domingo, 1 de abril de 2007

DESAPARECER EN CRISTO

Doy infinitas gracias al Señor por habernos alcanzado con la gracia de ser en la fe un cuerpo apostólico en su corazón, donde estamos unidos unos a otros por su amor primero, amor gratuíto, incondicional, amor sin límites...Desde esta verdad experimentamos la otra dimensión del "quien vive su vida para si, la perderá...Mt.10,39. El aceptar perdernos personalmente en su corazón, nos abre a encontrarnos en El, como cuerpo y así podemos ir empleando otros verbos como: olvidarnos, desaparecer, morir...
Este cuerpo apostólico ubicado en el corazón de Cristo está llamado a acallar toda voz que venga de él y a escuchar y vivir de los latidos de este CORAZON que lo envuelve. Está llamado a estar atento a lo que su Espíritu manifiesta para expresarlo, para "gritar desde las azoteas". Siento que el Espíritu urge a la CAFA a desaparecer, olvidarse, morir a si misma y dejar que su LAMPARA (Apoc.21,23) la ilumina plenamente, para irradiar esta luz donde El disponga.
En la común unión en el corazón del Amado. Carolina.

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