jueves, 5 de abril de 2007

Nueva mirada me regaló el Señor

Con la certeza de que gracias a vuestras oraciones y a la compasión y ternura de nuestro Padre Dios, he ido sintiendo como la luz de la Resurrección iba apareciendo.
Esta Semana Santa ha sido una Semana Santa muy diferente de las otras vividas, pero creo que más parecida a la que vivió María al lado de su Hijo. Desde la Semana de Pasión he estado acompañando a una hermana que el Lunes Santo fue operada de un cáncer de tiroides, que necesitó una intervención bastante más agresiva de lo que se pensaba. Así que ella vivía su cruz, la cruz con Jesús y mi misión era como la de María, acompañar ese sufrimiento y esa cruz con la fe volcada para la voluntad del Padre.
Palpando, como digo, su ternura y su misericordia, la certeza de que cada vez que Dios mira su mano, nos ve a cada una porque tiene ahí grabados nuestros nombres. En los momentos de sufrimiento y de dolor me he sentido en sus manos, ayudando a caminar llevando el único tesoro que es Dios en mí. Dios en cada uno de nosotros. He vivido la esperanza y la paz y se me ha concedido el poder transmitirlas.
La cima me espera nos espera allí donde el amor y la gloria de Dios resplandecen para siempre porque Jesús triunfó sobre la muerte y sobre las “muertes” de nuestras vidas.
Con mucho cariño, continuar rezando por mi… Lolín,ss.cc.

1 comentario:

Carolina dijo...

Querida Lolin:
Agradezco al Señor por haberte unido de una manera tan vivencial a su Misterio Pascual, donde palpaste y al compartir esta gracia palpamos contigo la ternura y la misericordia del Señor que se manifiesta en tu persona y en todos los que en la fe somos contigo su comunidad. Que el Señor nos compenetre como cuerpo cada vez más plenamente con su Espíritu para que ese único tesoro que es Dios en nosotros se manifieste y resplandezca según su sabiduría como El quiere en el hoy de nuestra vida.
Un gran abrazo en el Señor resucitado. Carolina