"Bien poco es en realidad lo que dice quien habla de ti", Señor.

Queridos Hnos/as en el Señor:
“¿Qué diremos pues de ti, Dios mío, vida mía y santa dulzura? Aunque bien poco es en realidad lo que dice quien de ti habla. Pero ¡ay de aquellos que callan de ti! Porque teniendo el don de la Palabra se han vuelto mudos.”(S. Agustín, confesiones, cap.IV) A veces dejé de compartir, por sentirme con suma torpeza para expresar la vida que el Señor me entrega, otras veces porque la palabra escrita compromete y deja en evidencia lo que a Pedro le ha sucedido: en un memento estaba segurísimo de poder dar la vida por el Maestro, pero al rato ya le estaba negando.
Animada por la expresión de Agustín les comparto hoy que en el último encuentro de CAFA y los encuentros de CAFI de este mes, muy agradecidos reconocíamos la Gracia de que en el Corazón de Cristo, El por su Espíritu nos hace cuerpo, nos comparte su vida, su amor gratuito…Pero también, sentíamos como un clamor la necesidad de crecer en la corresponsabilidad entre nosotros, y nos preguntábamos con sinceridad ¿Qué nos estaba impidiendo? Lo primero que ha saltado como respuesta es que estamos absorbidos por muchos compromisos y los problemas cotidianos que no faltan…Pero también hay otros que provienen de nuestro yo egoísta y ciego insaciable en sus reclamos. Humanamente, por un momento me dejé sentir el dolor paralizante del cuerpo por la causa de estos reclamos…sentí impotencia, incapacidad y así me sumergí en la sede de la CAFA: el Corazón de Cristo, abismo insondable de amor, perdí la mirada en la Mirada de Cristo, y dejé que mi corazón palpite al unísono del Corazón de Cristo, experimenté su Amor desbordante por cada miembro y por el cuerpo y que toda nuestra hambre y sed de justicia, de santidad, de amor, de paz en El están colmadas Mt. 5, 6. El nos da la vida en abundancia Jn.10, 10, El nos colma con su propia alegría Jn.17, 13.
Desde este CORAZON les abrazo a todos con el Amor de Cristo.
Carolina.