Queridos Hermanos/as en el Señor:
Bendito sea Dios Padre misericordioso que ama entrañablemente al Pecador, y yo soy una de ellas/os. Me he sentido muy admirada y agradecida al meditar en mi corazón, la misericordia que ha obrado en mí, al tomar conciencia en estos días de que la pág. Fe es pública.
Aunque se ha dicho que cualquiera podía acceder a ella, mi participación en la página estaba motivada especialmente por la corresponsabilidad en la santidad con mis hnos/as de la CAFA y de la CAF en dispersión. Si embargo el Señor me había manifestado en más de una oportunidad que toda la novedad que El en su compasión nos entrega trasciende el tiempo, el espacio y es universal, pero yo lo tomaba eso como para el futuro y no (como está sucediendo) para el presente.
En más de una oportunidad he compartido y ahora lo repito, para dar Gloria al Padre, que la página para mí ha sido y es un espacio de la manifestación de la santidad del Espíritu de Dios presente y operante en la vida de cada hermano/a. A medida que pasa el tiempo, experimento en mi pequeñez la necesidad de acercarme descalza como Moisés a la zarza ardiente, su vida en cada hno/a es sabiduría, alimento y fuerza que impulsa en la fe el crecimiento del cuerpo desde la novedad de su Espíritu siempre nuevo, siempre igual, siempre mayor.
En la fe me ubico ante la mirada atenta y misericordiosa del Padre, que me ha entregado a su Hijo para que mi vida sea en El. En mi condición y desde esta condición pecadora empecé a sentirme incómoda por tantos hermanos/as que tienen acceso a la pág. Me venía la imagen de un escenario, con unos pocos que estamos en escena y muchos espectadores que se mantienen en la distancia o tal vez cercanos, quizás en comunión, de sentir, pero también con prejuicios.
Cuando se me confirmó que la Pág. era pública, experimenté también lo de Jn.6, 60: ¡Este lenguaje es muy duro! (y la persona quien me dijo que la pág. era pública, más duro todavía) me invitó a dejar si no estaba de acuerdo, pero yo lejos de contestar como Pedro: Jn 6, 68, “A quien vamos....” No. Me encontraba vivencialmente ante la puerta estrecha pero sin poder dar ni un paso atrás, ni adelante. En mi había un fuerte deseo de marginar especialmente a aquellos que no concuerdan con mi visión de vida.
Doy tantas gracias al Padre en Jesús por no haberme dejado tanto tiempo en esa situación, sí el tiempo suficiente para darme cuenta en qué estaba. Y agradezco a la oración de la comunidad y de la persona que sabía en qué estaba. Al rato sin explicarme cómo de una manera totalmente gratuita, experimenté una transformación de corazón. Como un clamor suave amoroso del Espíritu empecé a sentir dolor por no valorar tantas gracias extraordinarias que se me ha regalado, al poner mi atención en lo humano.
Después con mucha fuerza me resonó la experiencia de Pablo “…a nosotros…, Dios nos ha colocado en el último lugar, como condenado a muerte, y hemos llegado a ser espectáculo para el mundo entero, tanto para los ángeles, como para los hombres. Nosotros somos los locos de Cristo, mientras ustedes irradian sabiduría…Nosotros somos débiles…”(1 Cor.4, 9...)
Así con tanta misericordia el Padre que hace salir su sol sobre malos y buenos, y caer la lluvia sobres justos y pecadores (Mt.5, 45) en Jesús, me confirmó nuevamente en mi vocación: ser hija en Cristo pobre, humillado, crucificado, y que en El quiere expresar en mí su amor gratuito a todos sin excepción. Y como experiencia fuerte, impactante, que El Padre no acaba de decir al mundo, es SU AMOR HASTA EL EXTREMO DE ENTREGAR A SU ÚNICO HIJO POR AMOR AL HOMBRE – MUJER PECADOR/A y yo soy una de ellas.
En el Amor del Padre en Jesús, un gran abrazo para todos/as,
Carolina
10 comentarios:
Querida Carolina:
Tus experiencias espirituales siempre me maravillan. A veces te siento pasando por una pequeña crisis, pero así lo veo: PASANDO. No te he visto atada a los traspiés del enemigo. Creo que has recibido una gran gracia, y es la humildad.
Cuando el corazón consiste en arcilla moldeable, el Señor se deleita modelando lo que necesitaba su toque transformante. Gracias, hermana, por ser un ejemplo para mí de docilidad a la gracia, aunque no veas, aunque no sientas, pero sí percibes en lo hondo de tu espíritu.
Así que el Blog Fe ahora es público. Era público desde el principio, pero sólo los miembros del blog podían aportar entradas y comentarios. Ahora he dado un paso más -si mis hermanos y hermanas lo acogen- de modo que comentar a entradas es posible para cualquiera que desee resonar a ellas. Mas las entradas siguen siendo publicables sólo por los miembros inscritos de la página web.
Creo que tenemos que rezar para que nuestras vivencias espirituales lleguen a ser luz para muchos. Yo he puesto de mi parte facilitando el asunto, pero "si el Señor no construye el edificio en vano se fatigan los obreros" Sal. 127.
Un gran abrazo fraterno,
Carlos
Muy querida Carolina: Antenoche leí tu compartir y lo he querido rezar.
Veo que Carlos ya hizo resonancia, me adhiero a lo que te dice, pero quiero expresarte algo más.
Hermana, TODO lo que vivimos, lo que somos, la misma radicalidad en la Fe en que queremos y tratamos de vivir, TODO es puro DON, nada es nuestro, nada lo hemos conseguido gracias a nuestro esfuerzo, a nuestra voluntad. Todo es regalo.
Por eso me viene al corazón lo que nos dice San Pablo: "lo que gratuitamente recibíste, entrégalo gratuitamente".
De corazón te digo, en ningún momento sentí resistencia a que otros hermanos puedan compartir nuestro caminar en Dios.
Quizá a algunos les ayude a profundizar más en la fe, a otros los ayude a abrirse al Señor ... no sabemos lo que el Espíritu puede hacer. Quizá otros hermanos, no nos comprendan ...ya eso no nos toca a nosotros..., quizá algunos se burlen ...no importa, si el Señor saca algún bien de todo ello, ¡Bendito sea!
A los que nos consideramos peregrinos en la Fe, nos ayuda y hace muchísimo bien, sigámoslo haciendo, es para gloria del Padre.
Un gran abrazo, gracias por tu compartir y por tu fidelidad y apertura al querer del Padre.
Recuérdame en tus encuentros con El, yo lo hago por tí.
Carolina,
¡¡Qué gozo en el corazón!!, centro de nuestro ser y en donde se produce el encuentro intimo con nuestro Señor, tu compartir produjo en mi asombro, sobrecogimiento al reconocerte en la presencia de Dios, irradiada y abrasada por la fuerza de su entraña de misericordia.
Me impresiona tu apertura y docilidad a la acción del Espíritu, rescato una finitud y delicadeza en tu relación con el Señor.
Me admira verte siempre inquieta, buscadora, exigente en el seguimiento, capaz de compartir con libertad la gracia de Dios, aunque al parecer está vez estabas desconcertada pero no te dejaste vencer por la sutileza del engaño “el mal espíritu”, la semilla de la FE, puesta en tu corazón y llevada a la oración te condujo por el camino del amor y el perdón. Aquí he recordado una expresión de la vivencia de Pablo, “...Jesús me eligió para anunciar el evangelio de la gracias de Dios”. Siento que a través de esta vivencia fuerte tuya el Señor sigue derramando abundante GRACIAS en la COMUNIDAD CAFA.
¡¡La presencia del ESPIRITU SANTO!! Aviva en nosotros la fe y en especial la perseverancia en el entrenamiento del AMOR GRATUITO.
Unidas en el Espíritu de Jesús,
Sarita.
CAROLINA:
Me uno es las inquietudes que Dios te confia, llenas de El, de su Espiritu y me nace decirle gracias porque no deja de derramar su GRACIA en tu vida y nuestra comunidad CAFA.
Pido por ti y le entrego tu vida. Unidas en EL. Tu Hna en Blanca
Querida Carolina
Gracias por tu compartir desde el corazón,desde lo que sientes humanamente y lo que la gracia del Señor hace en ti.
Carolina puedo decirte con apertura de corazón que siempre he admirado y me ha fortalecido tu camino de fe, como ya decía Carlos por momento golpea, pero siempre encuentras la luz. El amor de Dios siempre está en ti de una manera fuerte pero al mismo tiempo de mucha ternura.
Me uno a tus inquietudes de repente salimos a luz a compartir lo que llevamos oculto, creo que de verdad es una gracia para nosotras y para todas las personas que leerán nuestra expereincia de fe.
Un abrazo fraterno en el Señor
Ma.Laura
Carolina: doy gracias al Señor que va arrancando de vos, todo aquello que le impide regir tu vida y expresarse en vos y a través de vos con soberana libertad.Duele porque esas cosas están tan pegadas a nosotras como la carne a la piel y cuando esta se arranca, duele. Pero ahí está El, como bálsamo suave curando la herida y haciéndo dulce el sufrir por ser una cion El y dar gloria al Padre. Gracias por tu compartir Mª Carmen
Querida Carolina, admiro el amor del Padre, del GHijo y del Espíritu que vas experimentando. Pido a la Trinidaad que siga deleitandose en su Obra de AMOR que es Carolina. Bendiciones. Nélida
Querida Carolina
Gracias por compartirnos tus vivencias, especialmente el regalo de Dios de transformate nuevamente el corazón. Tu proceso de fe me ayuda una vez más a reconocer mi humanidad pecadora, entregárselo al Señor como una niña que confía plenamente en el amor y la ternura de Dios. En lo profundo de mi hay gran resonancia con las palabras de Pablo. Desde hace muchos años en mi primera experiencia de EE.EE. al rezar la regla 10 de las Constituciones de la Compañía de María, Dios me mostró que este camino era para mi y que tenía que llegar a ser considerada "loca por Jesucristo" sin dar motivo de ello. Esta vivencia lo retoma Santa Juana de los escritos de San Ignacio. Se trata de una identificación con el AMADO, Cristo pobre, humillado, crucificado y resucitado. El es el camino estrecho y en Él nos encontramos y nos necesitamos para apoyarnos como hnos y amigos en el Señor. Ánimo Carolina, sigamos pues dejando transparentar tantas gracias recibidas inmerecidamente.
Un abrazo grande
Fide
Resonancia a Carolina:
En tu compartir se me confirma la gracia de la vocación a la cual El nos llama: Ser hija en Cristo pobre, humillado, crucificado y aún así como somos pecadores, en su inmenso amor El se quiere expresar en sus hijos y es lo que experimenté, el gran amor de Dios por ti y por la Cafa que en ti se ha manifestado en el reconocer aquello que muy sutilmente te apartaba de tus hermanos fijando tu atención en lo humano y El, en Cristo, te hace volver a esa mirada de fe, reconociendo la cantidad de gracias que El nos va derramando en el caminar y ahí esta la fuerza donde Cristo en nosotros purifica nuestra humanidad, la hace nueva y su compasión nos va haciendo participar de El en la Santidad del Hijo que se dona por amor, nuestras expectativas no están en lo humano, sino en quien en su amor a decidido donarse a nosotros para dar testimonio de El y ser fruto, pasando por donde Jesús nos va llevando desde esa experiencia profunda, donde El poco a poco va confirmando su querer; la pág. como medio para la corresponsabilidad y el testimonio de la santidad que El va obrando en nosotros.
Gracias por tu compartir y siento que la experiencia nos va abriendo a la gracia de aquellos que no comparten, la gracia ya esta derramada. Paola
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