jueves, 23 de julio de 2009

ENCUENTRO CAFA, JULIO 2009


ORAMOS CON LA LECTURA DE GALATAS 2, 19-20:

“De lo compartido en la mañana, captar en el Espíritu y nombrar la vida de la CAFA en CRISTO”

Diosnel: En realidad me sentí sorprendido al recordarle a cada uno en su compartir y me di cuenta que realmente la CAFA es una comunidad de seres humanos, por algunas resistencias, pero más es una comunidad de FE, porque vi que el Dios de Amor está presente con nosotros, no nos abandona. Escribí así: la CAFA es una vida comunitaria, existencia fundada por puro querer del Padre, cuidada, protegida y va caminando con la presencia de Cristo y ante esa realidad nosotros, que somos su cuerpo, integrante de sus miembros, nos va transformando en lo que significa Jesús, Hijo del Padre, expresión de amor. Este sentimiento lo vivimos en la CAFA, sentimiento de amor, tolerancia, armonía, sobrepasando encima de las dificultades, trabajos, enfermedades, obligaciones, pero juntos CAFA, comunidad, disfrutamos en el Espíritu de Jesús, nos amamos y ese amor lo llevamos y lo expresamos afuera, en la familia, comunidad o trabajo. La CAFA vive la fe porque tenemos fe, nos sentimos amor, por eso tenemos la paz y allí es donde está Jesús, donde hay paz, El está y eso es expresión del amor del Padre para nosotros.
Laura: Me costó centrarme al principio no por los ruídos de afuera sino por el de adentro...me resonaba la llamada de una amiga víctima de robo. Me venían sentimientos encontrados…muertos para la ley a fin de vivir para Dios…es lo que oía y oía. Le presenté a la CAFA mi sentir contextuándome desde Gál 2 “muerte para la ley…Todo lo que vivo en lo humano, vivo por la fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí…mi sentir y allí me quedé…nos quedamos en silencio, todos estábamos con Jesús, cada uno con lo suyo y era un solo sentir, necesidad de oírlo, con todo lo humanos allí me asenté. Y nos hizo historia que de veras nosotros fuimos robados del mundo por Amor del Padre… que fuimos varias veces asaltados por Jesús y lo que creíamos que era nuestro, ya no lo es, es todo suyo. La CAFA fue tomada de diferentes maneras por sorpresa en el espíritu del Padre. Que esto de sentirnos uno ya no precisarnos vernos unos a otros nos confirma lo más grande, que estamos tan tomados de Él, que esa comunión es nuestra necesidad y a la vez nuestra garantida confianza. Que si hacemos memoria podemos decir toda pérdida lo considero ganancia… a diferencia del evangelio. La vivencia de la Escuela de Santidad es constantemente ser asaltada por experiencias espirituales. El compartir de hoy ¿¡Acaso no?! Resonaba en cada uno el compartir de la mañana. Comunidad Espiritual, un solo cuerpo centrados por la gracia en la fe de Jesús, necesitados unos de otros, seguidores del Santo, donde el Todo Otro, es el dueño de todas las parcelas, es Ñandejara. Nos quedamos como CAFA con agradecimiento, le entregué todo, la pastoral, la familia, todo es tuyo. Terminé con un agradecimiento silencioso. Al terminar la oración me percato que volvió el silencio afuera.
Ma. Del Carmen: me tocó la frase: “Todo lo que vivo en lo humano se hace vida mía por la fe en el Hijo de Dios”… siento que la palabra escogida para la oración personal me pareció tan significativa e iluminadora para todo lo compartido en la mañana. Me concedió una gran calma y paz interior sobre todo porque pude captar a la CAFA viviendo en comunión, en obediencia al querer de Dios y este caminar hecho en medio de debilidades, tropiezos y limitaciones. Percibí a la CAFA en el dinamismo del Espíritu que le mantiene en peregrinación continua y en apertura para acoger la voluntad del Padre.
Marisa: lo que recogí como vida de la CAFA es frutos de paz, comunión, alegría, corresponsabilidad en el proceso comunitario, fuerte vivencia de oración, intimidad, comunicación con Jesús, sobrecogimiento, preocuparnos por lo comunitario y que esta vida en Cristo es lo que llevamos a los demás.
Cristino: en mi oración pase por muchos momentos. El primer momento sentí el ruido externo, fastidiado del ruido, pero así me dejé sentir en ese ruido grande que había, después me puse a contemplar a cada uno de la CAFA y ahí fui serenándome. Oré con la CAFA, me dejé sentir. Me acordé del texto y resonaba en mi eso de Cristo vive en mí y un momento de calma, paz, suavidad interior y me quedé un largo rato ahí. Y después terminó ese momento y volví a sentir ese ruido externo. Me dejé ir a lo más profundo y ahí era como un segundo momento de la CAFA contemplar, mirar dentro y otra vez viendo la sugerencia de intentar captar en el Espíritu la vida de la CAFA me resonaba eso de la CAFA ya no vive para sí, sino vive en Cristo, Cristo que vive en ella y allí la CAFA descansa. Me venía dos palabras clave la palabra Vive y Desvive. Vive, se configura su identidad en Cristo, recibe su energía, fuerza, su gozo, la vivencia del Reino. Y esto lo del desvivirse, fui por eso de desvivirse por los demás, se entrega, se gasta por los demás, en gratuidad. Esto fue una vivencia profunda en la gratuidad total. Sentí que el Espíritu de Cristo se dejaba conducir y me venía eso del salmo 131: La CAFA descansando en el brazo del Padre.
Tere: tuve dos momentos: ir a la Capilla y estar en silencio, con paz. Entré en silencio y al dejar sentir la pregunta, me vino que la CAFA es misterio. Yo CAFA me experimento misterio. Fui nombrando, como fruto de esa vida en Cristo vamos tomando una mayor conciencia de ser sujeto CAFA en lo profundo, sentir que Dios es santo y nosotros participamos de su santidad por la vida en Cristo. Esa descentralidad, y como fruto el gozo, paz, amor gratuito, centralidad en el Señor. El es el que nos trae, nos une, humildad, experimentamos nuestra pobreza y confiamos en el. En la misión le entregamos a El allá donde estamos. Llamada a desaparecer nosotros para vivir en Cristo. Me sentía CAFA viviendo en Cristo mi misterio.
Lichi: Captar y nombrar la vida de la CAFA en Cristo. Experimentar en profundidad esa comunión en el Espíritu como CAFA. Acoger en la fe y gustar internamente el morir como sujeto personal para captar y nombrar la vida de la CAFA en Cristo, acogida al sujeto comunitario CAFA, como sujeto de peregrinación. En esta experiencia acoger con alegría como CAFA esa vida en Cristo como el único, como el santo, es El mismo quién se entrega y nos introduce en su misterio por la fe, desde la escucha, la corresponsabilidad en el proceso de la CAFA, atentas a la novedad. Experimentar como CAFA alegría interior, confianza.
Sarita: me ayudó mucho contemplar la CAFA en oración, dejar resonar el compartir de cada uno. El texto me iluminó eso de que lo vivido en lo humano se hace vida por la vida en Cristo. La vida cotidiana de la CAFA que se alimenta del pan de la Palabra, ese encuentro que se da en la oración y me resonaba eso de que se entrega vida vivida en fe, creatividad, alegría, paz, serenidad. Y también contemplar esa actitud de sentirse ante el Padre sobrecogida por la acción que va realizando en la vida de la CAFA y sentía a la CAFA comprometida con su pueblo. Estar del lado de los más débiles entregando la vida de fe en Cristo. Sentí muy fuerte ese proceso de desposeimiento, dejar caer las seguridades y acoger la novedad que el Señor nos entrega. Experimento a la CAFA cimentada y sostenida en Cristo, inquieta, mirando siempre en el más allá. Hay algo más, surgen cuestionamientos cuyas respuestas no están en nosotros, sino en disponernos a escuchar la respuesta que Jesús nos quiera entregar.
Digna: “Todo lo que vivo en lo humano, se hace vida mía por la fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí”. A la luz de la Palabra y de los compartires de esta mañana, Captaba una CAFA peregrina, orante, que vive la intimidad con el Señor, despojada , que se reconoce pequeña abandona al querer de su Señor, que sola no sabe caminar, una CAFA como niña que es que es comunión.
Norma: me ayudó el hecho de estar juntos en este lugar. Traté desligarme del ruido externo y veía que la CAFA es lugar de encuentro con Dios, desposeída de sí misma. Su misión es la santidad. Cada uno somos pertenencia de Cristo que nos ama y se entrega por nosotros. Voy experimentando en mi vida como una gota eso de que Cristo vive en mí, es una llamada diaria, soy consciente que no me pertenezco, soy de Cristo y cada uno de nosotros somos de Cristo. La CAFA es escuela de santidad. Cristo es nuestro guía, sostén y único modelo, porque el es el único santo. Es una realidad entre nosotros esa comunión espiritual.
Carolina: Antes que nada les comparto que me siento en sintonía con los que ustedes están expresando, las vivencias que van compartiendo es también mi experiencia. La vida de la CAFA en Cristo pude expresar así: vida centrada que va en crecimiento en radicalidad por la fe en Cristo, donde El es el único santo, el protagonista, el que diviniza a la CAFA al hacerle participar en sus actitudes y sentimientos día a día. La muerte en el sentido de desposeimiento de lo propio que se va haciendo realidad en el peregrinar de la CAFA y que sigue siendo como una exigencia cada vez mayor. Hay un reconocimiento de que es Cristo quien se sobrecoge en la CAFA ante el Padre, y la CAFA va entrando progresivamente en esta experiencia animada por el Espíritu de Cristo. Hay un espíritu de alabanza y agradecimiento de la CAFA a su Señor, abierta al Espíritu y una CAFA que reconoce su pequeñez y debilidad. CAFA orante, que participa del espíritu de comunión, de amor que está en Cristo.

¿Cómo adentrarnos en nuestra escuela de santidad durante este mes?

· Algo que salió es esto de ahondar en el mes conscientemente orar ha sido constante en el día. Orar juntos. Yo intuyo que de allí saldrá cosas interesantes. Proseguir en eso. Otro momento que no tengo claro, me viene eso de la recomendación de los EE en la vida cotidiana, en el día orar con el texto del día. Acordarse de la materia de oración. Puede ayudarnos y de vez en cuando hacer lo que hoy hicimos, nombrar nuestra vivencia del día como CAFA.
· Siento permanecer en comunión de amor en el Espíritu de Cristo en comunidad. Oración, conciencia continua de ser CAFA. Utilizar la mediación del folleto y que el Espíritu marque el ritmo.
· Permanecer en comunión entre nosotros. Me ayuda el ir ahondando en el folleto. Me ayudó mucho en este mes el orar el folleto.
· Me ayuda tomar el material que tenemos y eso de tener conciencia de ser CAFA ya estamos en eso. El material que tenemos es importante leer, hacer una lectura orante pues tiene una riqueza extraordinaria. Perseverar en la oración.
· Sentí una llamada a celebrar la gracia del desposeimiento y la comunión. Me parece grande que hoy en todo momento todos dijeron lo mismo: experimentarnos una sola cosa. Estoy llamada a celebrar como CAFA.
· El compartir de esta mañana fue de mucha riqueza. Para mí es esa palabra que da vida a la CAFA, siento que por allí va.
· Seguir rezando, profundizando en el folleto.
· Me llega mucho eso que dicen de traer a la CAFA en la oración. Eso ayuda, el retomar el folleto. Lo que el Señor nos vaya mostrando. Ayuda mucho el compartir de cada uno. Este mes se ha vivido mucho desde la CAFA. De lo que es la santidad. Ayuda quizás el ir leyendo despacio, en el día a día.
· Ayuda el ir rezando a lo largo del mes, el dejarme confrontar con el folleto, el no venir así nomás a los encuentros.
Importa también la metodología:
Interesante, iniciar el día compartiendo con un diálogo como hoy.