jueves, 12 de abril de 2007

El Señor me vuelve a encaminar...

Muy queridos Hermanos y Hermanas: Después de tanto tiempo vuelvo a compartir con ustedes este último tiempo de mi vida...Entre los ajetreos de fin de curso, el nuevo año que comenzó...los días se fueron pasando casi sin darme cuenta. También mi vida de fe se fue como desvaneciendo, volviendo yo a ser dueña de mi misma: decisiones, relaciones, misión...la misma relación con el Señor era desde mi misma, como que no le dejaba a Él lugar en mi vida...¡¡NUEVAMENTE!!. Pero el Señor que me quiere para sí, a su modo y no al mío, permitió que participara de unos Ejercicios a los cuales no quería ir...era una tanda...me parecía que volvía a atrás en mi vida...Pero allí me Él me esperaba. Él permitió que me encontrara con un sacerdote que estaba en la casa de Ejercicios para acompañar a aquellos que querían, aunque era otro el que los daba. Luego de compartir con él mi experiencia de estos años, el caminar , los Ejercicios de mes del 2005 con Carlos, me invitó a retomar los Ejercicios de Mes, lo que llevaba en el corazón, porque no había llevado mis cuadernos...y en ese compartir el Señor me fue regalando constatar cuán lejos estaba de la historicidad de las gracias recibidas...me había vuelto a centrar en mi...Y fue muy fuerte la invitación del Señor a vivir el "CONMIGO"desde la experiencia de la vuelta a mi misma, constantando que si Él NADA PUEDO, NI SOY.
A mi me impresionó mucho porque me parecía que no iba a poder hacer Ejercicios, si no eran con Carlos, o con alguien que siguiera ese modo. El Señor me mostró que es EL quien hace su obra en mi, quien se preocupa por mi vida y se vale de quien quiera...sus mediaciones son sorprendentes...Estoy contenta, más cuidadosa en la oración, en el encuentro con Él en lo cotidiano, dejarme sorprender, contemplarlo en la vida que Él me regala vivir.
Doy gracias por todo lo que nos permite compartir a través de la página, que nos ayuda a crecer, a sabernos más unos de otros, a ayudarnos en este peregrinar en fe.
Gracias a todos.
Lourdes stj

4 comentarios:

Unknown dijo...

Mi querida Lourdes:
Tu compartir tan sincero me recuerda una vez más nuestra condición tan frágil y débil, con qué facilidad volvemos a nosotros mismos. Al mismo tiempo también me hace reconocer una vez más LO GRANDE QUE ES DIOS, como utiliza sus mediaciones para vovlernos de nuevo a El y hacer de nuestra fragilidad una vasija de gran valor.
Me alegro mucho por tu experiencia de retiro...Creo que el Señor te invita a la fidelidad cotidiana agarrándote de El.
Unidas en Jesús.
Ma. del Carmen de Dios

Mónica dijo...

Querida Lourdes:
gracias por compartirnos tu proceso. Al orarlo veo la fidelidad de Jesús,"Él no abandona la obra de sus manos". Nuevamente ha puesto "los medios que necesitabas para esta etapa". Te animo a historizar las gracias que te ha dado, a discernir día a día, en escucha al Espíritu, para seguir dejando a Dios ser Dios.¡Mucho ánimo y cuenta con la oración de tu hna. peregrina!
Fraternalmente: H. Mónica

Mari Carmen E. dijo...

Querida Lourdes: al escuchar en lo profundo de mí tu compartir, siento que Jesús en su amor celoso por vos, salió a tu encuentro, como lo hizo con sus discípulos que se fueron a hacer lo que sabían después de su muerte. Y te preparó un desayuno,no esperado por vos, mas preparado por El para vos, a su manera. Para que no absolutices las mediaciones, formas de vida o personas.Por más buenas y perfectas que sean No Son EL, el Único Santo,el Único absoluto, Pan de Vida y Agua Viva.Sáciate de ese banquete que te ofrece cada día. Le doy gracias con vos por el paso de El por tu vida, volviéndote a encaminar. Un abrazo M.Carmen

Fidelina dijo...

Querida Lourdes

Al dejarme sentir en el Señor tu compartir siento alegría interior y también es para mi una iluminación. Quisiera resaltar dos gracias en las cuales me siento tocada: la primera es la fe radical, me doy cuenta de lo atenta que tenemos que estar en el día a día para no volver a conducir nuestra vida, poniéndonos en el lugar de Dios.
A veces es tan imperceptible que no nos percatamos cuando retomamos las riendas de nuestra vida, comenzando por la mirada ante la realidad, el sentir y las acciones.
Me ayuda también la otra gracia que el Señor te regaló en tu retiro el dejarte sorprender por él en lo cotidiano, contemplarlo en la vida, el mayor regalo que tenemos. Cuando Dios da la Gracia, en ella misma se contiene la fuerza necesaria del Espíritu para que se historice y se haga realidad en la práctica.
Me siento unida contigo y todos los hermanos-as en la fe en este ejercicio de soltarse en las manos de Dios con confianza para que nos conduzca con docilidad y desde una escucha profunda a su voz.

Un abrazo fraterno
Fide