jueves, 4 de marzo de 2010

Dios en mis hermanos y hermanas

Quisiera compartir con ustedes la recogida de mi momento personal del proceso que he vivido.

Hace 21 años, un día 4 de marzo salí de mi casa con una mochila a cuestas. Era el comienzo de una peregrinación en la fe. Partí sin saber a donde iba, con la única seguridad de que Dios estaba con migo. Su promesa era como un bastón para mi, sobre el cual podía apoyarme para caminar, segura en su presencia.

Solo el gran amor a Jesús que sentía fue capaz de darme la fuerza necesaria para el “a Dios” a mis padres, familiares y amigos. Durante todo el viaje camino a Santa María-Misiones no paré de llorar, cuando llegué a San Ignacio se terminaron mis lagrimas.
Todavía me recuerdo vivencialmente sentada en un banco de la plaza de la Iglesia, como mi gran amigo Jesús me consolaba con su amor y ternura de siempre.
Fue uno de los primeros despojos más profundo que he vivido.

Hoy sentada en una alfombra de tejido árabe, en presencia de mi Señor en la eucaristía volví a renovar mi entrega definitiva y amorosa. Después de haber pasado recientemente el segundo despojo fuerte, al dejar mi país y a los “míos”.
Ahora como antes mi corazón sigue estremeciéndose ante la presencia de Jesús. Pero esta vez Jesús está en cada uno de mis hermanos de una forma real. Esta es la gracia que Dios me ha dado estos días. Su presencia en mi hermana de comunidad me sobrecoge, se me desborona todo lo mío y me sitúa en una actitud de adoración. No se muy bien como expresar, tengo una certeza de que Dios esta conmigo a través de la presencia del otro.

Les tengo muy presente a todas las CAFs .
En comunión de espíritus y amistad en el Señor.
Abrazos
Fide

4 comentarios:

Mari Carmen E. dijo...

Querida Fide:
Doy gracias a Dios por esa elección que hizo de vos y esa fuerza que te dió para dejar, en aquel entonces y volver a dejar ahora, todo lo que es más intimamente tuyo: familia, amigos, País. Todo lo que te dió vidas hasta ahora.
Doy gracias a Dios, porque te sigue dando vida, se te sigue entregando, ahora en la fraternidad universal y al mismo tiempo concreta de la hermana que tienes al lado...
Sí, Desde que el PADRE SE MANIFESTÓ EN JESÚS, SOLO EN LAS MEDIACIONES HUMANAS, Nos encuentra y Le encontramos.
Eso se puso en mayúsculas sin querer, lo dejo, por algo será.
Unidas en ese encuentro con Cristo en los hermanos
Abrazos M.Carmen

Marisa dijo...

Muy querida Fide
Agradece nendive Ñandejarape, en esa comunion en la fe experimento contigo la presencia del amigo Jesus que cada dia te consuela y te lleva de la mano, y te hace feliz ya sentada en un banco de madera de santa maria o ena alfombra de tejido de arabe, damos gracias a Dios porque te da la gracia de ser testigo de la fidelidad de Jesus. unidas en la oracion
un abrazo
Marisa

Mónica dijo...

Querida Fide:
Gracias por tu compartir, me he sentido muy identificada porque también he pasado recientemente por "despojos", dejar a mis padres, herman@s...a mi país, ahora que acaba de sufrir un terremoto.
Resonaba en mí tus expresiones "despojos"...son parte de nuestro peregrinar, vemos que en cada despojo JESUS está, SU GRACIA está, su amor y ternura,está un Jesús que nos consuela.
JESUS NOS ENVIA, NOS MUESTRA EL CAMINO, EL VA LLEVANDO NUESTRAS VIDAS, a vos en Egypto, a mí por Filipinas pero unidas en este MISMO ESPIRITU QUE NOS VA GUIANDO...
Te animo a seguir abierta a esta hermosa gracia de JESUS, "el que puedas descubrirle presente en cada herman@".
Con tu compartir JESUS ME HA INVITADO TAMBIEN A RENOVAR MI ENTREGA DEFINITIVA Y AMOROSA A EL.
Gracias hermana!!!
en Jesús:
H. Mónica

Carlos dijo...

Querida Fide:

¿Cómo te llamaré: hija, hermana? Eres ambas para mí. Te amo como mi hija y me acompañaste como mi hermana. Bien sabes el dolor que sentí con tu destino a Egipto. No dudo que el Señor hizo de las suyas, como suele hacer, al enviarte a extender todas las gracias que te concedió en Paraguay.

Yo sé que estás en un proceso de discernimiento sobre tu misión: no para abandonarla sino para clarificar lo que Jesús desea de ti y de tus hermanas por esas tierras. El amor a los hermanos es prioridad para el Señor. Sin ese amor cualquier misión cae. Por eso me alegro que sientas hondamente el amor de Jesús por tus hermanas. En verdad, Fide, no sé qué desea el Señor de vos y de tu comunidad en Egipto. Ya hemos dialogado sobre eso. Pero ten la certeza que cuando emprendemos una caminata sin saber a donde vamos, el Espíritu nos guía. El tiempo, las etapas son del Señor. Mantente atenta a la escucha del Espíritu que se manifiesta en tu interior y a través de mediaciones humanas que pueden ser que no del todo nos agraden.

Te tengo siempre unida a mí. Ya conoces bien todo el cariño que siento por vos.

Permanecemos unidos en el amor de Jesús,
Carlos