Las necesarias purificaciones-podas

Mis queridos hermanos (as) en el Señor:
Les agradezco mucho todo el compartir de este tiempo, ha sido un constatar la fidelidad del Señor por nosotros, a pesar de nuestras caídas no nos deja, Él sigue derramando sus gracias en cada uno (a).
En esta temporada el Señor me sigue purificando, podando, han sido diversas las experiencias: Como estoy a cargo de un grupo de Laicos que tratan de vivir nuestra espiritualidad de las Siervas de Jesús, Dios se ha valido de ellos para la poda. Tuve una temporada fuerte por las variadas críticas que me hacían, algunas sin fundamento, en otras tenían razón, me di cuenta que me dolían sus críticas, y quería dejar a este grupo, oré, consulté, pero algo faltaba, veía que había actitudes individualistas en mí, orgullo, no dialogaba algunas situaciones con ellos. Hablé también con Angeles Muñiz y me fue clarificando actitudes, yo le dije : quiero dejar al grupo pues no llena "mis" expectativas, los veía poco espirituales, Angeles me dijo que me dejara "educar" por ellos, no afectar, hay que ver "las expectativas que tiene el Señor con este grupo"...todo esto me fue dando luz, serenando y mostrando a la vez mis cerrazones y que no le dejo a Dios ser Dios en mi vida. Al seguirme encontrando con ellos, dialogo con más serenidad, siento que Dios expresa en mí su caridad con ellos, un respetar su proceso y acogerlos con toda su realidad, ¿ si yo con tantos recursos sigo cayendo , a ellos que les puedo exigir ?
Otro aspecto en la purificación de mis afectos fue con mi M. Provincial, Soledad, que ha salido elegida M. General de nuestra Congregación, con ella dialogaba y trabajaba continuamente, ahora debe quedarse en España, aunque no había dependencia, sí se podía dialogar...me sentí muy sensible, y tuve dos días tristes, después de orar, sentí mucha serenidad y acogía en fe este designio de Dios sobre nosotros (as). Durante esos días el Señor me regalaba en la oración, algunas veces, la experiencia del Padre, Hijo-Jesucristo, Espíritu Santo que moran en mí...
En la purificación de mi sensibilidad, Dios me hacía ver cómo me justifico cuando hablan mal o dicen mis hermanas públicamente lo que no he hecho bien, ¡oh cuánto amor propio, cuántas idolatrías , cuántas caídas en la peregrinación!..pero a pesar de todas estas fragilidades Dios pone en mí el deseo de la poda, y se la sigo pidiendo, el ver que nada puedo desde mí y así en apertura sigo adelante por la compasión del Señor, tratando de ser una mujer de fe en la oración y en la vida diaria. Les pido sus oraciones para seguir con las podas, peregrinando en fe radical, con determinación y dejando ser Dios en mi vida. Unidos en un mismo Espíritu, con mucho cariño y agradecimiento les saluda: H. Mónica