jueves, 12 de abril de 2007

De espíritu a espíritu

Mis queridos hermanos y hermanas:

Mientras ustedes están reunidos en el Señor, yo estoy escribiendo estas líneas, muy unida a ustedes. Cómo me hubiera gustado estar allí, en medio, disfrutando del compartir la vida de cada uno. Sin embargo, mi fidelidad a la misión encomendada en la comunidad y el colegio hace que no pueda estar presente.

Siento mucha paz y aceptación profunda ante mi permanencia en la comunidad, lo cual es signo y certeza de estar haciendo lo que Dios quiere de mí en este momento. Eso me alegra, porque si me dejara llevar por "mi gusto" y "mi deseo", estaría allí.

Agradezco a Dios el haberme dado la lucidez necesaria y haber utilizado la "mediación dolorosa" de mis hermanas de comunidad para poder hacer su voluntad en este momento.

Voy a compartirles lo que yo pude recoger en mi oración respecto a la historización de la gracia CAFA en estos últimos meses:

MI VIVENCIA C.A.F.A.:
Me resulta un poco difícil recoger la vivencia porque he ido pasando y hemos ido pasando por diversos momentos a lo largo de este tiempo.

Quizás, al recoger, lo más fuerte ha sido el sentirme identificada con Job: "hablé sin inteligencia de cosas que no conocía, de cosas extraordinarias, superiores a mí..." Esto me ha pasado en estos últimos meses. De pronto me he encontrado conmigo mísma y también con la C.A.F.A. muy humana, muy llena de debilidades, y hasta yo diría, pecadora. Este encuentro produjo en mí la gran tentación de "dejar todo", la gran pregunta: ¿qué sentido tiene seguir, si cuando vine a la C.A.F.A. vine buscando otra cosa y resulta que vengo y me encuentro con tanta debilidad también, con personas que según mi percepción, son tan débiles como yo y que me han desconcertado, me han hecho dudar de la veracidad de todo esto. He escuchado muchas cosas aquí y de aquí, sobre todo de personas cercanas a nuestro entorno...y eso me ha producido dolor, rabia, deseos de dejar. Me asusté al ver a la C.A.F.A. así.

Pero...resulta que ésta es la C.A.F.A. y esta soy yo: SANTA Y PECADORA, las dos realidades están presentes.

Y nuevamente, fue aquí donde Job me ayudó a clarificar, porque él dice al Señor: "reconozco que lo puedes todo y que eres capaz de realizar todos tu proyectos". Por encima de toda esta humanidad pecadora y débil, vulnerable, está el Dios Santo, el Todo Otro, que TODO LO PUEDE y que va a realizar, y de hecho, ya está realizando todos sus proyectos sobre nosotros, sobre la C.A.F.A., sobre mí.

El poder nombrar esta tentación y este malestar que tenía, me ha ayudado a despojarme de "mis expectativas" sobre la C.A.F.A.: YO esperaba otra cosa, deseaba otra cosa que no se me ha dado y no se me va a dar, pues en la C.A.F.A. se da y se realiza el Proyecto de Dios.

Ahora siento que acojo a esta C.A.F.A. SANTA Y PECADORA.

Esta realidad también me ayudó a comprender que el Dios Santo no tiene otra cosa, más que compartirnos la misma suerte que su Hijo: la cruz, la debilidad, la impotencia, el no saber nada y el no poder hacer nada que no sea la Voluntad del Padre. Yo no puedo exigir otra cosa, no puedo pedir otra cosa, sino acoger, aceptar y amar esta realidad que Dios nos da.

En este momento me sobrecojo ante el Dios Santo, ante el Todo Otro y dejo que El realice su proyecto.

El reconocimiento de la santidad de la C.A.F.A. y de su debilidad me hace sentir más corresponsable con este Cuerpo. Este reconocimiento también, deja al descubierto mi infidelidad a la gracia, y me da la posibilidad de abrirme, de tomarme más en serio y no ceder tan fácilmente a la tentación.

Me anima el saber y el aceptar que el Dios Fiel, el Todo Otro, el Santo, realiza su obra por encima de nosotros. Me compromete en mi corresponsabilidad con el Cuerpo. Y me hace pedir perdón, porque yo, con mi infidelidad y tibieza, he sido motivo para el no avance en la santidad de nuestro Cuerpo C.A.F.A.

Experimento mucha paz y gozo al poder vivir en la C.A.F.A., en mi persona, los momentos y situaciones de dolor, de purificación, de despojo, de humillación, de negación y renuncia, de incertidumbre y oscuridad, porque Dios quiere "hacernos agradables a sus ojos", nos hace santos por el mismo camino por el que llevó a su Hijo.

Esta situación me enseña a vivir y concretar el amor gratuito conmigo misma, con cada uno, con la C.A.F.A., con mi comunidad. Este amor gratuito que ciertamente no brota de mí, sino de El. El en mí, El en nosotros ama y nos ama. ¡QUE BONITO!!! GRACIAS SEÑOR POR SER ASÍ CON NOSOTROS...

Gracias a cada uno!!! y de veras, que los extraño mucho y los quiero mucho a todos en el Señor.

Hasta el próximo encuentro!!!

Con cariño,

Ma. del Carmen B.

7 comentarios:

Mónica dijo...

Querida María del Carmen:
Gracias por compartir el obrar de Dios en tu vida. El Espíritu del Señor no nos deja "acomodarnos" en la peregrinación, nos mueve, nos hace ver los engaños, las tentaciones...quiere que sigamos peregrinando en fe. En tu compartir veo las gracias que el Señor te regala: el soltar "tus expectativas" y acoger las "expectativas del Señor"; el amor gratuito a la C.A.F.A, santa y pecadora, donde surge una mayor conciencia del llamado del Señor a sentirte corresponsable con ella, con tus hermanos (as) peregrinos en dispersión...¡ Mucho ánimo en tu proceso! Te agradezco el hacernos tomar conciencia que somos un cuerpo, en comunión espiritual. Cuenta con mi oración,
Fraternalmente: Hna. Mónica

Máximo dijo...

Querida Carmen:
Agradecerte por tu compartir sincero de estos últimos meses de tu persona y también con relación a la CAFA.
Ciertamente te extrañamos que no estuvieses con nosotros en Itaugua, pero la CAFA es una experiencia espiritual y es cuestión de fe. No es algo sensible, físico, a pesar que es fundamental que nos encontremos quienes estamos relativamente cerca. Recordamos a cada una de las personas que están en dispersión, pero a la vez nos apenábamos que algunos de la CAFA, que pudiesen estar no estuvieron por ciertos motivos. Una de ellas fuiste vos. Sin embargo, nos sentíamos muy unidos con todos y todas para asumir con más profundidad nuestro ser CAFA y vivirnos desde su Amor Gratuito, dejándonos hacer por El y a la vez estar atentos a los intereses del Padre, a comprometernos a levantar su CAFA.
Un abrazo y unidos en el Sr.
Tu hermano en Cristo Jesús,
Máximo

Lourdes dijo...

Querida Carmen: veo que algo hice mal ya que no salió mi resonancia.
Doy gracias a Dios por tu verdad, por poder expresarla. GRACIAS POR TU COMPARTIR TAN SINCERO, TAN HUMILDE...Creo que es la forma de ayudarnos a caminar y a crecer en esta invitación del Señor a vivir desde la Fe Radical. Dios te regala no sólo la gracia de ver sino también la de comunicar, compartir. A Él le pido que te haga vivir cada vez más en su voluntad, de tal forma que "Ya no vivas vos , sino Él en vos."
Con inmenso cariño:
Lourdes stj

Carolina dijo...

Querida M. del Carmen: Encontrarnos con tu compartir al regreso de nuestra Interiorización fue un gran regalo para todos. Como te dijo Máximo, en el Espíritu nos sentíamos muy unidas contigo, y ya sabes que también a nosotros nos hubiera gustado muchísimo que estuvieras con nosotros, pero tuvimos que someter nuestros gustos y deseos a la fe y aceptar con paz, y confianza la VOLUNTAD DEL SEÑOR, y El se encargó de mantenernos en comunión en El y concedernos la GRACIA destinada a la CAFA.

Con profunda admiración y agradecimiento fui acogiendo y entregando al Señor en la oración lo que nos has compartido. Realmente la CAFA es una escuela de santidad, donde somos trabajados por el Espíritu del Señor, según su sabiduría y amor. Con tu experiencia recordaba la iluminación del P. Carlos cuando nos decía que la CAFA, esta comunión en el Espíritu no es santa desde sí, pero que es designio del Señor que la CAFA sea SANTA y esto implica un proceso de DIVINIZACIÓN fruto del don de la fe y del obrar del Espíritu. Este proceso que Cristo viva en nosotros, implica muerte a nosotros y requiere un profundo proceso de conversión. Esta Divinización no puede saltar la pasión del Señor, que El Señor marcará las etapas, y marcará la cruz, pero la pasión no la podemos saltar; sin hacernos participe de su pasión el Señor no nos puede divinizar. Si saltamos dejar que Cristo ame gratuitamente en nosotros en la CAFA en medio de humillaciones, no nos puede divinizar y nuestra identidad de ser luz para iluminar, para transformar la V.C, la Iglesia, el Mundo, quedará en puro deseos sin concreciones.

Experimento tanta gratitud al Señor por su fidelidad en tu proceso de Divinización y que en “estas muertes dolorosas” que has vivido te ha entregado y ha entregado a la CAFA tanta VIDA y pido al Señor que te de fuerza para que no vuelvas a “ceder tan fácilmente a la tentación” y que el Señor, el Dios Santo, el TODO OTRO sea plena luz en ti, porque ya no eres tú sino Cristo quien vive en ti. (Esto es mi sentir en el Señor)

Cuando le pedí al Señor que me compartiera su sentir sobre lo que nos has compartido: fui situada por el Espíritu como sujeto CAFA en el corazón de Cristo Nuestro Señor, (intentaré expresar con mis pobres palabras la experiencia) me sentí como un puntito, una “pequeñez” en medio de un inmenso océano de paz, de suavidad, de amor, de fuerza irresistible. En mí como un deseo de desaparecer para siempre en esta inmensidad inexpresable de tanta vida. Me venía lo que Jesús dijo: …Jesús, puesto en pie, exclamó con vos potente: “El que tenga sed que venga a mí. Pues el que cree en mí tendrá de beber. Lo dice la escritura de él saldrán ríos de agua viva”(Jn.7, 37-38). Sentía que esto no es una experiencia que se me da con ocasión a resonarte tu vivencia compartida, sino que es un estado de vida (desde ese momento me vivo todo desde esta experiencia de fondo) Se completa con esta otra cita: “… el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un torrente que salta hasta la vida eterna”(Jn.4,14) También me venía lo de la Carta a los efesios: “Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados en el amor y en él puedan edificarse. Que sean capaces de comprender, con todos los creyentes, cuán ancho, y cuán largo, y alto y profundo es, en una palabra, que conozcan este amor de Cristo que supera todo conocimiento. En fin que queden colmados hasta recibir toda la plenitud de Dios” (Ef.3, 17-19)

Siento que nuestras limitaciones, nuestras carencias, nuestros pecados, están ampliamente superados por el amor gratuito del Señor. Gracias por tu presencia y tu corresponsabilidad con la CAFA, eres nuestra hermana muy querida en el amor gratuito del Señor. Carolina

Fidelina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fidelina dijo...

Querida María del Cármen

Siento gran acogida a todo lo que nos compartes y agradezco al Señor por las Gracias de la CAFA que se va historizando en tu vida. Hacer las paces con nuestras debilidades es un camino por el cual necesitamos transitar. Cuando por pura compasión Dios nos muestra de que barro estamos hechos es justamente ese límite y vulnerabilidad lo que atrae la compasión de Dios. Entonces podemos decir con Pablo "Gracias Señor por nuestras debilidades" porque en ellas Dios se manifiesta y ya no somos nosotros es ÉL.
También me resuena la Gracia de la corresponsabilidad como cuerpo. Experimento una llamada constante en comunion con ustedes en Cristo el compartir los intereses del Padre animándonos en esta escuela de santidad.

Es difícil salir de nosotros mismos pero fijando nuestra mirada en Jesús crucificado, que poco camino todavía tenemos andado. En tu petición de perdón me siento reflejada y unida a tu vivencia. Caigo en la cuenta de cuanto don recibido y desperdiciado, pero LO CIERTO ES QUE LA FUENTE SIGUE MANANDO CON GRATUIDAD. Sigamos pues fortaleciéndonos en este Amor que proviene solo de Él "Quien todo lo puede y es capáz de realizar todos sus proyectos"
Unidos en un mismo Espíritu con un gran cariño de tu hermana.
Fide

Oscar dijo...

Querida Carmen:
Gracias por tu compartir. El encuentro de Itaugua ya queda un poco lejos en el tiempo, pero creo importante lo que nos compartes de lo que el Señor te dio a vivir en relación a la CAFA en ese momento.

Tus luchas interiores, el despojo de expectativas, tus dudas, deseos de huida, desencantos... todas esas vivencias no son demasiado distintas a la experiencia de los discípulos del Señor en últimos los días de su vida en la tierra.

Descubrirte, reconocerte en tu verdadera realidad de pobreza, en la nada que eres desde ti misma, captar tu capacidad de huida, de autoengaño o de perderte, es todo un regalo que el Señor te ha hecho. Más todavía, dar gracias por el despojo y el vaciamiento mantenido que realiza en vos.

Pero -para que si te vuelves a asustar no retrocedas, sino que permanezcas en fe radical-el Padre te ha hecho gustar de su compasión mostrándote su predilección por lo débil, por lo pequeño, es decir: por la CAFA y por ti misma en cuanto te mantengas así, agradecida, en vivir a fondo tu ser de creatura sostenida solamente por su Amor.

Es de ese modo que le ha parecido bien darse a conocer en vos y a través tuyo, es desde esa vivencia que te hace corresponsable en los procesos de la CAFA y desde donde brota la fuente del amor gratuito.

Te animo mucho a que la sigas ahondando en esa vivencia, de una manera especial este tiempo espcial de gracia.

Un abrazo grande
Oscar sj