miércoles, 11 de abril de 2007

Mi Tiempo en Berkeley

Queridas hermanas y hermanos:

¿Qué les diré de mi vida? Podría comenzar diciendo que este no es el tiempo del consuelo, mas bien es el tiempo de la espera.

Ciertamente, no estoy del todo satisfecho con estos meses de reciclaje. Los siento orientados demasiado a lo académico y poco a lo personal. Yo ya he estudiado lo suficiente para dar un poco quehacer por ahí. Lo personal lo siento como una necesidad de mi etapa en la vida. Esto ya lo he estado clarificando con la gente que está a cargo de este programa.

Si me preguntaran qué inquietud tienes en este momento, les diría que lo que de veras me inquieta por dentro es descubrir el quehacer de Dios en mi persona. Tal vez piensen: ya que ha ayudado a tantos que se ayude a sí mismo. Ojalá el refrán fuera cierto.

Recuerdo sin poder olvidar una manifestación de Dios en mi vida, la cual considero de suma importancia para orientar los años que me queden. Estoy hablando del retiro de mes que hice en el 2004. Nunca lo podré olvidar, ya que fue un retiro como nunca he hecho y como nunca he dado. He intentado ahondar en el pleno sentido de la manifestación de Dios en ese tiempo, pero sólo me quedo en oraciones individuales sin poder dar al todo el sentido que el Señor imprimió.

Por fin, me he decidido a enfatizar ese momento en mi experiencia de Dios con la ayuda de un jesuita que, al escucharlo hablar sobre acompañamiento espiritual, respeto y creo que Dios me lo ha puesto en el camino. Las cosas de Dios llegan regaladas, no rebuscadas.

En la medida que el Señor me abra camino, compartiré con ustedes lo que pueda ayudar, animar nuestro seguimiento de Jesús.

Ya saben que tengo en el Señor un gran amor por ustedes y no dudo, pues lo he vivido, que ustedes corresponden con la misma moneda.

Unidos en el Corazón de Cristo,
Carlos

9 comentarios:

Mónica dijo...

Querido y siempre recordado Carlos:
gracias por compartirnos lo que el Señor permite que vivas en esta etapa. Gracias por enseñarnos que aunque estemos avanzados en la carrera, como veo veo que tú estás, "hay que saber esperar el tiempo de Dios": "Israel, pues, espera en el Señor desde ahora y por siempre" (Salmo 131,3). También me enseñas el ver las mediaciones que son del Señor, que como tú dices se dan regaladas. Oraré por tí para que puedas "ir ahondando" en esta etapa de tu reciclaje, las gracias, la manifestación de Dios, de tu retiro de mes del año 2004. Seguimos unidos en el Corazón de Jesucristo. Con mucho cariño y agradecimiento en el Señor: Hna. Mónica

Paola dijo...

Mi querido Carlos, en tu compartir experimento el silencio de Dios que poco a poco se va manifestando y resuena en mi las palabras del Evangelio si a tantos a ayudado que se ayude a si mismo y ahì la expeiencia de Jesùs en pleno abandona a la voluntad de su Padre, donde lo màs importante es cumplir su Voluntad, El Padre Nunca te abandona el va mostrando su querer y el estar en fe a la espera de su querer nos mantiene humildes y dependientes totalmente de èl y todo lo espera de EL, y la importancia de las mediaciones para nuestros procesos y como el Señor se vale de las personas y como dices son un regalo de Dios para nuestro crecimiento donde nos dejamos hacer. muchas gracias por tu compartir y la expriencia de abandono Radical a lo que Dios en su designio te tiene preparado.
Unidos en la peregrinaciòn. PAOLA

Máximo dijo...

Querido Carlos:
Me alegro por tu compartir en este momento de tu vida y de espera en el Sr. desde esa experiencia de retiro de mes que el Sr. te ha hecho sentir en aquella ocasión.

Gracias por expresarnos tu sentir y dejar que el Sr. en su momento te vaya mostrando y te haga sentir con la ayuda que el Sr. pone en tu camino para dejar que su voluntad se haga vida en vos.

Un fuerte abrazo y unidos en el Sr. Jesús que nos hace UNO en CAFA,
Máximo

Fidelina dijo...

Querido Carlos

Siento una gran acogida a todo lo que vas viviendo, a la obra de Dios en vos. Me resuena el tiempo de espera, que sobresale cuando la PROMESA está viva. En medio de la espera la Gracia actúa y como dices se nos da como regalo, no viene rebuscado. Me alegra que el Señor te vaya conduciendo y ponga en tu camino personas que te ayuden.
Carlos, recuerdo también en nuestro caminar como CAF en Santa María como el Señor nos regalaba a través de tu persona las novedades del Espíritu, actuante en el Pueblo Santo. Éstas manifestaciones de Dios de hecho orientaban el camino en la peregrinación de fe. Hoy es otro momento, creo que las chispas del fuego del Espíritu están desprendidas de esa primera llama en Santa María y que está encendida en diferentes lugares.
Como CAF en dispersión nos inquieta descubrir el quehacer de Dios y tal vez juntos podamos encontrar el sentido que el Señor imprime al todo hoy. Compartir nuestros procesos de fe personales nos ayudará a entrar en sintonía con lo que Dios hace en nosotros y desde la corresponsabilidad ayudarnos a vivir la voluntad de Dios. Que tiene que ver con la manifestación libre y soberana del Amor del Padre en Jesús a la humanidad entera.
Rezo por vos querido hermano para que sigas firme en la fe sin decaer; ya que Dios te entrega en abundancia.
Un abrazo
Fide

Blanca Patricia dijo...

Gracias Carlos por tu compartir, lo rece hace unos dias, no tenia posiblilidad por eso no te podia rezonar. Experimento una acogida profunda en el Señor por lo que El hace en ti, como una constante en tu vida de fe, promesa, adhesicion a su persona.
Pido que siga llenando tu vida de la suya y sigas siendo canal de Gracia para cada uno de nosotros, especialmente a la cafa. Un abrazo fraterno en el Señor. Blanca

Hermelinda dijo...

Hey Paí:

Estoy deseando hacerte saber lo hermoso que es regresar a la pagina pues procuraba y no podía(en mi caso) y encontrar tu compartir. Me llegó mucho todas tus vivencias y esta frase más todavía: "Las cosas de Dios llegan regaladas, no rebuscadas".

Una de las características que siempre admire en vos es la riqueza de las intuiciones del Espíritu, un dinamismo tal que nos hace animar, inquietar, atraer y comprometernos hacia lo que ya hemos iniciado; ciertamente con sus luces y sombras. Pero nos hace arder... hacia la novedad del Espiritu.

También cuando leí tu compartir se presento en mi corazón las palabras de Pablo que dice: "Predicar el Evangelio no es para mi ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ay de mi si no proclamará el Evangelio".

Deseo que estas palabras te siga impulsando a correr por todo el mundo llevando de mil maneras la Buena Nueva de Jesús. (como ya has iniciado con la tecnlogía de punta, del cual estamos muy agradecidos)

Que el Espiritu que escrudiña todo, que conoce todo te siga iluminando en lo más profundo de tu corazón y puedas leer y acoger Su proyecto para vos en esta etapa de tu vida.

Pido por ti, sobre todo a tener mucha paciencia y fe en el lento trabajo de Dios. Sólo El puede manifestar lo que este nuevo espiritu que gradualmente se esta formando - gestando en ti llegará a ser.

Un abrazo fraterno en el amor de Jesús.
Hermelinda

Lourdes dijo...

Querido Carlos: Después de estar bastante alejada de Internet estoy volviendo a retomar y lo primero que hice fue abrir la Página. Me ha alegrado mucho tu compartir...me hace sentir que la vida de Dios en nosotros no la podemos guardar, manejarla a nuestro antojo, Él es como el viento, sopla donde quiere y como quiere...Siento que es una nueva experiencia de despojo, de ir creciendo en ese irnos dejando completamente en sus manos, a su voluntad, dejándonos llevar...
Carlos: Rezo por vos, doy gracias al Señor que no deja de sorprendernos a través de la vida compartida de cada uno de nuestros hermanos. Y a través de esta página se nos hace más universal
GRACIAS. Un fuerte abrazo:
Lourdes, stj

Carolina dijo...

Querido P. Carlos:
Desde hace unos días el Señor me mantiene orando sobre “tu tiempo en Berkeley”. En el primer momento experimenté mucha gratitud al Señor por tu vida, por abrirte a comunicarnos lo que estás viviendo en esta nueva etapa. Valoré tu actitud humilde, tu apertura, tu cercanía a nosotros, tu corresponsabilidad con nosotros. Pero todo esto es mío. El Señor permanecía callado y para mí era una señal que la nube me indicaba a no levantar el campamento, aunque por dentro sentía cierta prisa para orar los compartires de las demás hnas. a quienes aun no le hice la resonancia, para luego internarme en lo que toca a mi momento, en la apasionante revelación de Pablo Ef, 1 “Mi ser, mi persona, en la persona de Cristo” que sigue siendo inagotable para mí.

Cuando llegó la hora del Señor y a El le pareció bien me muestra dos aspectos muy importantes de su vivencia en ti:

1- Su Espera: En otro momento creí que la espera del Señor, era como un agua tranquila, serena, calmada en el saber, en la voluntad, en el actuar del Padre, en la hora del Padre. EL Señor me hace ver que también su espera estaba acompañada de sus emociones, su ansiedad, por ejemplo: Lc. 12, 49 “He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!, pero también he de recibir un bautismo y ¡qué angustia siento hasta que no se haya cumplido!; Lc.22, 15: “He deseado ardientemente comer esta Pascua con Udes…”

2-“Descubrir el quehacer de Dios en mi persona” Vi como algo fundamental, en un sentido pasivo de apertura, de acogida de hijo, de criatura (no como iniciativa o curiosidad) Jesús conocía y tenía una profunda sintonía con el quehacer de su Padre en su persona, aquí me resonaban una cantidad de citas evangélicas que no hacen falta enumerar.

Este aspecto siento que es importante en el proceso de ahondar en esa comunión íntima de deseo, de voluntad, de conocimiento desde nuestro ser de criatura con el Creador. Siento que el Padre en efusión de Amor se deleita en un des cubrir perenne de su conocimiento, de su amor, de su actuar al Hijo y al Hijo como un recipiente totalmente abierto, en total receptividad del quehacer del Padre, muy relacionado, la Hora del Padre y la Espera del Hijo. La entrega del Padre, la sumisión del Hijo.

P. Carlos, agradezco la manifestación del Todo Santo en tu persona, El dispone de los medios necesarios para adherirte en radicalidad a su entrega sin medida, colmada en ti.
Un gran abrazo desde el corazón del amado. Carolina.

Unknown dijo...

Carlos:
Hace tiempo que leí tu compartir pero no pude resonarte por falta de tiempo. AHora, en la tranquilidad de este fin de semana doloroso para mí, me dispongo a hacerlo.
Me llegó mucho la simplidad con la que compartes este momento de seguir buscando lo que Dios tiene pensado para ti en este momento de tu vida en el que sientes que la carrera te va acercando a la meta.
Aunque al principio tu regreso a EEUU no me pareció, ahora pienso que fue la mejor decisión para tu vida. El sabe lo que hace y por eso te ha puesto en ese lugar.
Estoy segura que Aquel que comenzó su obra en ti lo seguirá realizando del modo más coneniente para ti.
Es lindo ver cómo también sigues esperando el tiempo de Dios en su manifestación.
Graicas por compartir algo de tu vida.
Unidos en El.
Ma. del Carmen de Dios