Gracias al Señor y a mis hnos y hnas en Cristo

En estos días he sentido una llamada tan amorosa del Señor a compartir con ustedes mi comunidad en dispersión, la Gracia que me plenifica y me conduce. En medio de sensibilidades heridas y frustraciones de espectativas;que he vivido se me va fortaleciendo en mi interior la vida en Cristo, el Amor del Padre. Este trabajo de muerte a mi misma que el Espíritu va realizando, me produce en lo superficial cierto dolor, pero en lo más íntimo de mi espíritu siento que nace en mí una nueva vida, que prendió y está en crecimiento al ritmo de Dios.
Esta roca firme es obra de Dios, y en Él me apoyo. Agradezco al Señor todo lo vivido en estos tres años de servicio en el gobierno de la Delegación de la Compañía de María y a todos ustedes. Me siento privilegiada por haberme elegido, haberme regalado tantas gracias; una de ellas es el saborear el canto del Gloria... que los ángeles cantan al niño Dios, a Jesús recién nacido en Belén. De esta gracia principal de Alabanza al Padre en Jesús, se desprenden otras gracias que tienen que ver con el misterio pascual, la muerte y resurrección del Señor, el amor gratuito, la compasión, la ternura y misericordia; la obediencia y la libertad.
Al final de esta etapa de mi vidam el Espiritu me impulsa a una vivencia más corresponsable con ustedes, mis hnos y hnas; que peregrinamos en la fe, y que por gracia y gratuidad de Dios nos ha introducido en Él, en su corazón traspasado por Amor sin límites.
Sigamos pues la carrera, podemos decir con alegría que Él, nuestro amado Jesús ya nos dió alcance, vive por la fe en nosotros y nos conduce a través de su Espíritu al Padre.
Les pido oraciones para seguir en fidelidad la voluntad de Dios, ya se me ha confirmado que en setiembre iré a Francia para estudiar francés y luego al Cairo, seguiremos unidos en un mismo Espíritu. Estos meses que me quedan terminaré mi tesis de Sociología en Asunción.

Un abrazo a cada uno y cada una
Fidelina