Hermanos/as:Reiniciar mi acceso a la página es para mí un triunfo en gozo y emoción y desde la hondura del corazón me permite expresar que experimento en mi el encuentro gozoso con el que ha tumbado la barrera con su resurrección. En esta resurrección, felices Pascuas. No puedo pasar de alto aunque pasaron bastante mi último compartir; el sello que ha dejado en mí es de mucha importancia en mi convivencia cotidiana conmigo mismo, con mi comunidad, con mi pueblo, dentro de una realidad entretejida de esperanza, y desesperanza, de sueños y violencias en la que estamos sumergidas con este pueblo. Una gota de plenitud caida en la vasija me ha llevado a la experiencia de sentirme en el agua que mueve y me conduce hacia donde quiere devolviéndome en frescura del amor de mi Dios y a escuchar su llamada de dejarme amar y conducir por ese amor. Desde esta experiencia acogida en gozo me he sentido profundamente fortalecida en un proceso de apertura dejándome amar en las alegrías y en las dificultades, en el camino de cruz, en las humillaciones como consecuencia de la misión ya por mi propia fragilidad en la certeza de que El no abandona y me ha permitido en esta experiencia mirar, contemplar, vivir desde un ángulo diferente porque El está presente con el poder de su resurrección junto a quien El ama. M e ha devuelto contemplar la fuente de mi gozo, de la gota en plentud hecha agua que recrea y refresca en mi su amor y mi amor al permitirme contemplar con El la fuente de su amor ompasivo para conmigo y que se ha manifestado de modo contundente en mi retiro de mes. Me ha inducido contemplar el pozo de mi propia fragilidad con ojos de misericordia.Cuantos han pasado y hoy nuevamente bendigo a mi Dios por haberme regalado y por convertirse en mí y para mí en manantiales de agua viva que me rescata y me levanta día a día en este camino. Es el manantial que refresca mi gozo y mi sufrir aquí en donde El me regaló compartir su misión y la misma suerte de su pueblo, me ha preparado vivir y beber de su Promesa. Con este pueblo viví a tiempo y destiempo la preparación del proceso de celebración del misterio pascual, pero hoy siento que el el Señor me regala adentrarme más personalmente en todo lo vivido con gran gozo y paz. En este gozo de todo lo vivido y la experiencia de amor de Dios y a Dios de cada uno/a un abrazo grande y Jesús resucitado nos motive y nos mueva a seguir adelante dejándonos recrear por su Espíritu. Teresa Inés.
9 comentarios:
Querida Teresa Inés:Doy gracias a Dios contigo por todo lo que el Señor te permite vivir, experimentar, sin que nosotros sepamos cómo y por qué...¡¡ES EL SEÑOR!! Y como Señor hace y deshace a su antojo.
Gracias también porque tu misma experiencia compartida nos anima a dejarnos en el Señor como esa
" gota en el mar" perdiéndonos totalmente en Él, para ser "toda en Él"
Un abrazo fraterno:
Lourdes stj
Inés: Al término de tu compartir, me resonó por dentro: el Amor de Dios pese a nuestras fragilidades y miserias se impone con tanta compasión y ternura y que aunque no nos comuniquemos lo que Dios ha impreso en nosotros es casi imposible que desaparezca pero tambien es evidente que siempre es mejor lo otro: COMPARTIR.(Que dicho sea de paso debo mejorar). Que nuestro buen Dios nos siga permitiendo contemplar con gozo y valentía "el pozo de nuestra fragilidad" siempre para una vida nueva; y sobre todo dejarnos refrezcar por el manantial de agua viva que purifica, anima, sostiene y reorienta la vida de fe y misión.Con un abrazo fraterno. Tu Hna. Hermelinda
Querida Teresa Inés: Me gozo de ver el Poder y la Fuerza de Jesús Resucitado,en vos, esa Fuerza amorosa y transformante que hace posible que en tu debilidad, fragilidad y pecado, experimentes su Vida en vos. Gracias por compartirnos la obra de El en vos y así poder darle gracias juntos, como Pueblo Santo. Un abrazo M. Carmen
Muy querida TEresa:
El tiempo pascual ha sido tiempo propicio para tu propia resurección.
Me encantó tu compartir empezando por el propio título: Una gota de plenitud, porque en esa gota se ve el manantial de vida con que nuestro Padre Dios te enriqueció. Me alegro con es experiencia de poder contemplar tu propia realidad con misericordia.
Porque te has abierto a esta nueva experiencia de vida, te digo gracias
Con cariño,
Ma. del Carmen de Dios
Querida Ines:
Al orar con tu compartir fue lindo sentir la frescura de nuestra Buen Dios deleitandose en su creatura. Me alegro contigo por lo El hace en ti, pequeña y docil vasija en sus manos. Pido que te siga conduciendo hacia El en su espiritu santo. Un abrazo. Blanca
Querida Teresa
Es la tercera vez que me dispongo a enviar mi resonancia, no sé por que no estoy acertando, de todas maneras, insisto, porque quiero decirte que tu compartir valoro mucho sobre todo esa profundidad que El señor te ha regalado, sentirte que estás en camino, y por el mucho amor que el Buen Dios te ha regalado.
Gracias Tere por ese rico compartir que me anima y me fortalece a no desprenderme de esta comunidad .
Un abrazo. Tu hna. Ma. Laura
Querida Hermana:
Doy gracias a Dios contigo por tu experiencia de acogida profunda de dejarte amar en las dificultades, cruces, humillaciones, me anima enormemente.
Ten la certeza que no te abandona.
Me gozo contigo por todo lo vivido en El.
Unidas en Solo Dios.
Elena
Querida Teresa Inés me alegra muchísimo tu compartiR y me resuena hondamente "contemplar el pozo de mi propia fragilidad con ojos de misericordia". ExperimEnto una gracia muy grande sobretodo, porque cuesta acoger nuestra realidad, ya que la humanidad se nos revela, experimento humildad del Señor en tí, que te capacita para acoger tu pozo con misericordia y al Mismo tiempo esa misericordia es manantial en ti, en tu pozo, un pozo que se vacía y se llena de su Dios que se complace en ella, Mucho ánimo y experimento una apertura muy grande para que Dios sea Dios en ti.
Gracias por compartir las maravillas que Dios realiza en ti,
Unidas en el espíritu de CRISTO RESUCITADO.
Querida Teresa Inés
Cuando leí el título de tu compartir no me imaginaba todo lo que significaba esa gota de plenitud, pero fue ir a la oración junto al Señor donde me dejé introducir en este manantial y pude experimentar la hondura de esta vivencia que nos entregas con tanta sencillez.
Contemplar nuestra fragilidad con ojos de misericordia es uno de los regalos más preciosos que podemos recibir del Señor. Siento emoción al sentirme partícipe de esta gracia y aunque personalmente no te conozco me siento en sintonía con lo que el Espíritu de Jesús crucificado y resucitado vive en vos y en su pueblo pobre y humilde.
Solo cuando nos dejamos amar por Dios en nuestra fragilidad nos damos cuenta que es justamente la fragilidad de la humanidad la que atrae la compasión de Dios. Gracias por compartir esa gota de plenitud que nos une hacia la misma fuente que es Jesucristo.
Un abrazo de hermana
Fide
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