Alegría de la CAFA en su Creador, en su Rey, en su Señor. Alabanzas a su Santo Nombre, porque Dios ama a su CAFA y viste de Gloria a sus humildes. Alégrense los salvados en su Gloria, y griten de gozo en sus puestos. En sus bocas las alabanzas de Dios y en sus manos la espadas de dos filos. (Sal 148)
Así termino el triduo que dejo que el Espíritu del Señor les exprese en lenguaje espiritual. (1 Cor 2, 13)
Mis querid@s hn@s en el Señor:
Les comparto mi vivencia CAFA, Agosto hasta hoy.
Los días previos al encuentro, me preparé en oración suplicando por todos y cada uno, que le dejemos al Espíritu del Señor que viva en nosotros nuestra identidad y misión. Acompañada de María, la mujer vestida de sol, (Ap 12) le supliqué al Señor que no pongamos obstáculo para que su LUZ brille en nosotros.
Ya desde la noche anterior al encuentro, el Espíritu me centró en fe en Jn.12, 44 -50. Fue un entregarme en apertura radical como CAFA al Señor, Luz del Mundo.
El día del encuentro, fue un día de profundo sobrecogimiento y la certeza en la fe al quedarme atrapada como CAFA en el Grito de Jesús, en su Palabra, en su experiencia.
El lunes, me dispuse a publicar la recogida del encuentro CAFA, previo compartir con mi hermana de la CAFA con quien estamos destinadas a publicar nuestra experiencia. Ya estaba en la Pág. editando nuestro compartir, cuando de súbito me invade una turbación tenebrosa y la voz “les he engañado a todos con falsa consolación” presentándome nuestro ser barro de la CAFA como si no fuese posible ser iluminado por la LUZ.
Al darme cuenta de la presencia del enemigo, me afiancé en la fe en CRISTO, nuestra LUZ, retiré de la pág. el escrito y con humildad volví a la comunidad sometiendo todo el escrito a la hna que estaba encargada conmigo de la publicación para que ore con calma y vea si refleja la verdad CAFA así como está recogida. Y ya con la paz de Jesús enseguida el Señor me entrega tres textos con lo que me confirma en la Gracia de la CAFA, que ahondé en la oración durante estos tres días.
1, Mt 9, 1- 6: La CAFA perdonada de sus pecados por la fe en Jesús, camina en la aventura del Espíritu, en la LUZ.
2, Mt 17, 1 -13: El rostro de Jesús Luz del Mundo brilla como el sol, sus vestidos resplandece como la luz. El Padre es LUZ en Jesús, en su obediencia absoluta. El Hijo es LUZ en la CAFA, en mí vasija de barro, criatura salida de sus manos, amada en gratuidad.
Lo que importa es la potencia infinita imperecedera de la LUZ ante la nada de mi barro. La vasija de barro iluminada plenamente por la LUZ, se transforma en LUZ.
Tu voluntad es mi delicia Padre, apertura plena, entrega plena, sin medida, sin límites. Tu Voluntad Padre mío, sólo tu voluntad. Tu disposición sólo eso quiero ser. Haz en mí lo que quieras, condúceme en tu voluntad. Adhesión plena, radical del Hijo al Padre, a su voluntad. Entrega radical de la hija, criatura salida de las manos del Padre, entrega radical en el Hijo. Tu voluntad es lo único que cuenta, es tu rostro brillante como el sol, tus vestidos resplandecientes como la luz, amado mío. Tu voluntad Padre Amado, tu voluntad. Es la voz, que no es voz, es la voz que es espíritu, la voz que es Luz. ¡Tu voluntad, Padre amado, Tu voluntad, Tu voluntad!
Así el Espíritu de mi Señor ha vencido en mí al enemigo, tal honor cabe a todos sus santos. (Sal. 148, 1-9)
En el amor del Señor,
Carolina
Así termino el triduo que dejo que el Espíritu del Señor les exprese en lenguaje espiritual. (1 Cor 2, 13)
Mis querid@s hn@s en el Señor:
Les comparto mi vivencia CAFA, Agosto hasta hoy.
Los días previos al encuentro, me preparé en oración suplicando por todos y cada uno, que le dejemos al Espíritu del Señor que viva en nosotros nuestra identidad y misión. Acompañada de María, la mujer vestida de sol, (Ap 12) le supliqué al Señor que no pongamos obstáculo para que su LUZ brille en nosotros.
Ya desde la noche anterior al encuentro, el Espíritu me centró en fe en Jn.12, 44 -50. Fue un entregarme en apertura radical como CAFA al Señor, Luz del Mundo.
El día del encuentro, fue un día de profundo sobrecogimiento y la certeza en la fe al quedarme atrapada como CAFA en el Grito de Jesús, en su Palabra, en su experiencia.
El lunes, me dispuse a publicar la recogida del encuentro CAFA, previo compartir con mi hermana de la CAFA con quien estamos destinadas a publicar nuestra experiencia. Ya estaba en la Pág. editando nuestro compartir, cuando de súbito me invade una turbación tenebrosa y la voz “les he engañado a todos con falsa consolación” presentándome nuestro ser barro de la CAFA como si no fuese posible ser iluminado por la LUZ.
Al darme cuenta de la presencia del enemigo, me afiancé en la fe en CRISTO, nuestra LUZ, retiré de la pág. el escrito y con humildad volví a la comunidad sometiendo todo el escrito a la hna que estaba encargada conmigo de la publicación para que ore con calma y vea si refleja la verdad CAFA así como está recogida. Y ya con la paz de Jesús enseguida el Señor me entrega tres textos con lo que me confirma en la Gracia de la CAFA, que ahondé en la oración durante estos tres días.
1, Mt 9, 1- 6: La CAFA perdonada de sus pecados por la fe en Jesús, camina en la aventura del Espíritu, en la LUZ.
2, Mt 17, 1 -13: El rostro de Jesús Luz del Mundo brilla como el sol, sus vestidos resplandece como la luz. El Padre es LUZ en Jesús, en su obediencia absoluta. El Hijo es LUZ en la CAFA, en mí vasija de barro, criatura salida de sus manos, amada en gratuidad.
Lo que importa es la potencia infinita imperecedera de la LUZ ante la nada de mi barro. La vasija de barro iluminada plenamente por la LUZ, se transforma en LUZ.
Tu voluntad es mi delicia Padre, apertura plena, entrega plena, sin medida, sin límites. Tu Voluntad Padre mío, sólo tu voluntad. Tu disposición sólo eso quiero ser. Haz en mí lo que quieras, condúceme en tu voluntad. Adhesión plena, radical del Hijo al Padre, a su voluntad. Entrega radical de la hija, criatura salida de las manos del Padre, entrega radical en el Hijo. Tu voluntad es lo único que cuenta, es tu rostro brillante como el sol, tus vestidos resplandecientes como la luz, amado mío. Tu voluntad Padre Amado, tu voluntad. Es la voz, que no es voz, es la voz que es espíritu, la voz que es Luz. ¡Tu voluntad, Padre amado, Tu voluntad, Tu voluntad!
Así el Espíritu de mi Señor ha vencido en mí al enemigo, tal honor cabe a todos sus santos. (Sal. 148, 1-9)
En el amor del Señor,
Carolina
