA queda muda, solo revive testimonios imborrables de lo declarado y, su silencio grita confiada en el Espíritu: “¡Amén!” Después de mucho reposos responde la CAFA al Espíritu del Resucitado: “¡¿Qué más esclarecer?!Sobrepasa mi limitada y frágil pequeñez tu declaración. Conoces todo…. Y convocarnos a compartir el sentido de Tu vida…ser hermano en El, hermanos junto al hermano, nosotros lo vivimos y palpamos encarnecidamente. Sabes qué experimentamos en lo, más hondo de nuestro ser CAFA, sabes todo. Es un privilegio cuanto nos encomiendas, un honor ser contigo, una plenitud ir contigo a otros, desde Vos. Acaso algo diferente a este permanecer soldadas contigo, podría nuestro ser sudar, exhalar, manifestar actuar, si así y aquí estamos?! Confiada en la gracia de cuanto caminamos en vos, acojo y digo: Amén” El Espíritu Santo y su memoria de Riqueza hecha obra en la CAFA bulle, instando por su naturaleza a no ser represada; la CAFA percibe cómo se abren las compuertas de Amor…cauces llenos de Promesa. Continua la CAFA en un silencio celebrante, agradecido y desbordante…vive con fuerza. Quedó resonando el “vayan a otros en mí con las mismas actitudes que con Uds”. Es lo que permanecía en el fondo…actitudes…se sucedían imágenes de tiempos antaño como los de la charla de anoche, firmeza, esperanza en todo el relato, Dios es siempre el mismo a pesar de los movimientos y diversidades…

LICHI: Al retomar el punto 5 experimento acogida a la vida de Jesús como única riqueza del Padre para la CAFA. La moción que deja en mí es la disposición profunda y confiada ante Jesús que se manifiesta libremente y nos envía a compartir su vida como verdadero regalo para el mundo. Confianza y abandono, descanso interior ante el protagonismo del Señor en la CAFA, nos revela su obrar misterioso como vida en Él desde una profunda entrega incondicional y acogida de Reino como vida en el Señor.

CAROLINA: Durante la mañana tuve 2 espacios de oración. En la 1ª, hubo dos momentos, el Espíritu del Señor empieza poniéndome en comunión con la CAFA, fueron apareciendo los rostros y fui sintiéndome uno en Cristo con cada uno de ellos. se dio de esta manera: primero, los de las diásporas continuando con cada uno de nosotros y la experiencia impactante es que en todos y en cada uno vi y sentí los rasgos de Jesús crucificado y en mí acatamiento: “Si Padre, así te pareció bien” Luego Así en comunión con esta experiencia el Espíritu me ubica en 1º lugar ante Pablo, (que me produjo mucha alegría, pues me siento amiga y en gran sintonía con él) pero no pude quedarme ahí, el Espíritu me conduce ante Pedro como CAFA y en mi experimenté acatamiento “Sí, Padre, así te pareció bien” (imposible salir de ahí), experiencia de comunión y permanecer la CAFA unida, animada por el Espíritu de Cristo, donde el total protagonista es Cristo y la CAFA desposeída, sometida en fe, en total acatamiento. (No pude leer nada) Atrapada por el Espíritu de Cristo la CAFA en Pedro. ¡Amén, Glorias, Alabanzas, Sabiduría, Acción de Gracias, honor, poder y Fuerza a nuestro Dios, Amén…!
2ª oración, inicié con la lectura del punto 5 donde experimenté profundo sobrecogimiento al acoger el conocimiento de Cristo que se me ha entregado, no para que me quede con el entendimiento del misterio sino para que el Espíritu siga actuando. Fue un ver a la CAFA salpicando el mundo, llevando en si los rasgos del crucificado, permaneciendo en comunión con Pedro que también fue crucificado. Me resonaba los votos religiosos y el compromiso matrimonial de Diosnel y Laura como instrumento de esta permanencia en la cruz. Experimento que la CAFA se reconoce ya apóstol y que ya está entregando esta vida compenetrada con Jesús en su sufrimiento. Me impactó fuerte el texto de Hebreos 2, 10 – 11: “Dios, autor de todo… quería llevar a la gloria a un gran número de hijos… y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que iniciaba la salvación…” experimento la actitud de acatamiento en fe de la CAFA en este proceso de compenetración con la vida en Cristo en su sufrimiento. Jesús es el que da la fuerza, el que nos mantiene, es el Amén al Padre en nosotros. Percibo que se abre un camino de mayor cooperación de la CAFA con esta manifestación de las riquezas de Cristo que se nos concede. Percibí sentimientos de pequeñez, compasión, sobrecogimiento, acatamiento, apertura, agradecimiento.

NORMA: La imagen de la barca apareció en mi oración. El Señor nos invita a experimentar un peregrinar diferenta con El, en este lugar donde no hay seguridad, donde no tenemos de qué agarrarnos. Todos estamos invitados a partir con El en comunidad, ya no somos discípulos que le estamos siguiendo, somos sus amigos íntimos, por eso nos selecciona a nosotros y nos introduce a su barca que Él mismo conduce. Todos estamos dispuestos a acompañarlo, en su compañía todo es mejor, estamos en intimidad con Él, nos sentamos todos a su alrededor, ustedes, son mis amigos, nos dice con insistencia, esa presencia de Jesús que llena todo. Nos convoca como CAFA, cada uno somos corresponsables uno del otro. A pesar de nuestras diferencias todos debemos peregrinar juntos en la fe, nadie puede quedar por el camino Somos CAFA y no de un solo lugar, somos CAFA en Egipto, Estados Unidos, Chile… y muchos otros lugares…(Fide, Faty, Carlos…) Este lugar es un lugar santo donde Moisés se encontró con el todo Otro, el Sinaí, aquí hay presencia de mi Padre, El está con nosotros nos asegura Jesús, por eso no teman en caminar juntos, son CAFA. El Espíritu de Dios en la CAFA es el que hace posible que vivamos el Reino de Dios. Cristo nos llama con insistencia a asumir la voluntad del Padre. Nos llama a vivir en serio la santidad en lo concreto, en el día a día, reflejen esa santidad, que no se quede solo en la CAFA, la llamada de Jesús es, salgan de uds. mismos, acérquense a los demás y acuérdense de que son apóstoles. Miren a Pablo y a Pedro, despojados de si mismos y arriesgando todo por el Reino. Ser su apóstol es ser santo. El Señor me hizo ver cuánto tiempo viví sólo para mí misma y hoy me pone ante situaciones concretas donde debo darme a los demás, lo que implica para mí sufrimiento, desestabilización, romper esquemas. Por otro lado vi también como el Señor nos llama a esa santidad dentro de mi congregación, quienes pertenecemos a la CAFA, no somos muy aceptada, porque somos parte de este caminar y la llamada de Jesús fue muy fuerte para mí de amar a esas hermanas y se me presentó la actitud de Jesús ante los fariseos cuando fue acusado inocentemente, su mirada, era mirada de amor y de perdón. Qué lección para mí Tengo que aprender a amar a esas hermanas que me pusieron en la cruz, amarlas gratuitamente pero en Jesús y con Jesús.

ETEL: Quiero agradecerles primeramente por acogerme y comprenderme. Comencé sintiendo la fuerza poderosa del Espíritu en la CAFA, la certeza de su presencia que nos conduce y nos introduce en la parcela en la que siempre nos estuvo hablando. Fui leyendo el material y me impactaron mucho algunos textos como: 2 El dueño de la viña encarga a la CAFA una con su hijo la administración de las riquezas de Cristo. El Padre tiene proyectos misteriosos que va a realizar con las riquezas de Cristo, el Señor nos va revelando a través de su Espíritu… nos va llevando por etapas, progresivamente, haciéndonos experimentar su Misterio. 1Cor. 4, Juan, y Hechos… me impactaron mucho. La experiencia de Pablo, “que todos vean en nosotros los servidores de Cristo, los encargados de las obras misteriosas de Dios. Es Él quien hace en nosotros, Jesús escucha y obedece, a eso estamos llamados. Y Dios se nos adelanta, sus dones están antes que nosotros lo necesitamos, para la vida y para la misión, para la santidad, Dios es puro don para su Comunidad., para sus criaturas. En Cristo, la Trinidad nos habita, cuanto menos podemos nosotros, Él puede. Cada día el Señor nos va entregando sus obras misteriosas. Hoy nos toca a nosotros, él nos dejó todo consumado, Él nos santifica, ahí nos alimentamos. Al terminar dejando resonar, en un silencio muy grande se nos decía CAFA, escucha atenta, la llamada a colaborar en la obra del Padre, en disponibilidad, en apertura. En mi momento personal de enfermedad, el Señor me lleva a experimentarme colgada con Él en la cruz…, regalo demasiado grande, sentirme colgada en la cruz, es Jesús el que está y me sostiene, pura gracia desde la comunidad, imposible vivir sino fuese desde ahí, con paz, certeza y confianza.

MARISA: Ubicarme como CAFA, esa experiencia fue ubicarme con cada uno/a y juntos contemplar nuestra vida, lo que hacemos, lo que vivimos, donde estamos, nuestras comunidades, y fue experimentar la comunión profunda, la alegría de Jesús. Y desde ahí leer el punto 5 y dejarme sentir ese ser apóstol, ser administrador de la viña, somos administradores, vivencia espiritual, somos desde la fe, eso es lo que llevamos donde estamos. Experimentar allí la alegría, la entrega. Todo el tiempo de la mañana fue asumir que no somos dueños de lo que vivimos, sino administradores y desde ahí somos felices.

CRISTINO: Leí el material y me dejé sentir, reposar. La experiencia interior fue de mucha admiración y agradecimiento por pertenecer y poder nombrar que estamos en esta parcela 5, Una CAFA apóstol de Jesús, administradora del designio salvador de Dios. Descansar en el Espíritu, refrescar en mí la presencia de cada uno, lugar y forma donde están, dejarme admirar por el rostro de cada uno, la riqueza. Experimenté admiración y agradecimiento por la gratuidad de Dios. Ser administradores de su designio de salvación. El Espíritu Santo escudriña nuestro caminar, la vida de la CAFA, lleva el proceso. Experimenté desapropiación de todo, mi vida, vida de la CAFA, desapropiación del proceso personal, de la gente… y me quedé en mucha consolación.
2º momento: Volví a leer y me dejé sentir y sólo me quedé y era suficiente: “Así le pareció bien al Padre”, con gratuidad le pareció bien entregarnos la CAFA como gracia. Me quedé envuelto en agradecimiento a Dios por su obra y gracia en nosotros.

DIOSNEL: Me fui a la oración pidiéndole al Espíritu del Señor, me sentí muy unido a todos, pidiéndole a Jesús que me hable, me sometí humildemente a la voluntad de Dios para escuchar algún comentario de Jesús, en presencia silenciosa de María. Después de largo rato sentí la voz de Jesús que decía que La CAFA ya experimentó de alguna manera sobrecogerse ante su Dios, vivir el amor gratuito, vivir con cierto grado de desposeimiento y con deseo de estar buscando la voluntad del Padre. Así lo entendí Señor, esta fue mi respuesta, estas realidades de la CAFA ya la hacen diferente, viven diferente, miran diferente a la sociedad, son concientes del pecado, de las injusticias, de la pobreza material y humana, la mentira, etc. Hay cambio en la actitud de la CAFA, ya sé que cada uno está haciendo de su parte ante esta realidad porque asume que Jesús vive en Uds. y va obrando en cada uno; en este momento sigue atenta CAFA que siempre el Padre va ir mostrando cosas de su agrado. El señor nos invita a estar atentos estos 3 días para mirar las gracias que nos quiera regalar…, me llega la CAFA tiene que salir más, ser apóstol. Me llenó de profunda paz la oración de la mañana.

TERESITA: En la oración pude experimentar que la CAFA inaugura una nueva etapa de su vida, verla en Cristo y Cristo en Ella proclamando “El Espíritu del Señor está sobre mi, Él me ha ungido para traer buenas noticias”. La CAFA es enviada, ya es apóstol para llevar la vida en Cristo como regalo al mundo. A la CAFA se le confía administrar la riqueza de la vida de Cristo, con la cual el Padre tiene proyectos misteriosos. La CAFA por si sola no puede, no conoce las cosas de Dios y menos aún sabe administrarlas. Sólo la vida en Cristo, en la medida que el Espíritu nos dé a conocer y lo asumamos por la fe, la CAFA podrá administrar la riqueza de la vida de Cristo. Sólo el Espíritu de Dios en la CAFA es el que habilita para esta misión. ¿Qué nos toca a nosotros como CAFA? asumir como CAFA que no sabemos nada, que no somos capaces de escudriñar las cosas de Dios por nuestra propia cuenta.
Otra cosa que me llamó la atención: que se nos envía como CAFA sin mucha claridad, pero esa oscuridad y confusión se van esclareciendo en la medida de nuestra acogida incondicional del querer del Padre, acatamiento, “Sí Padre, así te pareció bien”, sin querer descifrarlo con nuestros propios criterios- que son muy fuertes- y funden los proyectos de Dios. Esta actitud supone mucha violencia así misma, desposeimiento, humildad. Como CAFA al inaugurar una nueva etapa, la de llevar adelante los misterios del Reino, entregar la vida en Cristo para que otros puedan gustarla, siempre conlleva participar de los sufrimientos de Cristo. Y nuevamente podemos decir: que en Cristo la CAFA puede permanecer fiel a pesar de los sufrimientos. Sentí también que el Espíritu nos va ir revelando los secretos de esta nueva etapa, para ello permanecer, estar atentas a la escucha…

ALICIA: Antes de entrar en el punto 5 a recoger el ser discípulo, que es dejar que Cristo viva en la CAFA, un proceso constante para ser apóstoles, atentos al Espíritu para descubrir el querer de Dios. También sentía que en este momento nos llama Seguir creciendo en esto que Cristo viva en nosotros. Siento que estamos en una nueva etapa, nos llama a ser apóstoles. Contemplaba el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Como CAFA, sentía una gran comunión con toda la iglesia y con todos los miembros de la CAFA. Toda esa riqueza que el Señor nos entrega no es para compartir, es para entregarla. Experimentaba nuestra impotencia y ahí aceptar nuestra pobreza, incapacidades, para que el Espíritu obre en nosotros y podamos salir de nosotros mismos, llevando, compartiendo esta vida de Cristo que se nos entrega… Dios revela a los pequeñitos las cosas del Padre. Pedía gracia de una humildad y fe profunda para reconocer y transmitir la gracia. El padre nos une y nos hace participar de los sufrimientos de Cristo. Que sepamos aceptar y asumir los sufrimientos de Cristo cuando nos llegue. Que nuestra misión transmita vida a nuestros hermanos.

DIGNA: Me tocaban muchos puntos de la iluminación: La CAFA enviada a administrar las riquezas de la vida en Cristo. Dejarme sentir por dentro, experimentaba como Isabel ¿Quién es la CAFA ante el Señor que se le entrega esta gracia tan grande? Experimentar que la gracia tan grande que el Señor nos entrega, es que nos da a vivir, la vida de Cristo en la CAFA. Es un sentir de mucha hondura esta palabra “nosotros CAFA”, sentir que es muy grande lo que se nos ofrece y dejar que Jesús diga en mí, en nosotros “Hágase”. A nosotros CAFA se nos ha encomendado administrar las riquezas de la vida de Cristo para que otros entren a gustar de esa vida en Cristo.

SARITA: Al disponerme a la oración experimenté a la CAFA reunida, habitada por el Padre, el Hijo y el Espíritu. El Padre que nos regala la riqueza de la vida de Cristo manifestada en cada uno, como CAFA. La CAFA enviada a entregar la riqueza de la vida de Cristo desde esa vivencia profunda de fe. El regalo que nos entrega el Padre no es para quedarse en nosotros sino compartirla. Hacer extensiva el gozo, la alegría, la paz que se nos entrega en esa experiencia. Jesús nos hacia ver que lo vivimos en lo cotidiano, ahí donde estamos. El Padre nos envía sin mucha claridad, en el caminar nos clarifica en Cristo. Se nos va concediendo por la gracia de su Espíritu indicándonos por donde seguir caminando. El Padre nos elige y nos envía a administrar la riqueza de la vida en Cristo, y la invitación de dejar que el Espíritu sea el que nos conduzca. Una CAFA desposeída de si misma, que acoge el obrar del Padre. El gozo de contemplar a la viña y la CAFA en ella. Una CAFA peregrina, en encuentro, en silencio, para experimentar y recibir la riqueza de Cristo con reverencia. Una CAFA que está en camino, que acoge la voluntad de Dios, en sometimiento, en la certeza de ser apóstol. La CAFA cuerpo, apóstol, unida a la en dispersión, no queda sólo acá, va mucho más allá. Contemplar la confianza del Padre en la CAFA, que nos hace ser administradores de su gracia. Experimento la disposición, a decir sí al proyecto del Padre.

PAOLA: En esta oración captaba en mi que la CAFA acogió a Cristo en su vida, que le habita, ya es una vivencia, pero que esta vida de Cristo va mucho más allá, es administrar y asumir esta vida que la CAFA lleva en si misma por la Fe. A través de la fe, experimentaba el deseo profundo de responder a este querer del Padre a través del Espíritu que va abriendo paso ante el Misterio. Captaba a la CAFA queriendo vivirla, y en este querer estaba la resistencia de perder su protagonismo, lo que está acostumbrada a ser y dar desde ella, que la limita a ir más allá. Se me nombraba el razonar las acciones, criterios propios, querer cosas desde un voluntarismo, el actuar desde uno mismo y no desde Cristo y esto impedía que la riqueza de Cristo actuara en ella. Reconocía en mi como CAFA que esto era verdad y pedí perdón al Señor por mi resistencia, por limitar a Jesús y no dejar que Él fluya en la CAFA como Él quiere. Pedía aceptar en mí el Espíritu de Jesús. Con gran intensidad queriendo mostrar las obras del Padre, el Amor auténtico, la comprensión, de una forma desbordante que no estoy acostumbrada y que está lleno de vida en Él, no lo puedo describir, me desborda, va más allá del amor humano, un amor incondicional, que atraviesa la mirada humana, prejuicios, esto es limitado, el querer del Padre, ilimitado. Podía captar la inmensidad, el ir más allá de lo humano y sobrecogerme ante tanto amor del Padre por la CAFA que conmovía mi corazón, que desea vivir esto. Acogía y asumía desde la pobreza y pequeñez esta gracia en mí y luego un gran silencio y paz inundó mi corazón. Que no tuviera miedo a demostrar cosas que nunca antes han acontecido en la vida de la CAFA, que aprenda a acostumbrarme a ello. Y había cosas que concretas que me mostraba, de amor, compasión, escucha, disponibilidad desde Él, muy distinta a lo que desde lo humano soy (no sé explicar bien), la mirada, el actuar. Experimentaba a María acompañando a Jesús en la CAFA, para que esta obra se realice, se lleve a cabo.

En un segundo momento, acoger, asumir en mi las actitudes interiores de Jesús y gustar de ellas frente al querer del Padre y resonaba en mi que la vida en Cristo sea el Reino y aquí experimentaba la pequeñez, la sencillez del espíritu, el sobrecogimiento, la disponibilidad, la humildad, la pobreza y sentía que estas actitudes disponían a la CAFA para poder administrar las obras misteriosas del Padre, que me va capacitando para darlas a conocer. Vida y actitudes de Jesús en la CAFA, humilde, pobre y obediente en la CAFA. Invitada a gustar de la vida de Cristo como Reino de Dios en la CAFA, como preparación a la gracia del acatamiento en la vida de la CAFA.

Tomamos un momento de silencio y dejar reposar en nuestro espíritu esto, ¿qué queda de todo lo compartido?, hacer una breve resonancia.

ETEL:
A María la experimenté muy feliz, dichosa viendo que la obra del Padre se va realizando. Los apóstoles y hoy nosotros, caminando hacia la voluntad del Padre. Bendición del Padre para nosotros, lo que es hoy para nosotros el Proyecto del Padre. Siento agradecimiento.

DIOSNEL: Sentí una profunda paz, ver que Cristo nos está acompañando, señalado a la CAFA de ser apóstol, enviada, la pregunta es ¿cómo?, sólo confiando en Jesús, expresión de amor del Padre.

ALICIA: Gran alegría, acción de gracias en el Espíritu por la CAFA, la comunión. Pequeñez, pobreza. Llamados a ser apóstoles, enviados, transmitir la vida de Cristo, participar de su sufrimiento.

CAROLINA: La fidelidad de Dios, su Espíritu administra en nosotros las obras misteriosas del Padre, que es la vida, la misión, la santidad, la pasión, la resurrección de Cristo. Ser cuerpo de Cristo, comunión que transciende el tiempo y el espacio: nosotros, los de la diáspora, los apóstoles Pedro y Pablo, el mundo… La certeza, la alegría, las disposiciones de Cristo, su acatamiento, su fe, su apertura y docilidad al Padre, amor gratuito y desbordante…

SARITA: Serenidad y agradecimiento por la experiencia compartida por cada uno, ver a la CAFA que es conciente de ser administradora de la riqueza, acogiendo el obrar del Padre, por su cuenta no puede hacer nada, sino dejando que el Padre lo realice en fe. Presencia de María que acompaña a la CAFA y el reconocerse apóstol.

CRISTINO: La CAFA descansada, reposada, que acoge su identidad de ser administradora de los designios de Dios, el ser apóstol, el descentrarse, proyectarse, conciencia de su identidad, ser sujeto. Descansada, conciencia de la identificación plena con la cruz de cristo. Conciencia de dolor, de persecución, no se queda ahí sino proyectarse.

MARISA: Alegría, gratitud al Señor, experimentar a la CAFA que camina, no se queda en un lugar, va descubriendo el camino.

TERESITA: Figuras de Pedro y Pablo por la urgencia de entregar la vida de Cristo. No puedes quedarte con tanta gracia, es para entregar a tiempo y a destiempo. Silencio, quedarse mudo ante la inmensidad de la gracia, ser administradora de la riqueza de Cristo, “Señor así te pareció bien”, en actitud de pequeñez como la de María.

LAURA: Agradecimiento, Amén, así te pareció bien al Padre, ser apóstoles, celebra la fidelidad de la Santísima Trinidad con nosotros. Ser apóstol es donarse sin medidas como…

NORMA: Admiración por la experiencia de comunión espiritual con María, Pedro, Pablo. Comunión de espíritu entre nosotros, con los de la diáspora.

DIGNA: Mucho agradecimiento al Señor, por escuchar la experiencia de Dios en la CAFA, también la presencia de María, ser CAFA enviada a entregar la vida de Cristo a los demás.

LICHI: Experimentar acogida a la vida del Señor en la CAFA, ser apóstoles. Reconocernos partícipes de su riqueza. Reconocer el protagonismo del Señor.

PAOLA: Experimentar a Jesús que alaba al Padre: “Gracias Padre que así te pareció bien”, por la CAFA pequeña, elegida por El: Llamada, a entregar la vida en Cristo. Sobrecogimiento, anonadamiento ante El. Esta vida trae sufrimiento

SABADO 5 DE MARZO
Oramos con la síntesis de lo recogido el día sábado y la orientación que Carlos nos envió con relación al nº 5.

CAROLA
: Me quedó resonando: la CAFA comunión, cuerpo en el Espíritu de Cristo es enviada a entregar la riqueza de la vida de Cristo que se le ha entregado. La CAFA desposeída asume en fe su nuevo momento, transmitir la vida en Cristo compenetrada con los padecimientos de Cristo. Las mociones: gratitud, paz, alegría, pequeñez, apertura, disponibilidad, acatamiento, humildad, compasión, entrega, descanso en el Espíritu. Pude recoger un carácter de urgencia y seguridad de que la CAFA ya es Apóstol, transmitir en lo concreto y cotidiano la vida en Cristo, santidad, amor gratuito y más allá de dónde se nos envía, no hay límites de tiempo y espacio. En esta comunión se nos entrega tres presencias concretas: María, Pedro, Pablo. Oración en sobrecogimiento, admiración, gratitud, “Sí Padre, así te pareció bien”.
En la segunda oración ¿qué me aporta la carta?: me desafió, me sitúa. Noto dos dimensiones de administración de las obras misteriosas, dentro de la CAFA en su misma vida y fuera de la CAFA. Con respecto al núcleo de la evangelización es cómo concretizamos la incorporación: el discipulado y la entrega de las riquezas de Cristo que es el apostolado. Mi vivencia es, desafío, es decir, el ver cómo asume la CAFA en palabras, vida, signos o repercusiones para dentro y fuera. Transmitir ya, apóstol ya, vida en Cristo, como que parece que hay un ya pero todavía no. Siento que el Señor nos está dando un empujón. En la carta decía tiene que haber cambio de vida y corazón, en nosotras se va notando. Pero me pregunto: ¿qué repercusiones da en la vida esto que se vive en la CAFA? Con respecto al segundo núcleo: la conversión. Viví como un desafío, mucho compromiso. Tenemos la experiencia de vida de fe en la CAFA y tenemos también la experiencia de ser comunidad de Fe, como espacio de entrada en el Reino, de crecimiento. Somos responsables de los que no han entrado en el Reino, de aquellos que están enflaquecidos, de los que no encuentran su misión, de la paralización de las obras misteriosas del Padre. El Reino necesita obreros de primera y última hora. Me preguntaba: ¿qué nos está pasando? El Señor nos urge ser apóstol, entregar ya la riqueza de Cristo.
El Tercer núcleo de los sacramentos me llevó a interrogarme si nos abrimos a la plenitud del misterio sacramental. La CAFA puede colaborar en la preparación, entrega y asimilación de este alimento. Experiencia de sentirme en deuda y comodidad paralizante. Necesidad de pedir perdón y entrar en proceso de conversión para no paralizar el proceso de la CAFA. Pido la gracia de entrar ya en este proceso. Transmitir lo que se nos está dando y comunicar vida. Hoy fue una gran sacudida la que recibí, no como ayer que fue más consolación.

LAURA: Como CAFA nos situamos junto a la Trinidad, María, Pedro, Pablo. Nos quedamos en silencio haciendo memoria de cómo la vida del Padre en Jesús se hizo uno en nosotros, con sus consecuencias. Agradecimiento porque la gracia se dio siempre en comunión con otros. Clima de paz. En segundo momento leí el material y en el mismo clima de santidad reconocimos que lo nombrado ayer para la CAFA. se imponía la primacía del Misterio, en un sentimiento común de paz, la CAFA nada tiene ni hace por sí, sino confía en la Vida de Cristo en ella. Actitudes concretas para nosotros: humildad, desposeimiento, violencia a sí, pobreza, mirada de misericordia, acogida y entrega incondicional. La CAFA está llamada e invitada a dar a otros la riqueza de la vida de Cristo. La CAFA agradece con alegría y paz, confiada en que la CAFA es acatamiento. Consciente que esto supone consecuencia de cruz en la gratuidad del amor. La segunda parte de la mañana con la carta de Carlos quedó fuerte en la CAFA esto que la conversión es el centro de toda experiencia, tocaba todas las dimensiones de la vida. Visualizaba a Carlos compartiendo con toda profundidad y energía de siempre y lo veía en un cuerpo decaído. En su presencia contemplamos la realidad de la Iglesia de Cristo, interiormente Carlos toda su humanidad viva, sin embargo la ropa y el cuerpo marchito. Urge la novedad. En nuestro interior teníamos certeza de la Vida de Cristo y eso que vivimos es bien actualizado, fuimos nombrando. Resonaba en nosotros el dónde, no como lugar, porque vivimos lo que tenemos, sin embargo el donde como medio para dar vida a lo marchito y aunque tratamos de zafar, se me presentaba la página del blog y nos quedamos allí, como CAFA sentimos que algo se abrió, estábamos todos, nos quedamos con la misma despedida de Carlos, “añoranza en el Señor”. Nos quedamos en paz, silencio. Lo último que se me presentó fue la página.

CRISTINO: Cuando leí el material me dejé sentir y enseguida ubiqué a la CAFA con Jesús en Galilea, pronto a Jerusalén. Intenté racionalizar, pero cuando seguía la oración me encontraba allí, con Jesús en Galilea asumiendo con El nuestro ser administradores. El se encarga de orientarnos en esto de ser apóstol y enviados. Me vinieron fuertes momentos de la vivencia de Jesús, las contradicciones, crisis, crítica, que venía del lado de la familia: “este está loco”, y también escuché que esto mismo recibe la CAFA. Sentí fuerte que todavía no hemos subido a Jerusalén, todavía no ha llegado la hora. En este ambiente antes de Jerusalén percibí a la CAFA en el asumir en calma, en este tiempo de desapropiación total, convencida que está llamada. Sentí que le decíamos a Jesús: tú tienes palabras de vida eterna, dónde iremos. Sentí que este era nuestro momento. Terminé la oración en calma. La segunda oración, leí las cartas, la de Carlos y después del jesuita Henri, veía mucha unidad en ambas cartas. Con estas cartas mi experiencia de oración fue permanecer con Jesús, nuestra identidad es ser apóstol y escuchar a Jesús leyendo las cartas desde su propia experiencia, recorrer y contemplar con El, me vino el texto que dice: recorría las calles, ciudades y al ver la gente sentía compasión. Entender, asumir, escuchar la misión de administrar, escuchar los secretos del Reino. Sentí un silencio profundo, un reto grande, cuestionamientos. También sentí con Jesús que la CAFA se compadece como parte de la Iglesia. Me venía que la CAFA es un núcleo de vida y sentí que no estamos solos. Me quedé repitiendo, ustedes son sal y luz. Siento que las cartas nos ubicaron en este proceso de lo que implica ser administradores. Terminé la oración con suavidad, pero con cuestionamientos.

DIOSNEL: En la voz de la CAFA de ayer, hoy junto con Jesús, María y la mirada atenta al Padre, realicé una lectura orante. Me sentí en comunión en la fe con el Padre, Jesús, Pedro, Pablo y la CAFA entera. La CAFA pequeña, pero robustecida en Jesús en este nuevo proyecto de ser apóstol y desde esas condiciones de administrar el proyecto misterioso del Padre. Ya el mismo Jesús irá mostrándonos el cómo. Sentí gozo al ver a la CAFA mimada por el Padre y verla con disposición de enfrentar la cruz, sin miedo, con disposición de acoger la voluntad del Padre. Hubo muchas mociones en mi interior que pude expresar, me sentí con paz. La segunda experiencia de leer la carta de Carlos después de lo vivido hasta la media mañana y en este segundo momento de concentrarme con Jesús, María, Pedro, Pablo, gusté del mensaje de Carlos, sintiendo que fue una vez más la voz de Dios, que una vez más otorgaba la misión de ser apóstol a la CAFA, mostrándonos que evangelizar solo se puede viviendo en comunidad, viviendo desde la fe las actitud de Jesús y a eso llamamos conversión. Las actitudes de Jesús no pasan de moda en ningún tiempo, permanecen y solo viviendo en comunidad desde las actitudes de Jesús podemos generar nacimientos de comunidades nuevas. En este momento Jesús me iba hablando y enseñando, diciéndome que el Reino no es personal sino comunitario. Los sacramentos son momentos de fiesta para celebrar el encuentro con Jesús, de allí su importancia y compartido en comunidad es aún más importante. Sentí un alegre despertar de mi entendimiento. Este es el día de regalo a la CAFA y a mi sentir personal.

OSCAR: Recé sobre las resonancias y para mí era tomar parte de la experiencia de ustedes, me ayudó a contextualizarme. Sentía la captación de un fortalecimiento de la identidad de la CAFA. Salía con mucha fuerza algo novedoso que tiene que ver con la misión de la CAFA apóstol y el anuncio. La sensación que el Espíritu es protagonista y para eso somos constituidos CAFA por la fe, lo que somos, somos por la fe. La comunión en la fe es protagonista. Ese ser apóstol tiene que ver con vida profunda, vida cotidiana, hay un núcleo de vida que el Señor crea en esta comunidad y una extensión con lo que cada uno vivimos y concretamos en donde somos enviados. Ser apóstol CAFA tiene una concreción en lo cotidiano donde estamos. Lo de administradores me sonaba a no merecido, a no propio, es del Señor por tanto es gracia, regalo, predilección del Señor hacia nosotros. Obras misteriosas me remitía a cuestiones que fundan la vida sobre roca firme, sobre la vida de Dios que es regalo para el mundo, que es realizar creación de Dios en sus hijos, que tiene que ver con la vida de las personas, de la naturaleza.
Del correo de Carlos sentía mucha sintonía que la obra de Dios es la evangelización, conversión, sacramentos y que son esenciales para nosotros. El cuestionamiento es a ese llamado de la articulación del evangelio con nuestro mundo actual, el llamado a ser apóstol CAFA en relación con el pensar, ver, sentir de hoy. Que en el fondo está ese cuestionamiento grande de ubicarnos en nuestro hoy. Llamado de conversión congregacional porque somos parte fundamental de esa Iglesia que es cuestionada. En nosotros hay algo esencial que el Señor nos ha ido regalando y que va siendo vida. Me parece una intuición preciosa eso del Reino de Dios unido a la vida de Cristo.

ALICIA: Al retomar lo de ayer sentía una vez más que la CAFA vive una comunión profunda con la Iglesia, el mundo y que todo eso la lleva a estar atenta. Había una presencia fuerte de María que nos lleva a tener sus actitudes de disponibilidad. Sentí que la CAFA es llamada por Jesús porque El quiso, para estar con El y enviarla a ser apóstol, para transmitir la vida de Cristo en el día a día. Todo esto era asumido como CAFA. Fue un momento de acción de gracias y gozo. Al tomar la carta de Carlos sentía muchos interrogantes y cuestionamientos, se me presentó que Jesús se inculturó totalmente y supo entregar su mensaje a la gente de la época. Esto me llevaba a cuestionarme como es nuestra evangelización y le pedí al Señor que me llevara a discernir, como es nuestro lenguaje, vida, actitudes, signos para que hoy respondan a la gente con las cuales trabajamos. Sentía mucha necesidad de pedir al Señor que esté con nosotros ya que lo que vivimos no transforma. Sentí un llamado fuerte a esa conversión profunda. Pedí al Señor que la fe toque todas las dimensiones de la persona, para ver si vivimos esa fe en la comunidad y lo transmitimos. De los sacramentos sentía necesidad de profundizar los sacramentos en forma comunitaria, cómo es nuestra participación y cómo lo transmitimos. Fue un tiempo de mucho interrogante, pedir perdón y ver cómo discernir.

DIGNA: Al mirar de nuevo el punto 5 vi como la CAFA se dejó introducir por el Señor con mucha suavidad en esa parcela 5, desafiada a llevar la vida de Cristo a otros, también que la CAFA no tiene que hacer nada, sino dejarse hacer. Una actitud es estar dispuesta a pasar por donde el pasó, sentía de nuevo muchos regalos de Dios para la CAFA que no puede quedarse en sí misma, sino invitada a compartir con otros, admiración, agradecimiento.
De la lectura de la carta de Carlos me llegó el punto “la CAFA debe discernir su misión en esta gran obra de Dios”, sentía que la CAFA no es para sí misma, sino para ser enviada al mundo con todo lo que hemos recibido, no podemos quedarnos con todo lo que El nos ha regalado.

PAOLA: Fuerte sentido de comunión con la Iglesia, la CAFA desposeída, experimentaba al Padre que nos llamaba amigos, apóstoles. Nos encomendaba la administración del Reino. Se nombraba la experiencia de Pablo, ya no soy yo quien vivo, sino Cristo, la de Pedro: edificaré mi Iglesia y a María en disponibilidad total. Experimenté la acogida y acatamiento de la voluntad del Padre, sin entender. Se me confirmaba la gracia de ser apóstol, elegida, enviada, sumida en el querer de Dios. Enviada: hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Se me nombraba la experiencia de la determinación de Pablo.
En la carta de Carlos me surgieron muchos cuestionamientos. Y se me nombraba colaborar con las obras del Padre, despertar y dar sabor a la evangelización, importancia de la comunidad de fe, recuperar el sentido de la vida en Cristo. Cómo la CAFA acompaña o se abre a nuevos creyentes, cómo la CAFA va acompañando, sosteniendo, para llevar al Reino, para que la vida tenga plenitud, recuperar la misión verdadera de la vida de Cristo. Experimentaba una Iglesia sacramentalista que anuncia el mensaje sin llegar al corazón de las personas. Experimentaba desazón, tristeza, inquietud por la urgencia del Reino y experimentaba que la CAFA tenía herramientas para la misión. Esperanza. Se me presentaba mucha gente que grita: jóvenes, pastoral concreta. Terminé en actitud de espera.

MARIZA: En la primera parte de la oración experimenté paz, consolación, vivencia fuerte de confianza en el Señor que El sabe por dónde nos lleva, vivencia fuerte del dejarse conducir. La presencia de María, del dejarse conducir como ella en el silencio que muchas veces la CAFA experimenta y la búsqueda constante del querer de Dios.
En el segundo momento de la mañana era de mucho cuestionamiento y eso era experimentar mucho silencio y la invitación de quedarnos ante el Señor y pedir la gracia de no quedarnos con todo lo que el Señor nos regala, ir junto a los demás desde nuestra experiencia de salvación.

EMI: Inicié la oración retomando el compartir de ayer, y me resonaba de todos los compartires que la CAFA se siente enviada a ser portadora de esta vida en Cristo, que la vida en Dios no le pertenece, que se sentía apóstol y resonaba esto de ser administradores del designio de salvación de Dios y allí volví a leer el número 5 y fue fuerte eso de ser administradores de la vida en Cristo y desde mi experiencia personal me sentía tocada por esto que dice la iluminación. Esta experiencia conlleva sufrimiento. Hoy me sentía de regreso a la casa del Padre después de 5 meses de ausencia donde he experimentado el sufrimiento humano y se me nombraba eso de que en El vivimos, nos movemos y existimos, ya no hay nada fuera de El. Lo cotidiano conlleva alegría y sufrimiento.
Cuando tomé lo de Carlos me resonó bastante, me confirmó en las inquietudes que tengo, sentí mucha sintonía con todo lo que va diciendo y era como que me tocaba la llaga que llevo dentro. Eso que la evangelización debe ser articulada al modo de sentir de nuestros contemporáneos sin dejar lo fundamental. De la conversión me llegó lo de vivir en comunidad y la tercera, lo más fuerte que estoy viviendo, llamada y exigencia grande del vivir los sacramentos de una forma inculturada y cómo hacerlo vida hacia afuera. Experimento un grito, en mi familia, congregación, lugar de trabajo, un fuerte clamor de dar vida.

LICHI: Al dejarme sentir lo vivido ayer experimentaba profunda acogida y manifestación del Señor a la CAFA, reconociéndonos administradores y ante esta vivencia la CAFA celebra el protagonismo del Señor que nos conduce a vivir desde esta experiencia, acogiendo nuestro ser apóstol, enviados, acogiendo la experiencia de vivir en Cristo, permanecer en esta experiencia, así te pareció bien Señor.
En el segundo momento experimenté esa comunión en el Espíritu que nos habita y manifiesta su obrar, esa esencia del Señor como fidelidad a su promesa, dejando resonar la vivencia… me tocaba la contemporaneidad de su obrar misterioso en la Iglesia, en la CAFA. La vivencia de la conversión como dinamismo de la evangelización. Experimenté la acogida a la vivencia como dinámica, fruto de la evangelización, permanecer en esa experiencia de fe y comunidad.

TERESITA: La oración con el material me hizo experimentar a la CAFA desbordante de gracia, con vida interior que no la puede contener, se queda sobrecogida, pequeña ante tanta maravilla de Dios. A la misión que se le encomienda responde: amén, hágase, así Señor te pareció bien. La carta de Carlos me pareció profunda, desafiante, exigente, fruto del Espíritu santo, respuesta a tanta gracia que se nos da, era como una respuesta de compartir el regalo y la respuesta a cómo encauzar esas gracias. Me venía “a vino nuevo, odres nuevos”. Señor ¿por dónde comenzar? me preguntaba, y me venía la vida de Jesús que la llevamos como CAFA donde quiera que vamos, se me presentaron rostros concretos sedientos de esta vida plena: Iglesia, congregación, comunidades, personas que trabajan con nuestras comunidades. También me preguntaba, nuestras celebraciones, hasta qué punto celebra esa vida nueva. Me quedé sin palabras y confirmándome en lo que siento dentro y confiando en el Señor. Le supliqué al Señor que nos enseñe a escucharle, a verle, en los caminos cotidianos, en los brotes nuevos que son sus signos.

SARITA: En la primera oración me acerqué con escucha atenta comunitaria y en esa experiencia sentí fuerte la presencia de María y Jesús junto a la CAFA y en ellos contemplaba estar en actitud de silencio y acogida ante la gracia que el Padre recrea en la CAFA y la CAFA que se reconoce apóstol, pequeña y urgida a hacer entrega de la riqueza de Cristo, dejándose conducir por el Espíritu. También viví un momento fuerte de admiración al contemplar a la CAFA serena, desposeída y con una actitud permanente de búsqueda, necesitada de Dios. Producía paz en mí repetir la experiencia de Jesús, “si Padre así te pareció bien”.
De la carta de Carlos sentía que era muy desafiante y en sintonía con el momento de la CAFA y allí experimenté nuevamente una confirmación para la CAFA que es enviada a entregar el Reino en su ambiente, la vida en Cristo, manifestada en la Palabra, signo de comunión que traspasa fronteras. Veía desafío y llamada a la CAFA a abrirse al modo de pensar y sentir de nuestros contemporáneos, desafío de ser signo del obrar de Dios. Invitación a que esa vida profunda y testimonio tiene que llevar a producir cambios de vida. Se me hizo presente el compartir vida y misión con la CAFA. La CAFA como cuerpo, parte de esta Iglesia que clama conversión y ser signo. Me quedé con esperanza y con inquietud de seguir abriéndonos a la acción del espíritu para dejar obrar esa gracia y ser luz en la Iglesia.

CARMEN: Al orar con el material experimenté paz, gozo, sobrecogimiento y admiración al ver a la CAFA en este momento nuevo en el que después de un largo proceso de despojo, donde se ha ido consolidando más y más la comunión en Cristo y la vida de Cristo en nosotros, ahora la CAFA se encuentra en plena disposición y acatamiento de lo que Padre quiere. La CAFA es enviada a compartir la riqueza de la vida de Cristo desde su propia experiencia con la conciencia cierta de ser administradora del obrar del Padre. Regalo inmerecido. Sentí mucha sintonía con el compartir de todos y resonaba en mí lo que San Enrique nos dice: “conocer y amar a Jesús, para hacerlo conocer y amar”. Resonó también muy fuerte esto de compartir la vida con Cristo Crucificado, el ser consciente de que ser administradores y llevar adelante los misterios del Reino nos trae sufrimiento. Esta es una realidad que se vive, se palpa, se concreta.
De la carta de Carlos me ha llegado mucho ese ubicarnos en nuestro tiempo, en nuestra historia concreta (la realidad de la Iglesia, de la vida religiosa, ese permitirnos vivir una vida doble muchas veces) Es un desafío que crea en este momento en mí un profundo desasosiego. Un desafío a enfrentar sufrimientos humillaciones, críticas… ¿Cómo llevar esta experiencia de la CAFA a nuestra congregación, a la Iglesia…? y desde allí lograr la articulación de la fe, vida, sacramento, la evangelización con ese llamado a la conversión continua y permanente. Tenemos una gran responsabilidad de fortalecer en la fe a los más débiles, resuena fuerte en mí ese compromiso de fortalecer la fe desde la comunidad que sostiene y abre caminos.

ETEL: Sentí la necesidad de ubicarme con toda la humanidad en toda la catástrofe que vive, gente que busca a Dios y así me iba apareciendo Jesús, los apóstoles, María. La necesidad de sentir que estamos en un momento muy grande, fuerte, de compromiso y así con la Trinidad toda nos dispusimos a escuchar al Señor en una comunión profunda. Leí toda esa experiencia de ayer, administrar la riqueza de la vida en Cristo, desde la obediencia, escucha absoluta a lo que el Señor quiere. Imploré al Señor que nos cambie realmente como Carlos dice, que tengamos una conversión profunda, dejé un silencio. Me sentí impactada por lo de Carlos, veía a nuestra Iglesia, sin sentido. Después experimenté un profundo silencio y aunque leía el material no me decía nada, entonces el Señor me dijo: aliméntate de lo que los hermanaos te van a dar. Y eso es lo que he hecho: escuchar lo que ustedes comparten. El Señor me decía recibe el alimento que te doy a través de tu comunidad. Invitación a aceptar en obediencia, escuchar como Jesús, aprender a vivir desde lo que el Señor nos da. Le pedí la gracia de no desfallecer en el camino.

Dejamos un minuto de silencio para resonar:

DIOSNEL: Me resuena CAFA sentido de complemento a la escucha, hablando de la verdad, sentimiento de compromiso, ser apóstol, animado a lanzarse a la búsqueda de ser administrador de las riquezas de Cristo, confiando en el dueño del misterio que es fortaleza, bondad y amor. Cada uno dijeron y completaron la verdad que me falta.

CRISTINO: CAFA en paz, ubicada en su momento, en su identidad de ser apóstol, fundamento en la fe. Al mismo tiempo una CAFA cuestionada, que no se queda tranquila, siente que está en cosas serias. Tomar conciencia de la necesidad de la conversión continua, profunda, con otro contenido. Abierta a seguir buscando, me resuena una tensión en paz, sintonía profunda con el corazón de Cristo, sentir compasión. Moción: CAFA en silencio, en paz, quietud, impotencia, confianza total, desafiada, vaciada, desapropiada.

LAURA: Experiencia de tensión, la CAFA en silencio, sobrepasada en todas las gracias por las manifestaciones de Dios y por otro lado también una CAFA sobrepasada por la grandeza de lo que la Trinidad espera de nosotros, una CAFA que dice “Señor no permitas que se desperdicie esto, porque es muy prometedor, sagrado”.

CARMEN: Profunda sintonía, acogida del obrar del Padre, disposición interior. Ha habido mucho cuestionamiento con relación a los tres puntos que Carlos presenta: evangelización, conversión, sacramento, por allí el Señor nos está hablando y disponiendo a la CAFA en la administración de sus obras misteriosas.

OSCAR: Sintonía, un compartir complementado y una invitación del Señor a estar atento a ver como se concreta, a ese paso que él nos invita. Gratitud, apertura.

SARITA: Mucha confianza en Dios, ver a la CAFA que permanece abierta al Espíritu y a entrenarse en ese día a día en el espíritu de discernimiento a este nuevo momento que vive para captar por donde le quiere llevar el Señor.

ALICIA: La CAFA tiene una gran confianza en la obra del Espíritu, también deseo profundo de seguir profundizando en estos temas de evangelización, sacramento, conversión. Compartir experiencia que nos ayuden a ver la novedad que se va produciendo y todos podamos aprender y seguir discerniendo como llevamos la evangelización

LICHI: Experimento acogida a nuestra comunidad apostólica, enviada en una dinámica de conversión y discernimiento.

DIGNA: Alegría y complementariedad en el compartir. Siento a la comunidad descansada en el Señor.

TERESITA: CAFA en su momento nuevo, tiempo de gracia, cuestionada, empujada, llamada a permanecer en silencio, abierta a la novedad, mucha paz, esperanza que algo nuevo está naciendo.

EMI: Sentía dos fuerzas que nos va dando paz, confianza, abandono para acoger lo que Dios nos presenta y queriendo vivir en obediencia y serenidad y por otro lado el sentirnos inquietos, cuestionados, urgidos a responder, a poder llevar esta vida de Cristo a los otros.

CAROLINA: Sintonía grande con la vivencia de ser administradores de las obras de las obras misteriosas del Padre. Ahora en el cómo: Las figuras de María, Pedro, Pablo, me cuestionan, me urgen y me dejan un zarandeo, hay muerte, vida, fe, esperanza, y un hágase. Un nuevo momento muy fuerte, exigente. Dejar que el Señor nos asocie a la administración de las obras misteriosas del Padre.

MARIZA: Siento sintonía con todos, sensación de probar algo nuevo, asumiendo como comunidad la gracia.

PAOLA: Experimento la CAFA enviada, apóstol, y algo nuevo de discernir la misión de la CAFA con las herramientas que tiene y la vida que puede dar.

DOMINGO 6 DE MARZO

Oramos con la carta del P. Henri y luego compartimos:

CAROLINA: Inicié la oración ubicándome en el momento de la CAFA que vive de la vida de Jesús, que está enriquecida con las riquezas de Cristo. Que se siente urgida a entregar estas riquezas de Cristo, que asume agradecida y en docilidad su condición de apóstol, unida a María, Pedro, Pablo y el pueblo santo. Una CAFA que toma conciencia de la grandeza de su misión: administrar las obras misteriosas del Padre, una CAFA que se sabe pequeña, que por sí misma nada puede, que se siente urgida a abrirse totalmente en fe, en discernimiento a la acción del Espíritu, una CAFA que está en actitud de apertura y acatamiento. La carta de Carlos y del P. Henri tiene mucha sintonía, ubica a la CAFA ante la cruda realidad de nuestra Iglesia. Personalmente lo que ayer nombraba como inquietud, desafío, desasosiego hoy puedo nombrar como corazón sangrante, lacerado ante este “son menos cinco”. Admiro y agradezco la sabiduría y la ternura de Dios con la CAFA, como nos fue preparando para mostrarnos y ubicarnos en esta realidad tan dura, tan desafiante. Qué confianza tiene el Padre con esta CAFA en comunión con el Espíritu de su Hijo. El Espíritu, a través de estos hermanos, Carlos y Henri, nos ayuda a abrir bien los ojos y buscar las semillas del Reino en la oscuridad, “ver ahí oportunidad de renovación”, el Espíritu actúa en este caos. Cómo quiere incidir o está incidiendo con la CAFA, nos pone en actitud de discernimiento, unidad con Pedro, en comunión con María, Pedro, Pablo y el pueblo santo. “Mirar decididamente hacia adelante”, reconocer y entregar nuestras sombras y colaborar con la triple reforma y con lo que el Espíritu nos muestra desde abajo, desde nuestra pequeñez, atenta al silbido del Espíritu que la CAFA ya está percibiendo. Termino la oración con serenidad, esperanza, paz.

LAURA: Tomamos como CAFA elementos como la edad de Henri, 78 años, la apertura de corazón sangrante ante la realidad de la Iglesia y su amor apasionado por ella. Nos hicimos una en la necesidad urgida de quién tomará el relevo y quién expresará la fe que tenga significado para el cuerpo y el corazón y dé sentido a la vida. Con la mirada de frente y hacia adelante y centrado en la promesa de vida eterna. Agradecidos y deseosos en el anhelo de María, Pedro y Pablo y este sacerdote pulsando por lo mismo: amor apasionado por la Iglesia, no desfallecer y esperar siempre con los ojos abiertos a la realidad, descansando en aquél que nos llama y sueña en nosotros. Urge una llamada para la CAFA, la vivencia de Cristo, el Jesús de Jerusalén, al dolerse y hacerse una con la realidad presente en la Iglesia, la vida consagrada y religiosa, asumir nuestra identidad en Cristo desde la experiencia de profunda comunión entre nosotros, ahora lanzarnos conscientes y confiados en hacernos uno con la Iglesia, disfunsionada y deficitaria. Tenemos certezas, 1) hay también otros, no estamos solos. 2) Jóvenes hambrientos con búsqueda de sentido en sus vidas, donde también está la CAFA (colegios y familias). Familias por crisis existenciales en búsquedas, experiencias de límites y necesidad de trascendencia.
Por sí la humanidad anhela superar el bien aparente y su esencia clama por el bien real. En esto descansa y vive la CAFA, ella es memoria viviente y sabe que ver la realidad es bien visto por el Señor y ella dice: Aquí estoy. La CAFA vive y expresa lo que vive, fe con significado y sentido de vida. Finalmente toda la CAFA es testigo y espera agradecida el no ser ella sola, Henri lo confirma. Ella quiere y tiene la gracia de ser en el Espíritu de Dios por tanto recela y entrega al Padre su confianza para administrar en El este envío.

CARMEN: Al empezar a leer la carta me situó con los mismos sentimientos, que ayer la CAFA experimentaba, de dolor, preocupación, impotencia. La expresión del P. Henri: “mi corazón sangra” describía muy bien los sentimientos que la CAFA tiene en este momento. Me ubicaba en el corazón de Cristo que también sufre y se duele por la realidad de su Iglesia. Esta realidad nos urge a todos porque, como dice: “son ya menos cinco” y estamos llegando a último momento. Me tocaron mucho las descripciones de la realidad que va haciendo con mucha sencillez y verdad. Experimenté un llamado urgente para la CAFA, un llamado que nos invita a hacer realidad nuestra misión de apóstoles siendo: “luz del mundo, sal de la tierra, levadura en la masa”. Decididamente no podemos volver atrás. La carta confronta la vida de la CAFA, nos llamaba revisarnos también, a situarnos en una dinámica de conversión continua. NO nos deja tranquilos, nos impulsa y cuestiona.

ETEL: Desde el primer momento se nos aparecía Jesús, Rey soberano, tomando todo el mundo. Y diciendo a la CAFA me tienen, son mis apóstoles, son mis enviados. Es como una seguridad que el Señor nos fue dando. Dominando el cielo y la tierra. Me vino el texto: Jn. 17, que era para nosotros la oración de Jesús que hacía hoy por nosotros. El material impacta y le pedí que nos diga qué es lo más importante para él, qué es lo que más le molesta, le duele y me decía: la soberbia de la Iglesia por el poder, atada a estructuras que jamás quise, adueñándose de lo que le fue dando. Sentía que el Señor se enojaba y decía no me agradan sus celebraciones que cierran en vez de despertar fe y conversión. Necesito cambio total, profundo del corazón y ya voy realizando en ustedes. La CAFA apóstol debe urgir el cambio, llega la hora. CAFA en conversión, coherencia, fe despojada, en obediencia al Espíritu que le asiste, guía enseña, ilumina. La CAFA no tiene retroceso, no para, conversión personal y comunitaria constante, escucha la Espíritu. Total desapropiación de cada uno, perseguida, humilde a la manera de su maestro. Identificada con su Maestro. Mandándonos en misión, viviendo todos con una seguridad en El.

NORMA: El Espíritu del Señor está sobre mí, él me ha enviado a evangelizar a los pobres. Ustedes CAFA están enviados a vivir la vida en el Espíritu, ser auténticos, son parte de la Iglesia, por eso muchos de sus miembros están dispersos por el mundo. Se me presentó la experiencia de Jesús con sus apóstoles y sentía que el señor nos invitaba a mirar su vida vivida con los apóstoles, viviendo con sencillez, sin complicaciones. CAFA miren si hay diferencia con ese pueblo, el pueblo que les entrego, también un pueblo oprimido por el sistema capitalista y consumista donde también a veces son arrastrados. CAFA ustedes son mis amigos, con ustedes puede resurgir mi Iglesia, una nueva Iglesia que transmita frescura. Vivan auténticamente, ustedes son administradores de la obra misteriosa del Padre, juntos peregrinen en la barca, ábranse al Espíritu. LA CAFA queda afectada por esta realidad de la Iglesia que predica la pobreza, la fidelidad, la fe, pero en su seno están pululando en los mismos guías que viven la doble vida, ateísmo. El Señor fue categórico en hacernos ver que no somos jueces y nos invita a vivir la santidad y ser el pequeño resto fiel, el Señor nos confía esa misión, ser cuerpo estén donde estén. El Señor es celoso por esta comunidad, somos hermanos en la fe, el Señor nos hace uno en la fe. Sentí la comunión espiritual con Carlos, Tere, Fátima, Fide. Mucha esperanza surge en mí, el Señor nos confía el vivir la santidad.

LICHI: Experimentarme CAFA, parte de esta Iglesia y con dolor acoger esta verdad. Fuerte experiencia de reconocer la realidad en nuestra vida, la misma estructura de nuestros templos no es circular, no crea contexto de comunión, el mensaje no toca el corazón de las personas, no las motiva a una nueva vida, es un mensaje moralizante, no conduce a una relación afectiva con el Señor. Me conmueve contemplar la vida del pueblo santo, el despojo profundo, la vivencia de muerte y fe radical despojada. Ver la parroquia de Santa María volviendo a una práctica tradicionalista que nos devuelve a ritos sin sentido con el templo vacio. Experimentaba un dolor profundo, me tocaba mucho esta experiencia, sentí dolor y lagrima como CAFA. Me sentía interrogada con el Señor y siento que somos corresponsables ante el SOS que nos lanza la comunidad, ante el cambio que está surgiendo. Llamada profunda a conocer, escuchar en qué estamos, dónde nos posicionamos ante esta realidad más cercana, ante tanta gracia que el Señor nos ha concedido como pueblo santo, no podemos dejar que se modifique de este modo una experiencia tan profunda que se vivió.

ALICIA: Sentía consonancia con lo que ayer rezamos y tenía un sentimiento profundo de dolor, de sentirme parte de esa Iglesia como CAFA y como congregaciones. Dos imágenes fuertes: el terremoto: sentía como que en nuestra Iglesia hay terremoto, hay cosas que caen, se desmoronan. También sentía que quedaba en pie lo que estaba bien cimentado. Sentía que en nuestra Iglesia caen muchas cosas pero si estamos cimentados en lo profundo, se salva lo esencial que es la fe, amor gratuito, misericordia, perdón, aquellos valores del Reino. Le pedía que pudiéramos recuperar esos valores y sentía eso de la conversión, necesitamos una conversión personal, grupal y recuperar esos valores esenciales. Fue muy fuerte esa palabra que los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz. Tenemos mucha riqueza, el Espíritu, la capacidad de discernir, que nos unamos todos para lograr aquello que nos va a ayudar. Necesidad de unir las fuerzas para salvar lo esencial: la vida de Dios en todos, en los más pobres. Le pedí que nos dé confianza, fuerza, esperanza para salir adelante.

DIGNA: Me tocó la carta, me tocó su actitud ante la Iglesia, alguien que habla de adentro y lanza ese grito de SOS por la Iglesia, preocupado por su situación nos invita a situarnos desde adentro y no fuera de ella, para levantar y no aplastar más de lo que ya está. Me tocó su expresión: por mi amor apasionado por la Iglesia, amar nuestra Iglesia. Me sonó fuerte esto de: “muchos hermanos van a buscar el alimento que no encuentran en casa fuera de ella”, “la fe cristiana que otorgaba sentido a la gente en otros tiempos, ahora es enigma y resto de un pasado acabado”. Es bien para todos lo que va sugiriendo. Pedir que el Papa pueda escuchar este grito de SOS y renovación desde adentro.

PAOLA: Me dejé sentir y me experimentaba una Iglesia, hija pródiga, lejos de la casa de mi Padre, parte de esta Iglesia, me experimentaba engañada: se me nombraba los engaños: una fe mágica, el quedarte mirando el pasado sin ver los signos de los tiempos y lo nuevo que se presenta, añorando un pasado que no volverá, el ir detrás de otros dioses y creencias. Reconocía mi pecado como Iglesia y le pedía perdón al Señor. Me experimentaba una Iglesia descubierta en su verdad, tocando mi barro y verdad hasta el fondo, revolcándome en el barro. Me encuentro en estado de conversión. Hubo un silencio profundo, dolor y espera. Situaba a la CAFA en esa reacción ante esta realidad, invitada a llevar esta Iglesia a la casa del Padre y dando respuesta a esta realidad.

MARISA: Me llegó la capacidad que el P. Henri tuvo para expresar lo que siente con ese amor por la Iglesia. Ubicarnos como CAFA y ayudarnos en ese amor por la Iglesia, siendo consciente de nuestra realidad y desde allí me venía la frase del evangelio: al que se le ha dado mucho se le pedirá mucho. Este tiempo de oración fue presentar al Señor todo lo que vivimos, pedir perdón y acoger esa invitación y gracia de la conversión continua. Me venía mucho nuestra vida como CAFA, como congregaciones, los lugares por donde nos toca vivir, estar con nuestra Iglesia, con la gente. Este tiempo fue experimentar ese profundo amor por la fe, por la Iglesia, ese profundo dolor. Ayudarnos a aprender a amar a la Iglesia desde ese sentido profundo de nuestra fe cristiana.

DIOSNEL: Desde lo humano y razonablemente leyendo la carta de Henri no tiene desperdicio, así está la Iglesia en el mundo y también aquí. Con este pensamiento fui junto a Jesús, María, Pedro, Pablo y la CAFA con quienes compartí un profundo silencio hasta escuchar: vive tu fe con sinceridad, con las actitudes de Jesús, necesitamos ser auténticos, morir a nuestros propios intereses, renacer a la solidaridad, orar por los pastores, si cada uno somos auténticos con Cristo la comunidad será sincera. Asuman con fe, evangelizar con fe y confianza. Siento mucha paz y confianza en el Señor.

OSCAR: No leí hoy la carta, ya lo leí antes. Era descubrir que la CAFA es el contexto de cultivo de la mística y también maestra de experiencias fundantes, en esas dos cosas el Señor nos invita y nos llama. Muy en continuidad con lo de ayer, la CAFA como evangelizadora, apóstol del Señor y desde allí era más concreciones de ir viendo cómo desde lo que vivimos en lo concreto esa realidad de cultivar la mística en relación con lo que dice la carta: de ausencia de experiencia inmediata de Dios. Hay cuestiones de la carta donde hay una radiografía general muy buena, donde va sacando elementos que son muy reales y el llamado a la reforma. ¿Quién hace? Y ahí creo que históricamente ha habido momentos importantes en la vida de la Iglesia donde cambios desde arriba ha hecho mucho impacto y también ha habido momentos en la historia donde los cambios los ha hecho la gente y desde allí se han movido las estructuras. Mi percepción es desde dónde tenemos que hacer? Y en la carta está más puesto como que cambie la estructura. El genuino cambio tiene que contar con lo mejor del pasado, saber leer los signos de los tiempos. Hay un núcleo vital que es lo que nos hace releer todo lo que nos viene por delante. ¿Qué es lo que nos ayuda más para que nosotros podamos ser sal y luz, ser fermento? El fermento y la sal siempre es escasa en relación con la masa. Poder leer lo que esta crisis tiene de positivo en cuento a tocar fondo y desde allí permitir que el Señor sea Señor y sea quien renueve y nos impulse a recrear su Iglesia en este tiempo y contexto que nos toca vivir. La CAFA está regalada para poder colaborar en esa nueva Iglesia que el Señor quiere recrear permitiendo que caiga todo lo que no es de El.

EMI: Empecé con el texto de romanos 5, 1-8. Me llegaban tres puntos fundamentales. Por la fe estamos en paz con Dios, esa fe que nos reordena y nos tiene en esa gracia y paz con Dios y ya el Espíritu habita en nosotros y derrama el amor de Dios en nuestros corazones. Cristo entregó su vida cuando éramos pecadores. Estos puntos me llegaron para leer la carta. Sentí serenidad, paz ante lo que describía la carta y sentía esperanza, Dios está actuando por debajo. Esta fe se nos da en este momento que vive la Iglesia, la vida de Cristo está y va haciendo su trabajo. Me venía la experiencia de asamblea nuestra que tuvimos, donde nos sentimos así como la Iglesia, pero con la esperanza de no quedarnos en nuestra realidad sino ser fieles a lo que el Señor nos va mostrando. El Señor nos llama a buscar y vivir ese nuevo lenguaje que exprese la fe y que signifique vida para el hombre de hoy, eso me resuena, la urgencia de llevar la vida en Cristo. Esa mirada decidida a Dios. Nuestra mirada fija en el crucificado. En la oración más profunda fue un venirme rostros, casos concretos. Terminé con paz, serenidad, esperanza en el Espíritu de Dios que habita en nosotros.

SARITA: Me acerqué a la carta situándome como CAFA en compañía de María y Jesús, me tocó muy fuerte el amor entrañable con que describe la realidad y situación de la Iglesia y también la propuesta de alternativas de ayuda. La CAFA permaneció ante esta realidad como una confirmación al momento en que vive, la CAFA evangelizadora. Veía mucha sintonía con la carta de Carlos y esa invitación de que somos Iglesia, cuerpo en unidad. Surgía sentimientos de compasión, misericordia, esperanza y también un momento de petición para abrirnos a la acción del Espíritu y no tener miedo a esta situación real en la que también formamos parte y desde allí, desde nuestro ser CAFA entregando esa riqueza aportamos en la renovación de la Iglesia. Veía una confirmación a la CAFA de mirar hacia el frente y seguir ahondando en ese amor apasionado a Jesús y a su Iglesia. Un llamado a no quedarnos tranquilos, sino seguir en la dinámica del Espíritu.

Dejamos un rato de silencio para resonar el compartir:

DIOSNEL
: Al escucharnos siento que cada uno tiene la voz para completar la verdad de nuestro momento. Me queda sentimiento de impotencia pero con una esperanza confiada de que con Jesús en la CAFA y con la CAFA caminaremos para ser levadura para la Iglesia.

LAURA: Me tocó el compartir de Mariza, tal vez porque me toca muy de cerca esta Iglesia que se siente arriba y juzgando. Profundamente como Laura me tocó el compartir de Lichi, al ahondar en el diagnóstico de su Iglesia amada y doliéndose por ella. Me queda el corazón dolido del Padre, que ustedes pueden sentir hoy conmigo, dice Jesús, este es mi interés. Siento que es muy grande lo que la CAFA vive, esa solidez en el querer del Padre, ponerse en sintonía, cuidar. Estoy maravillada de la esperanza con la que nos quedamos y de que es un envío a esa Iglesia. Sigue tocándome la edad de este sacerdote. Que regalo que la CAFA siendo joven pueda ponerse en sintonía con este sacerdote que lleva muchos años. Y sin embargo la gracia es la misma.

CAROLINA: Me confirmó la experiencia comunitaria en lo que ya iba viviendo, me completó mucho el énfasis en el amor apasionado por la Iglesia y desde el amor entregar la riqueza de Cristo, la integración de lo mejor del pasado, el cultivo de la mística, oración en unión con el Espíritu de Cristo, incidir ya desde abajo, entregar la riqueza de Cristo, mucha fe, esperanza, un nuevo comienzo, fe, certeza en la fidelidad de Cristo y en el actuar del Espíritu en la CAFA.

CARMEN: Nuevamente se percibe profunda sintonía en una inquietud y sentimiento común. El Señor nos comparte sus sentimientos y nos confirma en nuestra misión de ser administradores de sus obras misteriosas desde la conciencia de ser Iglesia.

ALICIA: Me ayudó mucho el escuchar a cada uno y me ayuda para completar. Es una confirmación de que somos parte de esa Iglesia pecadora y nosotros también contribuimos a algunos de esos puntos que vemos que hay que cambiar. Me confirma que Dios está con nosotros, la confianza que nos envía en misión y nos da la gracia para discernir y obrar de acuerdo a su querer.

OSCAR: Siento un núcleo fundamental y matices que enriquecen a la CAFA. Noto esperanza, dentro de una acogida realista de la dureza de la carta al poder nombrar de una manera muy clara dimensiones en donde como Iglesia estamos mal.

SARITA: Siento sintonía en el compartir. Esperanza y a la CAFA le veía confirmada e impulsada en ese ahondar en vivir la vida de Cristo y entregar la riqueza que el Padre le entrega, confirmada en su ser apóstol.

DIGNA: Me impresiona mucho como el sentimiento del P. tiene eco en cada uno y me complementa muchísimo el escuchar y también nos compromete, siendo que hemos recibido mucho y desde allí se nos va a exigir mucho. Nuestro ser de apóstoles, sal y luz en su Iglesia, somos enviadas como CAFA siento más compromiso para nosotros.

NORMA: Renace la esperanza y el amor profundo a esta Iglesia santa y pecadora. Nuestro papel como CAFA a ser apóstoles y a vivir la santidad. Es como que hoy nos envía como CAFA a vivir dentro de esa Iglesia. Ser una Iglesia diferente.

MARIZA: Me queda esperanza en esa confirmación de juntos seguir caminando.

ETEL: Impactada por la voz de Dios y el sentir de Dios en cada uno. Me alegra porque el Señor suscita en cada tiempo personas concretas por las que El se vale para decir. Apareció María animándonos, diciéndonos yo estoy, mi hijo está, me comprometo a ser la madre, a ser la maestra. Me dio mucha alegría, si con una pequeña llamada de atención donde nos decía que nos ayudemos mutuamente porque vendrán tiempos difíciles, la tentación estará y tenemos que ayudarnos a discernir lo que el mal quiere hacer como persona y como comunidad. No hay retroceso para la CAFA.

LICHI: Me queda experiencia de amor a Cristo y a su Iglesia y nos mueve como CAFA a la escucha y a la apertura y novedad de su Espíritu en nuestra Iglesia.

EMI: Me queda paz, esperanza, confianza en Dios.

PAOLA: Me cuestionó alguna expresión sobre la Iglesia como ajena a nosotros, porque somos Iglesia. En esta parte en la que somos parte de esta Iglesia pecadora, esa necesidad de conversión continua y poder caminar junto, no separados.

RECOGIDA FINAL DE LA EXPERIENCIA:

En la celebración eucarística final entre otras cosas se compartió que el Encuentro de Interiorización ha sido:
• Días de la presencia de Dios entre nosotros en donde nos envía a su pueblo.
• Somos privilegiados por la vivencia que el Señor nos regala.
• En estos tres días el Señor nos asistió y alentó para ser sus apóstoles.
• El Señor nos ubicó en nuestro momento. Hubo mucha sintonía en el sentir. Estamos enviados para ser levadura, luz y sal.
• La CAFA regalada con delicadeza y desde lo que vivimos ir a anunciar.
• Mucha escucha y docilidad al Espíritu que se fue manifestando.
• El Señor nos confirma en las diferentes etapas que hemos ido viviendo y nos metió en una nueva etapa o momento.
• Experiencia de sentir a un Dios que camina con su pueblo. La CAFA fortalecida en la confianza plena en Dios, abierta y acogiendo lo que el Señor le va mostrando en cada momento. Serena pero inquieta. Confirmada en su ser apóstol.

viernes, 9 de abril de 2010

El Espíritu irrumpió de manera nueva en mi vida

Muy queridos hermanos y hermanas: Antes que nada quiero agradecer el compartir de algun@s en la página, me hacen mucho bien. Deseo hoy compartir con ustedes esta nueva irrupción del Espíritu en mi vida:
Vivo que el Espíritu irrumpió en mi vida de una manera sorprendente, inesperada, totalmente nueva, distinta, a lo que venía viviendo en cuánto a lo "exterior".
Mi ser entero por pura gracia y misericordia Suya, lo mantiene en El.
A principios de febrero, me pidió Ángeles (nuestra provincial) fuera a acompañar en el mismo Montevideo, a la Cdad. de hermanas mayores y enfermas hasta que viniera la nueva coordinadora que estaba en España y demoraría algo más de un mes y medio.
Es una comunidad de 10 hermanas, la mayor de 97 años, cinco de ellas delicadas de salud, dos no tanto, luego vengo yo por edad, otra de 44 años y una juniora de 33 con la que convivía el año pasado en la misma comunidad.
El "tocar la presencia de Cristo pobre y sufriente en ellas" en el convivir de cada día, me produjo algo muy fuerte interiormente.
Mi único deseo era que fueran felices, que vivieran con fe, con esperanza, que experimentaran cómo Dios las amaba y cómo desde ese "no ser" para muchos, eran y son una fuerza para la Iglesia, para los hermanos.
Y el Espíritu habló por mí. No fue nada pensado ni discernido, fue El. Me impulsó a ofrecerme a Ángeles de que si era necesario me quedara con esta comunidad, que contara conmigo.
Y aquí estoy hermanos.
Me vino al corazón la imagen de Jesús junto a aquél hombre que hacía 38 años estaba esperando que alguien lo acercara a la piscina de Siloé...
Me hizo ver Jesús que mi misión ahora, es acompañar a estas hermanas "en el caminito que les queda hasta llegar al río del Gran Encuentro con la Trinidad"
Quiero dejarme una vez más plenamente en Jesús, para que a través de mi vida, El las ayude a que el nuestro sea un caminar comunitario, sereno, con paz, con mucho amor, con esperanza, con seguridad plena en El.
Esto supone un cambio total en mi hacer de antes. Mientras pueda seguiré acompañando una comunidad en Casabó y en la preparación de padres y padrinos que quieren que sus hijos reciban el Sacramento del Bautismo.
En este momento en que estoy escribiendo lo que les quiero compartir, estoy acompañando en el Sanatorio a una de ellas que está internada.
Me admiro del obrar de Dios, como El me ha ido preparando al desprendimiento, a un nuevo despojo, a un volver a empezar de nuevo..., también a como ha respondido a ciertas preocupaciones que habían en mí...
Experimento que hoy más que nunca solamente tengo que amar, entregar la vida amando.
Ellas mis hermanas, gastaron su vida por El y El a la "caída de la tarde", en este tiempo de "espera", "de dolor", quiere expresarles de manera nueva, su cariño y su ternura.
Les pido recen por nuestra comunidad, que quiere ser una comunidad en la que nos acompañemos unas a las otras, donde El sea la Vida de cada una.
Un abrazo lleno de cariño.

Beatriz stj