Encuentro CAFA, Agosto 2008.

1- Oración Inicial:
Jn. 12, 44-50.

2- Momento Personal:
Orar y discernir nuestro momento CAFA con respecto a las inquietudes del último encuentro.

Preguntas:
1- ¿Cómo me afecta la Identidad y Misión de la CAFA que se me va entregando, en mis actitudes, vivencias diarias? o ¿ Cómo camino con la Gracia de la CAFA en el día a día? (Misión ad-intra)
2- Las concreciones en cuanto a misión (ad extra) de la CAFA que en experiencias espirituales se nos ha nombrado y clarificado( Interiorización marzo 2008)

• Acompañamiento Juniorado Inter.
• Corresponsabilidad con la Pág. fe.
• Expresar la Identidad CAFA donde nos encontremos: Comunidad Religiosa, Familia, Parroquia, Conferpar, Decanato, Colegio, Consultorio, Facultad…etc
  ¿Cómo asumo personalmente la misión comunitaria?
  ¿Cuál es mi nivel de involucramiento en esas concreciones?
  
• 3- Atención y apertura a lo que el Señor quiera mostrar
  
  Puede orientar nuestra Oración:
• Jn.12, 44-50
• La Resonancia de Mari Carmen a nuestro compartir de Julio
• La iluminación sobre la identidad y misión CAFA
  

IDENTIDAD Y MISIÓN DE LA CAFA – Continuación
(Extraída de la iluminación del P. Carlos de la Cruz a la CAFA, noviembre 2005)

La CAFA Escuela de Santidad, destinada a ser Luz en la Vida Consagrada y desde ahí en la Iglesia, y si eso no toca profundamente tu deseo, eso no te mueve, tú no te vacías para que la Vida Consagrada sea luz.

¿Hemos asumido eso de ser luz en la Vida Religiosa, como una exigencia del Señor a colaborar con eso?

Si por dentro el Señor te remueve para decir: así la Vida Consagrada no puede continuar; tengo que focalizar esa finalidad y olvidarme de mí mismo, porque mientras más me miro a mi misma, más me desvío de la finalidad. Ahora teniendo la finalidad como razón de ser de la CAFA, entonces el Señor obrará en nosotros, procesos comunitarios que abarquen lo personal para ser luz en la Vida Religiosa. Pero si estás contento con tu proceso personal, la finalidad de la CAFA no toca tu corazón.

Mientras las comunidades no se vean fuertemente insatisfechas con la manera que están viviendo, aquí no pasa nada.

La finalidad de la CAFA implica consenso, concreciones, novedades. Cuando se de esto seremos comunidad y la incidencia de esa comunidad sobre la Vida Consagrada, no podemos ver ahora.

El Señor no te va a dar esa gracia, si no la deseas y estás contenta con lo que tienes. Si te conformas con tu crecimiento personal, sin atender el crecimiento del sujeto colectivo que es la CAFA, no vamos a ir muy lejos. Así no vas a ser luz en la Vida Consagrada. Sin comunidad no incides en la iglesia, juntos es un desafío enorme que el Señor te concede.

Perfectos no somos, pero si resistimos entonces ponemos barreras al Espíritu, pero si estamos abiertos y nos caemos y volvemos a levantarnos para seguir en la carrera --Cristo Jesús nos levanta y nos sitúa. Pero el problema es que no sé si la gracia pendiente es deseada ardientemente por nosotros para ser luz en la Vida Consagrada y si no hay esa fuerza que por dentro me quema, entonces no pasa nada, porque es una gracia pendiente muy costosa para llevar por mi deseo y mi voluntad. El ardor del deseo debe ser bien fuerte para mirar a Dios y dejar que El historice la gracia y ser luz para la Vida Consagrada y para la Iglesia y el mundo. Si por dentro no siento que me quema los huesos…no se dará esta Gracia.

Este ser luz de la CAFA requiere dejar al Señor crear en nosotros un sujeto evangelizador donde El se manifieste con su poder llevando adelante el designio de Dios en la Vida Religiosa, eso no se puede definir antes de vivirlo.

La Vida Religiosa no es optar por los pobres, la Vida Religiosa no se sabe lo que es hasta que se viva. Jesús dijo: Vengo a anunciarles la Buena Nueva. En la medida en que Jesús viva esa Buena Nueva, empezará a tener carne y hueso. Y cuando el Señor vivió lo que anunciaba, para muchos ya no fue Buena Nueva sino mala nueva. Hay muchas teorías sobre la Vida Religiosa: que la Vida Religiosa debe ser esto, tiene que ser aquello. Ahora tienes que despojarte de todas esas teorías, aquí le espera a la Vida Religiosa una novedad en el Espíritu, una muerte rotunda y esa gran novedad no es ser luz desde donde estás, esa Nueva Luz, necesita un sujeto comunitario donde se manifieste Jesús y donde el Padre puede complacerse. Hay que dejar que Jesús muestre al Padre en este sujeto comunitario CAFA

A Jesús se le descubre en la caminata, no lo encasilles en un qué hacer. El Señor va mostrando la novedad a la Vida Religiosa por etapas, nosotros queremos todo definido, todo claro. Lo que hace arder tu centro vital, no es el ardor que sale de vos, sino de Jesús. Jesús ama el designio del Padre en ti, eso le falta a la CAFA. Dejar que Jesús arda en nosotros, lanzarte a esa aventura que no necesariamente te va gustar y no se mide por el éxito humano sino por la fidelidad al querer del Padre. Estamos metidos en los éxitos humanos y el Evangelio es un fracaso para este mundo de los hombres en el cual tenemos parte, y si el Hijo del hombre no tuvo éxito humano, ¿quién nos creemos nosotros?

La Vida Religiosa no está en nuestras manos, lo único que Jesús nos pide es: “deja que Yo ponga mi deseo en ti”. El Hijo pondrá ese amor en nosotros por el designio del Padre. A mí nunca me entró que vamos a tener una gran acogida en la Vida Religiosa, sí me duele la infidelidad de la Vida Religiosa por el querer del Padre. Tenemos que hacer caminatas muy serias. Espero que todos perseveremos, si no continuaremos con los que el Señor elija.

¿Qué metodología utilizar para este grupo que está llamado a ser Comunidad Santa, Comunidad de fe donde el Hijo pueda recrearse y arder por el designio del Padre? ¿Qué metodología seguir si no amamos ardientemente en Cristo el designio del Padre? ¿Por qué empiezas a pensar en el costo de esa Gracia? Así no se te va a conceder, pero si estás abierta al Espíritu y te dejas crucificar, entonces, si deseas vivir sin límites, entonces, el Señor te lleva de novedad en novedad.

Es la comunidad la que va ser luz desde nosotros, no tú en tu comunidad. Estamos muy despistados en relación a lo que implica peregrinar en la fe. Peregrinar en la fe implica una novedad donde no sabes a dónde vas, así caminó nuestro padre en la fe, caminó sin saber a dónde iba y por etapas y cada etapa es una novedad. (Rom. 4,17. Heb. 11,8. Gen. 12,9).

El único capaz de renovar las cosas de Dios, es Dios, no nosotros, pero nos gusta meter la mano y saber por dónde van las cosas. En la Vida Religiosa lo único que se persigue es la fidelidad a Dios, pero no nos conformamos con eso, y la fidelidad a Dios nos lleva a un fracaso humano muy grande pero que da paz, porque gracias al Dios fiel pudimos ser fieles a su proyecto amoroso y misterioso.

La novedad del Espíritu se concede a una comunidad que peregrina en la fe, que se deja conducir, se le va a conceder a la CAFA cuando sea sujeto santo de peregrinación.

3- Momento del Compartir comunitario.

Con respecto a la misión de la CAFA fue un reasumir lo que ya se nos ha entregado y asumido, rectificar niveles personales de involucramiento, presentar a la CAFA nuevos pedidos de acompañamientos de otros juniorados como también para los EE.EE.

Sentimientos vividos
Suavidad, paz, alegría interior, esperanza, seguridad única en la presencia del Espíritu de Dios en la CAFA, escucha atenta, respeto, gratitud, gozo profundo en torno al Misterio. Jesús centro de la CAFA. Consolación por la libertad para adentrarnos en aventura del Espíritu.

Gracia del día

• Jesús es luz en la CAFA, El dice el QUÉ y el CÓMO (hacer, decir) del Padre.
• Jesús es el Centro, el que no hace nada por cuenta propia, escucha atenta de la CAFA, y desde ahí actuar.
• Desear ardientemente es una condición previa para saber el qué y el cómo de Jesús en la CAFA.
• Nombrar desde el Espíritu, poner en común lo que vivimos como CAFA.
• La CAFA como sierva inútil, atenta al querer de Dios como Escuela de Santidad.
• El envío que recibe la CAFA es desde la identidad de hijo/a en el HIJO.
• La fidelidad de la CAFA al querer del Padre es luz, amor ardiente.
  
  Novedad
• Disposición para lanzarnos a la aventura del Espíritu, no encasillar al Espíritu.