lunes, 9 de abril de 2007

Dios, por su compasión y gratuidad, me ha favorecido al mostrarme mi verdad y el lugar del cual me rescató.

“Dios por su compasión y gratuidad me ha favorecido al mostrarme mi verdad y el lugar del cual me rescató”.
Renacer en el Espíritu de Dios pues la fe nos nuestra realidades invisibles a nuestros ojos.

Nuestro Dios con su amor y pedagogía me ha ido metiendo en lo profundo de un pozo, para que con sinceridad de corazón reconozca públicamente mi miseria y para que nunca más quiera regresar allí. Mí descarada conducta me avergüenza, me duele pero es el camino para vivir de acuerdo a Su Verdad.

Sinceramente al distanciarme de la CAFA, que implica amor gratuito, sobrecogimiento, corresponsabilidad, santidad, comunión en el Espíritu,… y ante la resistencia de vivir el sufrimiento que me viene por el servicio asumido en la Provincia y la nueva realidad de mi enfermedad, siento que mi Señor me fue conduciendo hacia un callejón oscuro, sucio y sin salida. A medida que me fue llevando me sentía como apretada, oprimida, golpeada y como que algo me quemaba en mi interior. También continuamente experimentaba angustia, tristeza tan penetrante, no sé cómo explicarlo... En una palabra experimentaba total oscuridad.

Y para volver a la nueva realidad de vida, a la vida en el Espíritu hace falta una muerte en todo y de todo: despojo, abandono, humillación, desapropiación, poda,…

Mi Señor me dice: “… escucha Hermelinda… Yo, tu Señor, quiero hacer memoria de mi vida en ti, del amor apasionado entre tú y Yo. Ciertamente tu corazón está cargado e impactado por mi vida, pero te has quedado mucho en mi sufrimiento externo y lo que Yo viví va más allá de todo lo que puedas ver, sentir,... Es cierto, has tenido fuertes experiencias de amor conmigo pero como el sufrimiento no se detiene en tu vida, aquellas experiencias de fe y de amor no te bastaron para avanzar en este camino de santidad.

No puedes seguir quedándote en el sufrimiento. Aunque te hayan venido sufrimientos uno tras otro. Eran regalos para ti pero no los pudiste gozar de lleno ni maravillarte por ellos, porque vivías simplemente desde ti. Ciertamente intentabas vivir conmigo, me hablabas porque cuando estabas hundida es cuando por gracia de Dios me buscabas pero no era suficiente. En este momento vuelvo a aclararte de que como esposa mía estás llamada a tener parte en mis sufrimientos… ¿me entiendes?

Hermelinda, amada mía es muy necesario renovar aquella experiencia de amor, aquella en que experimentaste una decisión apasionada de amor por mi Persona (Cantar 7,11-14).”

Cuando escuché estas palabras, mi corazón comenzó a sentir y a palpitar diferente, era el comienzo de la apertura de una rendija. Aquí comenzó este camino de gracia… y fue teniendo más fuerza en la última interiorización y pos interiorización.

Mis herman@s en la fe, les comparto con mucha humildad y dolor mi verdad de estos últimos meses. Y me apoyo en la experiencia de Jr.20,7 “me has seducido, Yavé, y me deje seducir por ti. Me hiciste violencia y fuiste el más fuerte”.

“Hermelinda, Yo, tu Señor, fui haciéndote develar poco a poco tu desnudez. Yo, tu Señor, fui encargándome de que te vean como eres. La belleza que antes tenías, tus Hn@s. de la CAFA han visto que dejaste, ya no tienes ahora los adornos con que Yo tu Señor te embellecí. Yo, tu Señor, fui encargándome de que te vean privada de todo, de todo lo que Yo te regalé y esto te causó un gran descontento: públicamente se vio tu desnudez y por más que querías taparte han visto que ya no tenías la belleza de esposa. Te repito, por más que te querías tapar – cubrir, tus Hn@s. descubrieron que ya no eras la misma, ya no tenías el Sello del Espíritu, por lo tanto ya no podías manifestar en ti la belleza interior de Dios, porque cuando no resplandece la belleza del Espíritu ya no hay vida en el Espíritu, ya no hay novedad.

Realmente has tomado otra identidad, una identidad dada por ti misma y no la regalada por Mí.

Hermelinda, cuando dejaste de ser mi esposa amada, la esposa del Crucificado, dejaste de buscar los intereses de mi Padre y comenzaste a priorizar tus propios intereses, buscabas tu propio descanso, tu propio espacio con Hn@s. que son buenos pero no te ayudaban en tu crecimiento personal y mucho menos en relación a la CAFA, tú misma escogías tu propio camino de salida a tantas situaciones conflictivas que vives con tus razonamientos, pero aún así no podías y cada vez se hacía más fuerte tu insatisfacción, pues no encontrabas salidas en ningún lado. Es más, intentabas resolver tu problemática de acuerdo a tus sentimientos y no desde el designio de Dios, desde la fe.

Cuando empezaste a escoger tu identidad desde ti misma, a fijarte en tu propio camino y a buscar lo que a ti te convenía según tus criterios, tus Hn@s. de la CAFA te llamaban, se manifestaban y vos no recapacitabas, querían ayudarte, pero vos no hacías caso, no acogías del todo pues tus sentimientos en gran medida tienen primacía sobre ti. También hubo momentos en que tú misma sentiste que ya no podías más y aún así no buscabas el camino hacia la comunidad de fe.

Realmente el mal se hizo del suyo contigo, porque no te dejaba mirar desde los ojos de Dios, porque si miras a los demás desde ti lo único que encuentras son defectos, imperfecciones,... Y vos, por aquí andabas…

Hermelinda, cuando eras esposa, reflejabas la belleza de Dios y amabas gratuitamente con mi Amor puesto en ti, pero cuando adoptaste tu propio camino manifestaste tu propia belleza y de ahí lo único que sale es la desconfianza, los conflictos por reacciones humanas, malos entendidos, sospechas,... Esto empezó en ti poco a poco y luego se fue pronunciando a más... Cuanto más te apartas de la fe más fuerte se hace la razón que incapacita a la fe.

Hermelinda, cuando tú como esposa le dejas a tu Esposo, su Espíritu se conmueve y se entristece. Cuando traicionas a tu Esposo ya no es su Espíritu el que te conduce, sino el mismo Enemigo que bajo apariencia de ángel de luz te hace creer que lo que estás haciendo es lo correcto. Si estás en comunión con tu Señor, imposible que no lo reconozcas. Pero, vos metida en su engaño, ya no eras capaz de distinguir la voz de tu Esposo de la voz del Enemigo y éste te llevaba a que lo suyo sea cada vez mayor.”

Ante esta verdad expresada por mi Señor, me quedé largamente en una profunda actitud de sobrecogimiento, acogiendo y esperando la manifestación de Dios en su gran misterio.

Mi Señor me compartió que estaba indignado por la vida que llevaba, dolido de haber llegado a tal punto. En vez de poner los ojos en los intereses del Padre, los puse en mí; en vez de actuar y decidir desde Dios, actuaba desde lo que los otros esperan o exigen de mí; en vez de buscar agradar al Señor, busqué agradar a otros y en vez de entregarle a El mi vida, fui protagonista de ella; en vez de recurrir a mis Hnos. de la CAFA, recurrí a otros. Y así lentamente fui perdiendo la gracia que el Señor me regaló y empecé a desviarme del camino.

Toda esta realidad experimento en la fe de mi Señor. El me ha sacado del pozo profundo en que caí y me hizo vivenciar a fondo la desnudez, su dolor e indignación.

Y por último, me resuena fuertemente, aquel episodio del Evangelio: Cuando la mujer adultera iba a ser apedreada, ya había sido golpeada, maltratada, tironeada y ahí estaba tirada a los pies de Jesús pensando sólo en su pecado. No pensaba en el futuro, ¡si estaba a punto de perder la vida! Jesús lo primero que le dice es su pecado, le hizo experimentar las consecuencias trágicas de su independencia, pero luego le dice: “Mujer, ¿dónde están los que te condenan? Vete y no peques más”. (Lc. 7)

He pedido con tanta insistencia la gracia de saborear con gozo y alegría espiritual esta nueva realidad de vida. Por dentro palpita y vibra mi corazón por esta nueva vida pero no me es tan fácil exteriorizar. Pero Dios va haciendo su Obra en mí y en nosotros, El no abandona. Ciertamente en la vida se dan muchas situaciones que no tienen explicación. Algunas nos alegran y otras nos turban, nos duelen... pero Dios tiene su hora para mí y para todos; y un futuro que siempre nos sorprende.

Esta experiencia me abre y me predispone a lo que vendrá de parte de Dios.

Mi querida CAFA, oro y oren por mí para que no me suelte de su mano y que esté siempre en camino, pues el haber estado en aquel lugar de muerte, me urge a elegir por pura compasión de mi Señor correr y echarme a sus brazos de Padre tierno - compasivo y ser la esposa de Aquel que me eligió desde la eternidad.

Infinitas gracias a cada un@ de ustedes por su cercanía y paciencia.
Un abrazo de paz y bien.
Hermelinda

PD: ha sido la primera parte de esta experiencia.

6 comentarios:

Máximo dijo...

Querida Herme:
Muchas gracias por tu compartir transparente. Me ha llegado hondo tu compartir en la página y también lo que nos has compartido en los días de interiorización. Ya te teníamos separada y nos sorprendiste cuando fuiste a la interiorización. Las oraciones de la CAFA, de cada uno de tus hermanos y hermanas pidiendo compasión y clemencia al Sr., por puro Amor y Misericordia,llegó. El no te ha soltado de la CAFA a pesar que vos te separaste. El Sr. te tiene atada como "esposa" en El para dejarte llevar por donde y cuando El quiera llevarte en CAFA.
Herme, muchas gracias y alabo a nuestro Dios con toda la CAFA por la rehabilitación que ha hecho el Sr. para contigo.
Tu hermano en Cristo Jesús,
Máximo.

Carlos dijo...

Querida Herme:

Vos sabes lo cercano que vivimos tantas cosas de tu caminar. Es como si tu caminar fuera parte del mío. Y si andas unida al querer de Nuestro Amado yo soy feliz, mas si andas engañada -y, ¡quién no ha pasado por ahí!- yo vivo parte de tu tristeza y desolación. Por eso, hermana mía, siempre te busqué en nombre de Jesús, pues no podía ser que su esposa se perdiera.

En este compartir tuyo, tan profundo y lleno de la compasión que tu Señor volcó en ti, yo alabo a Nuestro Amado. Pues, una vez más ha dejado patente que quien pone su confianza en El nunca será defraudado.

El Señor mostró en ti una parábola de tierno y fiel amor, que refleja experiencias mías de compasivo rescate por Jesús.

Y, ¿con qué podremos reciprocar al Amor Primero de Nuestro Dios? Sólo si de ahora en más dejamos que su Amor encuentre reposo en nuestro espíritu, por la fe con que lo acogemos y por el amor gratuito de unos por otros en el que Jesús se manifiesta y nos hace plenamente felices.

Gracias, hermana, por recordarme tan vivamente nuestra debilidad y Su abrazo que nos perdona, libera y en el que el mismo Dios salta de alegría con sus hijas e hijos que vuelven a casa.

Tu hermano en Cristo,
Carlos

Paola dijo...

Mi querida Hermelinda: Alabo a mi Señor por tanta Compasion y misericordia en tu Vida, experiemento en mi esp{iritu la Fidelidad de Dios al Centrarte en lo que eres Esposa de Cristo Crucificado, el único dador de VIDA, al leer tu compartir experimentaba lo indefenso y débiles que somos, la miseria envelta en El Amor Unico e incondicional del que nos ama de verdad, realmente Todo lo que compartimos en la Interiorizacion el SEñor va haciendo su obra y nos va centrando en él y me resuena el texto de la vid, permanecer en mi amor, como yo permanezco en UdS, tu compartir me da mucha luz y ver como los engaños y nuestra sensibilidad y razonamientos son pueRta abierta para el enemigo que lo único que quiere es destruir la belleza de Dios. MUCHO ÁNIMO NUESTRA belleza viene del espíritu que refleja en nosotros la obra que Dios realiza en nuestra Vida.
Gracias por darnos esta gran alegría de tu rescate, como hermana en la fe te digo: Se alegra Mi espiritu en Dios Nuestro Salvador.Para eso estamos para compartir nuestra fe Y vida y apoyarnos y rezar unos por otros, estar unidos en el espíritu en el vínculo del amor de Cristo que nos hace uno, es lo que experimento.
Tu hermana que te ama en el espíritu de Cristo.
Paola

Mónica dijo...

Querida y siempre recordada Hermelinda: Gracias por tu sincero compartir. Me llegó tu realidad pues por la compasión del Señor somos sostenidos en este peregrinar, Él te rescató y nos va rescatando a cada uno, gracias porque optaste nuevamente por Jesús, te abrió los ojos y vos fuiste saliendo del pozo. Se me viene a la mente una palabras que un día compartió Carlos: " uno tiene que vivir confiando en las promesas del Señor. Dios me pide que confíe porque Él es digno de confianza". Ahora mucho ánimo y a seguir peregrinando, eres la esposa amada de Jesús y nuestra hermana, gracias por estar en esta peregrinación. Cuenta con mis oraciones y recibe un fuerte abrazo, lleno de cariño en el Señor, desde la diáspora: H. Mónica

Carolina dijo...

Querida Herme:
En la CAFA, el Espíritu del TODO SANTO, tu esposo, nuestro dueño y Señor está sumamente activo. El es vida, El nos expresa su amor gratuito, nos transmite la santidad del Padre de lo que El está lleno. En El hemos experimentado tanto dolor e impotencia por todo lo que acabas de compartir, el soltarte de tu esposo amado, crucificado y el alejamiento de la CAFA. Sin embargo el amor primero, gratuito de predilección por vos su esposa amada, brillaba con tanta fuerza y centrada en su corazón la CAFA compartía los mismos sentimientos y disposiciones de Cristo hacia tu persona. No puedo evitar las lágrimas al leer tu compartir, me hace tomar conciencia de mi pequeñez y de mi condición pecadora y la gracia inmerecida de compartir con nuestro Señor su amor por ti, su alegría por tu rescate que pone de fiesta al cielo, Lc. 15, 10, tu nueva presencia entre nosotros/as es causa de mucho gozo, nos proporcionas participar del gozo del TODO SANTO y así donde hubo pecado, sobreabunda la Gracia. En la CAFA por pura compasión del Señor, se derrama el amor gratuito que procede del TODO SANTO, y nuestro pensar es transformado por el pensar de nuestro Dios que es Amor, ternura, compasión y perdón sin límites. Mi querida Herme, éste es tu espacio. Aquí el Señor quiere trocar esa “tristeza tan penetrante, esa oscuridad… en el que estabas en luz, en gozo, en profunda paz que no es nuestra, sino esa alegría completa o gozo colmado del que nos habla Jesús en Jn.15, 9-14: “ Como el Padre me amó, así también los he amado Yo: permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Le he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos si cumplen lo que les mando.”
Cuenta con mis oraciones. Tu hermana en Cristo,
Carolina

Beatriz dijo...

Muy querida Hermelina: Me uno a tu gratitud y a tu acción de gracias.
Una vez más el Señor ha estado GRANDE contigo..., el amor entrañable que te tiene hace que esté pendiente de tí, atisbando algún resquicio para poder atraerte nuevamente a El.
El te necesita Herme para que comuniques SU AMOR a tus hermanos, ese amor entrañable y compasivo que derrama contigo y con cada uno de nosotros, esa espera atenta...
EL SIEMPRE TE ESPERA, ahora dejaste que te hiciera de nuevo totalmente suya.
Le pido a María, la mujer fiel, la de la fe ardiente te tenga con Ella
para que cada día tu vida sea una alabanza para el Padre.
Un abrazo muy grande
Beatriz