VIVENCIAS DE MI RETIRO

Agradezco mucho por las oraciones, en mi retiro me sentí una la niña privilegiada, me daba seguridad en mi Señor creer que muchas personas estaban orando por mi.

En la ultima interiorización de la CAFA, el Señor ya estaba dando nombre en mi a sus vivencias de amor gratuito, la comunión que el vive con su Padre y con los hermanos, el amor y la aceptación a su Iglesia, yo acogí estas vivencias de mi Señor con gozo interior, sentía que algo nuevo El estaba gestando en mi. Así comencé el retiro, aunque también me sentía saturada de todo lo vivido con los estudios, mi cabeza parecía que no podía quedarse sin pensar en nada, solo escuchando en todo momento a Jesús, pero El me abraza como a una niña y me dice, Marisa, amada mía , a mi me alegra tratarte a vos y a los demás con misericordia, me alegra amarte y abrasarte,, yo soy la persona a quien tu le buscas y le extraña, me agrada que seas mía y todo lo que yo te doy me agrada, (tu comunidad, la CAFA, tu facultad, compartir con tus compañeros), yo disfruto con todos, no tengo vergüenza para caminar contigo por donde sea, nada de tus despiste te tengo en cuenta, y me duele cuando te veo, que confía mas en tu pobreza, que en mi persona, te pierdes en la preocupación por los estudios, el lograr hacer lo que se te había encargado (somos servidores que no hacíamos falta..), tu miedos, cuando te manejas con la mentira, tu hipocresía te hace sentir triste, te das cuenta de esto pero quieres salir sin mi ayuda, yo no te dejo sola y es hora de volver a vivir juntos, así como cuando eras criatura, vivíamos juntos y felices y soñábamos con vivir siempre junto, para mi no fue un sueño, es promesa de mi Padre, que es tu Padre.
Yo le escucho a mi Señor, lo que experimento en mi espíritu es paz y acogida a sus vivencias, en verdad de Fe creo en lo El me dice, le pido perdón por que he querido caminar sola, he buscado la felicidad fuera de El.

Estos días después del retiro, siento paz interior, en la oraciones, lo que escucho es silencio, vivo implorando al Señor que se haga vida en mi las gracias de mi retiro, aunque siento que ya es vida.
Marisa