Mi Momento

Hermanas y hermanos:

Desde que regresé de Argentina y Uruguay a finales de diciembre de 2005, he asumido mi nueva misión: Vicesuperior de la enfermería de la Provincia. Somos 10 personas en la comunidad, la mayoría con necesidad de un cuidado constante. Pedí al Provincial un cambio, después de haberme dedicado a EE.EE. por 7 años en el Centro SS.MM. Mi trabajo es humilde y servicial, justo lo que sentía en mi espíritu que mi Dios me pedía. Sin embargo, me han encargado también la evangelización de los educadores de todos nuestros colegios en Paraguay. Me alegra esa misión adicional, pues la considero muy importante para que nuestros colegios crezcan en su identidad cristiana en seguimiento de Jesús.

Al presente tengo que admitir que llevo conmigo un cansancio de mucho tiempo, y, por recomendación médica, me tomaré un tiempo de descanso de unos 30 días. Recen por mí para que recupere mis fuerzas y pueda entregarle al Señor con gran generosidad el tiempo que me resta en esta peregrinación. Ansío el día del encuentro cara a cara con mi Señor. Mas sólo El conoce ese día y esa hora. Mientras tanto hago lo posible en su servicio. Jesús no me pide más. Suya es la misión y suya la obra. Yo colaboro, como siervo inútil, en un proyecto misterioso engendrado en el Corazón del Padre.

Con esta página Web que hemos iniciado, deseo fervientemente que nos mantengamos unidos en el Amor de Cristo: el vínculo que nos hace Cuerpo en El, y repito con Pablo: compartimos el mismo Espíritu y somos capaces de compasión y ternura... un mismo amor gratuito, un único sentir... nada hacemos por rivalidad o vanagloria... estimamos a nuestros hermanos como aquellos a los que somos invitados a servir... teniendo grabado en lo íntimo de nuestro corazón, no nuestos intereses, sino los intereses de Cristo Jesús.

Hermanas y hermanos, la gracia sobreabunda y nos urge a vivir en radicalidad evangélica.

Con mucho amor en Cristo Jesús,
Carlos