sábado, 14 de abril de 2007

Mi soberbia no termina de morir, pero está vencida

Querid@s tod@s:

Un nuevo mes, un nuevo encuentro con ustedes, lo que no es nuevo es lo vivido por mí, en cuanto a original, novedoso, pero es nuevo porque cada día el Espíritu de Jesús resucitado hace nuevas todas las cosas y es la novedad del Hoy del Padre en mi vida.

Continúo en esta etapa de inculturación. Aprendiendo la lengua, tratando de captar la cultura del pueblo pobre con el que vivo, sus valores, su manera de relacionarse entre ellos, con Dios, con la naturaleza. Su manera de ser y sentirse en la sociedad, la forma de trabajar, la forma de vivirse como Iglesia etc… Dejando que el Señor viva en mí su espera paciente y discerniente, en obediencia amorosa e incondicional al Padre, hasta que le muestre su misión. En este silencio del Padre, en este tiempo de espera, tengo momentos de lucha interior, tentaciones de las fuerzas del mal donde Jesús lucha en mí y, ¡vence! realmente tuvo que extender sus brazos en la cruz para adquirir para Dios un Pueblo Santo, solo la fuerza de este Amor entregado puede liberarnos y transformar este nuestro corazón enviciado en el pecado.

Esta fuerza del pecado, se me manifiestan unas veces en forma de, voy a llamarla: "soberbia impaciente", ante la aparente inutilidad de mi vida. Cuando participo en la Comunidad Cristiana, en los círculos bíblicos y veo la falta de relación personal de Jesús de la gente, el desconocimiento de El de los jóvenes, el hambre de Dios de minorías que piden formación bíblica, la resignación ante el aplastamiento de la marginación…y, no poder ayudarles porque no me entienden., sentir que tengo "algo" para entregarles y no poder hacerlo por la lengua y en el silencio de Dios, la duda: no será que en otro lugar de lengua castellana? No será hora de volver a España ? Siempre este yo, queriendo ver, controlar… Otras veces se me manifiesta en forma de voy a llamarla: "protagonismo orgulloso" capto por dentro que aunque yo hable perfectamente si el Señor "no construye la casa…" Si el Señor no da la gracia de la fe radical, no pasa nada, solo El puede transformar los corazones, y al captar eso por dentro, experimentar una resistencia grande a ese no ser nada, a esa muerte a mí misma para ser solo El y yo solo en El. La lucha interior es dolorosa y fuerte pero el Poder de la resurrección de Jesús en mí es mayor y liberador. Es experiencia de Salvación y me deja profunda Paz.

Y, esta es la lucha interior que el Señor tiene que librar en mí, por una parte mi protagonismo, ese querer sentir que hago algo, ese resistirme a morir y por otra el Espíritu podando, abriendo camino en mi espíritu al protagonismo del Único que salva, que tiene el poder, la fuerza, para transformar el corazón, para crear Reino. Hasta que logra vencer y me rinde en obediencia humilde, en entrega amorosa e incondicional y pronuncia su hágase, en la aparente inutilidad, esterilidad de mi vida: Proclamase que Tú eres Santo. Venga tu reinado. Hágase tu Voluntad. Y así, voy aprendiendo a ser hija, obedeciendo.

Por hoy nada más. Recen por mí para que no caiga en la tentación y pueda el Padre reinar en mí por la obediencia de Jesús.

Un abrazo fraterno M. Carmen

4 comentarios:

Carlos dijo...

Mi hija, ¿cuándo vas a dejar de dudar? No se puede vivir toda la vida preguntándose uno: ¿será aquí, será acá que el Señor me quiere? ¿Es que el Señor no tiene boca para hablar con certeza en el corazón de los suyos? ¿Es que no tiene sabiduría para decidir si aquí o allá mi hija me podrá servir mejor? ¿Es que Dios está sujeto a los errores de los superiores? ¡O será que para los que lo aman, los errores de los superiores salen beneficiándonos!

Deja ya de pensar en tonterías y agradece al Señor que todavía te tiene en peregrinación hasta que lleguemos a la tierra prometida. Mientras tanto, esta vida no es color de rosa.

Tu hermano que peregrina junto a vos,
Carlos

Lourdes dijo...

Querida Carmen: Gracias por tu compartir sincero...Desde mi humilde aporte, pero desde lo que el Señor permite que resuene en mi, quiero compartírtelo. No se trata de aprender una lengua, si bien es bueno. Siento que el Señor te quiere allí para que le dejes hablar a Él con tu vida, para que SU AMOR se exprese a través de tus gestos, de tu silencio.. de tu SIMPLEMENTE ESTAR...aceptando, acogiendo, aprendiendo a AMAR sin más quehacer...que es la PLENITUD del hacer de Dios en vos y a través tuyo.
Con mucho cariño, me uno a tu oración de entrega al Padre como Jesús.
Lourdes,stj

Fidelina dijo...

Querida Mary Cármen

Me uno a todo lo que vas viviendo y como dices, la lucha interior que experimentamos lo lleva el Señor y la victoria está dada por Él a precio de sangre. Gracias por compartir tus vivencias, la carga se hace ligera con la Gracia que has recibido como Pablo; pues se está historizando en tu vida el agradecer a Dios por nuestras debilidades, lugar donde se manifiesta con mayor fuerza el Señor.

Por nuestra humanidad pecadora, lo más difícil muchas veces es descubrir la voluntad de Dios. La búsqueda y el discernimiento nos introduce en medio de interrogantes, dudas e inseguridades, más en estos momentos la fe brilla con mayor fuerza como una linda estrella en la noche. Es la voz que Jesús pronuncia en su sí al Padre y de este Amor y Gracia nos hace partícipes, uno con Él en el envío recibido... entonces nos inunda una gra paz.

La vida religiosa y la Compañía de María con sus mediaciones nos confirman este querer de Dios y nos ayudan a vivir la obediencia al Padre. Pido al Señor que tu aparente inutilidad no sea motivo para volver a la duda metódica, ¿te acuerdas? que hace años que el Señor derrumbó en vos.

Unidas en Cristo Jesús, cuenta siempre conmigo

Fide

Paola dijo...

Resonancia a M del Carmen E.

En tu compartir se me confirma la gracia de la vocación a la cual El nos llama: Ser hija en Cristo pobre, humillado, crucificado y aún así como somos pecadores, en su inmenso amor El se quiere expresar en sus hijos y es lo que experimenté, el gran amor de Dios por ti y por la Cafa que en ti se ha manifestado en el reconocer aquello que muy sutilmente te apartaba de tus hermanos fijando tu atención en lo humano y El, en Cristo, te hace volver a esa mirada de fe, reconociendo la cantidad de gracias que El nos va derramando en el caminar y ahí esta la fuerza donde Cristo en nosotros purifica nuestra humanidad, la hace nueva y su compasión nos va haciendo participar de El en la Santidad del Hijo que se dona por amor, nuestras expectativas no están en lo humano, sino en quien en su amor a decidido donarse a nosotros para dar testimonio de El y ser fruto, pasando por donde Jesús nos va llevando desde esa experiencia profunda, donde El poco a poco va confirmando su querer; la pág. como medio para la corresponsabilidad y el testimonio de la santidad que El va obrando en nosotros.
Gracias por tu compartir y siento que la experiencia nos va abriendo a la gracia de aquellos que no comparten, la gracia ya esta derramada. Paola