Seguir Adelante

Dt. 1. 30-31 Con este texto comencé mi oración y cada palabra de el penetraba mi corazón y en mi vida. Experimentaba que estaba frente a una crisis de fe frente al mar y no podía avanzar, me sentía acorralada con mi idolatría que serían los egipcios y no encontraba salida desde mí, miraba el mar, mi crisis en la cual me encontraba, la comunidad, las personas que van por el camino del bien y el hacer, decepciones de expectativas frente a personas y la comunidad y muchas dudas que me apartaban de la fe, que no podré caminar en la fe y en la escucha al Espíritu porque la comunidad no va desde aquí y caminando en etapas y me daba cuenta que el Padre me había regalado el don de la fe radical y no podía peregrinar como yo quería: mi realidad era otra, no se discierne en comunidad viendo el maná que cae, la vida religiosa no camina en la gracia de la fe y no le consulta el querer al Padre, sólo hace lo bueno y lo que le parece bien, donde el enemigo al ver los egipcios y el mar me hacía medir mi fuerza esto puedo y esto no y comencé a mirarme a mi misma mis debilidades y que desde mí no podía avanzar y una gran tentación era quedarme en hacer lo que todos hacen, pero esto no era el querer del Padre para mí, El quiere que siga peregrinando frente a las dificultades y las crisis, que siga adelante y no mire todo esto que está en el mar y con los faraones, y acá comencé a experimentarme muy impotente, indefensa y muy pequeña frente a una inmensidad que desde mí nada puedo frente a este gran abismo, no soy la que abre paso, es Dios, Yahvé y El por su gran compasión por mí, revivía en mí todo lo que El ha hecho en mí desde que salí de Egipto, de mi gran liberación y no podía negar nada de lo que he vivido y lo que se me ha regalado, toda su fuerza en mi peregrinar en la fe, su manifestación en todo mi proceso, la escucha al Espíritu y El conduciendo mi vida, recogiendo las gracias que El me regalaba y caminaba en etapas, era una verdadera vida que el reavivaba en mí con gran poder hasta llegar donde estoy como pre-novicia en la congregación de los Sagrados Corazones, donde el me condujo para realizar su voluntad y todo esto removía nuevamente mi interior y reafirmaba el don de la fe por ese Dios Misericordioso y Todopoderoso que va delante de mí, conduciéndome quien me ama tanto y no me deja acorralada, sino que sale al encuentro, me anima y me rescata de donde estoy para continuar mi peregrinación con dificultades, crisis, recogiendo sus gracias en el día a día e ir viendo lo que El me va mostrando para caminar en la fe en esta comunidad, en esta congregación y no fuera de ella y con toda esta realidad que voy encontrando en mi caminar.

Y ahora el Señor me pedía una decisión en mí o quedarme, retroceder o avanzar y esta decisión nacía de mi centro vital, de lo profundo que ese Dios que conozco me siga conduciendo y le dije: que se haga en mí lo que te parezca bien. Aquí estoy y adelante, esto me recordó el estado de Pedro en la barca que se hundía y el Hágase de María frente al designio de Dios para ella y el Sí de ella, esto me produjo una liberación y el ánimo de seguir adelante peregrinando escuchando a mi Padre que sólo El conoce lo que es bueno o malo para mí, experimentaba una misericordia muy grande y una confirmación que El me elija para caminar en la fe, son gracias totalmente inmerecidas y que con El sólo tengo certezas y que se camina por etapas y recogiendo el maná de cada día junto a mi Dios, quien me va mostrando el camino de noche con la columna de fuego y de día con la nube. Esta experiencia me confirmaba en la fe, a caminar segura en los brazos de mi Padre que me protege y no centrarme tanto por el mar. Debo saber caminar con El y avanzar no paralizarme en el miedo y el querer hacer algo desde mí, eso es idolatría y duele.

En esta Oración experimentaba la presencia de Jesús y María y que ellos oraban por mí y este momento. Mucha paz interior después de esta liberación y confianza y ánimo de seguir adelante peregrinando, no sola sino con Yahvé mi Dios.

Agradezco al Señor por su gran compasión sobretodo en este tiempo de Resurrección para mí.
Paola